En un comunicado oficial el ministerio de Relaciones Exteriores de Guyana dice que el acuerdo entre chavismo y oposición amenaza su soberanía e integridad territorial. El caso no saldrá de la Corte Internacional de Justicia, alega.
El gobierno de Guyana rechazó la decisión del gobierno chavista de Nicolás Maduro y de la oposición organizada en la llamada Plataforma Unitaria de incluir la controversia sobre el territorio Esequibo en las negociaciones para resolver la aguda crisis política venezolana.
En un escueto comunicado, emitido por el ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, Guyana recalca que el caso está en «apropiadamente ante la Corte Internacional de Justicia y permanecerá allí para su resolución pacífica».
Voceros militares y civiles de Venezuela han arreciado en los últimos meses de manera verbal los reclamos históricos sobre el territorio Esequibo y su zona marítima. Pero en la práctica, desde hace 20 años con la llegada de Hugo Chávez al poder, los gobiernos de Guyana han acentuado su ocupación y explotación de este territorio que supone tres cuartas partes del área total del país anglosajón suramericano.
«El Gobierno de la República Cooperativa de Guyana rechaza firmemente el acuerdo firmado por los Jefes de Delegación de la República Bolivariana de Venezuela y la Plataforma de Unidad de Venezuela en Ciudad de México el 6 de septiembre de 2021».
«Ese acuerdo es una amenaza abierta a la soberanía e integridad territorial de Guyana», agrega el comunicado.
«Guyana no puede ser utilizada como un altar de sacrificio para resolver las diferencias políticas internas de Venezuela. Si bien el Gobierno de Guyana acoge con beneplácito el acuerdo interno de Venezuela, un acuerdo que desafía el derecho y el proceso internacional no es una base para mediar en la armonía», afirma.
Después de desarrollar grandes proyectos mineros en tierra firme del Esequibo, Guyana apuesta hoy todo su futuro a la explotación de enormes yacimientos petroleros, inclusive frente a las aguas del estado venezolano de Delta Amacuro.
Chávez dijo en su momento que no interferiría en ningún proyecto en la zona del Esequibo que fuera en beneficio del pueblo guyanés.
“El gobierno venezolano no será un obstáculo para cualquier proyecto a ser conducido en el Esequibo, y cuyo propósito sea beneficiar a los habitantes del área”, dijo Chávez en Georgetown en febrero de 2004
«Yo me he comprometido con el presidente Jagdeo y con Guyana. Primero que el gobierno venezolano no va a oponerse a ningún proyecto en esta región que vaya en beneficio de sus habitantes; beneficio directo como me decía el presidente, como es un proyecto de agua, vías de comunicación, energía, proyectos agrícolas», recalcó Chávez ese día.
Un periodista le preguntó a Chávez si el Esequibo estaría en la agenda con Bharrat Jagdeo y respondió: “No, no. Vamos a hablar de mecanismos de cooperación en la pesca, en la agricultura, la educación, la salud, en la infraestructura, las vías de comunicación, la energía, petróleo, derivados del petróleo, cooperación e integración. Saben que no tengo ninguna opinión al respecto. Sólo vine a hablar en primer lugar y sobre todo de la integración entre Guyana y Venezuela. Sobre todo transmitir a través de ti y el medio de comunicación para el que tú laboras un gran saludo de hermanos verdaderamente de hermanos al pueblo de Guyana”.
Años después, esta posición le pasa factura a Venezuela, y el heredero de Chávez quiere culpar y enjuiciar a la oposición por la pérdida de hecho del Esequibo y sus aguas en el Atlántico.
Hoy, es principalmente en aguas del Esequibo en el Atlántico donde Guyana está explotando enormes yacimientos de petróleo, en asociación con grandes empresas petroleras de Estados Unidos, China, Canadá y varios otros países. Estos proyectos acelerados van a convertirla en pocos años en una nueva potencia petrolera regional. También será el país más rico de la región en términos de ingresos petroleros per cápita.
Si las cosas siguen como van en Venezuela, donde la industria petrolera está quebrada y sedienta de fondos internacionales bloqueados por la crisis política y las sanciones, Guyana inclusive superará muy pronto la actual producción de crudo venezolana, y bombeará 700.000 barriles por día en 2025.
En un primer acuerdo entre la delegación de Maduro y de la del opositor Juan Guaidó en México ratifica los derechos de Venezuela sobre el territorio de la Guayana Esequiba, que le fue arrebatado a Venezuela por Inglaterra en el Laudo Arbitral de Paría, el 3 de octubre de 1899.
Las partes hacen un llamado a Guyana para que retome el camino de las negociaciones a fin de alcanzar un acuerdo sobre el territorio.
Guyana fue anfitrión de los ejercicios militares Tradewinds que encabeza el Comando Sur de EEUU con el propósito manifiesto de cuidar la seguridad de la región. Delegaciones militares de 14 países, entre ellos miembros del CARICOM participaron durante dos semanas. El gobierno de Nicolás Maduro ha calificado estas acciones de las fuerzas militares estadounidenses en el Caribe como una amenaza para la estabilidad de su gobierno y regional.
Guyana en los últimos años dejó de lado el socialismo y se abrió al libre mercado, da prioridad a las inversiones extranjeras en el Esequibo, esa área rica en petróleo, gas, oro y otros minerales que perdió Venezuela. Ahora Maduro trata de recuperar el terreno cedido desde hace dos décadas por Hugo Chávez y el chavismo.
