
AEstefanía la sorprendió la presencia de una persona cerca, muy cerca de su ventanilla. La tenía a medio abrir, su aire acondicionado no funcionaba. Eso fue lo que la convirtió en una presa de la inseguridad. En un abrir y cerrar de ojos, sintió el frío del cañón. Un sujeto en moto le pedía su teléfono celular.