Venezuela

Grupos irregulares se enfrentaron en la frontera de Colombia y Venezuela

La frontera del estado Táchira con el departamento colombiano Norte de Santander fue el lugar de un enfrentamiento entre los paramilitares de “La Línea” y células del Ejército de Liberación Nacional de Colombia. Los choques iniciaron en la madrugada y se exendieron hasta las 9:00 de la mañana de este martes 30. 

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Foto: Archivo / Rosalinda Hernández

El enfrentamiento se inició en los caminos verdes a la altura del lugar conocido como “Piedras Negras”, carretera adyacente al puente internacional “Tienditas” y se extendió a las trochas (tocha Los Grullos) cercanas al comando de la Guardia Nacional Bolivariana de Ureña, estado Táchira al oeste de Venezuela.

Las instituciones públicas como la alcaldía de Ureña, Concejo Municipal y prefectura, fueron evacuadas y suspendidas las actividades laborales por encontrarse en zona de seguridad, dijo a El Estímulo el prefecto de Ureña, Urrey Moreno

“Se optó por evacuar al personal, la Guardia Nacional, lo consideró así por tratarse de una zona de seguridad y para evitar víctimas. Hasta las personas que se encontraban en las estaciones de servicio en cola para echar gasolina, también fue obligada a retirarse”, acotó.

El paso por el puente internacional Francisco de Paula Santander, que conduce desde Ureña al corregimiento colombiano de Escobal, se vio desolado durante la mañana de este martes, ante los enfrentamientos registrados en la zona.

“El apoyo de las fuerzas de seguridad colombiana, fue lo que de algún modo impidió que los irregulares se extendiera. Del lado venezolano se ha registrado un redoblamiento de la  seguridad por parte del funcionarios del Ejercito que han salido a patrullar y se encuentran en tanquetas a la entrada del municipio”, afirmó el alcalde.

Comunicado amenazante

Un comunicado que circuló a través de las redes sociales, advierte a la población fronteriza de resguardarse luego de las 7 de la noche o de lo contrario atenerse a las consecuencias, entre otras amenazas.

Se hace una amenaza directa al alcalde del municipio Jhon Carrillo, a concejales del municipio y dirigentes políticos del partido Acción Democrática.

El director general de la alcaldía de Pedro María Ureña, Otto Agudelo Barreto, en conversaciones con El Estímulo, confirmó las amenazas que habría recibido el alcalde de la localidad a través de un comunicado en redes sociales. El funcionario señaló que es constante la incursión y amenaza de irregulares a pobladores de la frontera.

Descartó que la primera autoridad civil del municipio tenga previsto salir de la localidad con su familia, e indicó que las autoridades analizan la veracidad de las amenazas contra el alcalde, concejales y población en general a fin de tomar las acciones necesarias.

Durante la tarde de este martes cuerpos de seguridad en la zona de frontera llamaron a una reunión de emergencia en la que se definirán estrategias a aplicar para el resguardo y seguridad de los habitantes fronterizos.

Hasta el final de la tarde ningún funcionario de los cuerpos de seguridad había dado una versión oficial de los hechos.

El pueblo resguardado

Cerca del mediodía, la población fronteriza de Ureña, vivía una tensa calma, 50% del comercio permanecía cerrado.

Los enfrentamientos entre grupos armados ya se han hecho reiterativos en la frontera tachirense con Colombia. El control de las trochas o pasos ilegales por donde se transporta contrabando (gasolina, carne, plástico, entre otros), es el detonante para las pugnas entre irregulares.

El sicariato se ha convertido en parte de la cotidianidad en la zona y en las últimos días por lo menos tres comerciantes han sido asesinados y de acuerdo a la versión de un habitante de Ureña, que pidió el anonimato, el cobro de vacuna o extorsión serían los móviles.

“Instauran una vacuna los paramilitares y entonces la guerrilla le dice a la gente que no pague a paracos si no a ellos y la gente ya no sabe qué hacer. Si deciden no pagar a ninguno, entonces vienen y los asesinan en su sitio de trabajo o los secuestran”, indicó.

Dirigentes políticos de la zona que pidieron no identificarse, han tomado algunas decisiones como medidas de seguridad por temor a represalias que puedan surgir.

Mientras tanto a la población de Ureña se le somete a un “toque de queda”, no declarado, pero si obligado, que inicia al caer el sol y crea una ciudad fantasma.

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