Venezuela

Guaidó incentiva a movilización y vigilia con los jóvenes este 12 de febrero

"Venezuela” sonó a través del sonido de los violines. “Tierra de gloria y esperanza”, de Edward Elgar, interpretada por la orquesta de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Así inició el acto que reunió a estudiantes de distintas universidades con Juan Guaidó, Presidente de la Asamblea Nacional (AN) y juramentado como mandatario nacional reconocido así por casi 60 países.

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FOTO: Federico Parra | AFP

Desde el Aula Magna de la UCV, Guaidó acordó la movilización para el 12 de febrero, Día de la Juventud. Aunque no se conocen los detalles sí se sabe que también habrá una vigilia por los caídos de los últimos años, la cual se espera sea en la plaza Bolívar de Chacao, al este de la capital.

Los símbolos ya se han convertido en una constante cuando habla Guaidó. El tricolor y un podio con el escudo de Venezuela así como una marcha de fondo anuncian que el diputado se dirigirá al público.

Mientras los presentes coreaban “Guaidó, amigo, los jóvenes están contigo”, éste le daba un beso a su esposa para iniciar su discurso, lo que desató gritos en el auditorio.

Para Guaidó existe la certeza de que “el futuro nos pertenece”, pero no niega que en el presente aún es oscuro. Así lo dejó claro al solidarizarse con las madres de Anzoátegui que tuvieron que enterrar a sus bebés “por culpa de unos miserables que no permiten que ingrese la ayuda humanitaria”.

Cuestionó lo dicho por Nicolás Maduro, quien afirmó que la ayuda humanitaria impulsada por Estados Unidos es “una limosna” y además explicó que los diputados de la AN están conscientes de que dichos insumos no son la solución y por ello está el Plan País.

En función del ingreso de esta ayuda, Guaidó anunció que ya se instaló un centro de acopio en Cúcuta y que las amenazas no los detendrán.

Asimismo, dijo que este fin de semana se organizarán grupos de voluntarios para “defender” esta ayuda. “Si se atreven a obstaculizarla, los voluntarios iremos a buscarla”, aseguró.

En su discurso hizo pocas referencias a Maduro. Para él, “quienes usurpan Miraflores ya están derrotados”. Sostuvo que el principal enemigo a vencer es la desesperanza y negó que las calles “se estén enfriando”. Pero incluso, en ese escenario, Guaidó indicó que los responsables de que eso no pase son los venezolanos.

En el acto agradeció el apoyo de la comunidad internacional:

“Quisieron algunos, ir y ganar tiempo, y no les funcionó. Uruguay pidió elecciones, ayuda humanitaria y respeto a la Asamblea. Como dirían en mi tierra, tienen el santo volteado. Insistimos en que no nos prestaremos para falsos diálogos. La única negociación posible es el cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”, sentenció.

El dirigente de Voluntad Popular aseguró que Maduro se queda cada vez más solo al tiempo que pidió a los militares “no cometer delitos de lesa humanidad directa o indirectamente”, si impiden el acceso de la ayuda.

Invitó a los jóvenes a que no lo acompañen sino a que “vayan en la vanguardia, adelante como siempre han estado. Pedimos confianza pero no un cheque en blanco”.

Reconoció el “valor” de las víctimas que a pesar de lo vivido, “están dispuestas a reencontrarse con la Fuerza Armada. Eso es de valientes”, dijo.

Sectores como el estudiantil, el religioso, el artístico, tecnológico y hasta emprendedores e influencers participaron en el acto. También familiares de presos políticos y diputados que reconocieron los errores cometidos en años anteriores, pero rescataron que están unidos para salir de la crisis.

De hecho, los parlamentarios destacaron que están organizado “y hay un plan y una ruta a seguir». Pidieron junto a Guaidó no hacerse eco de rumores y salir a las calles a llevar el mensaje opositor explicando y dando contenido a las fases que esperan implementar.

Entre el himno, números de baile y las infaltables selfies, concluyó el acto en el que, luego de ser criticados por un comunicado emitido este jueves, las autoridades de la Casa que vence las Sombras, reconocieron a Guaidó como representante del Ejecutivo y se comprometieron a trabajar de la mano con él.

Entre los presentes estaba Juliana Hernández, una joven de 22 años que aseguró que ve en Guaidó la esperanza de cambio. Ella, al igual que Esteban Linares, de 19 años, no conocen otra cosa que los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Sin embargo, aspiran a más. Apoyan a Guaidó por ser “joven” y venir de la “Generación de 2007”. Ambos aseguran que sueñan con poder ir a votar (ninguno lo ha hecho) por un nuevo presidente.

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