Opinión

Haciéndose los locos (en torno a las narco acusaciones)

A mí no me mienten, ya lo vi todo. Esos hashtags que le dan apoyo total no son sinceros. Los revolucionarios saben la verdad, lo que pasa es que se hacen los locos. Sí, a mí nadie me miente. Se-están-haciendo-los-locos, y sí saben que el prócer sí es lo que se dice que es, que de lo que se le acusa es cierto. Pero claro, se trata de un plan secreto y hay que mantener las apariencias para engañarnos a nosotros, a los que nos oponemos a este gobierno.

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Es un plan maestro, sin duda. Todos se han puesto de acuerdo para decir que el hombre no es narco, pero saben a ciencia cierta que lo es y lo defienden furibundamente. ¡Pero vaya, qué enredo! Pues ningún enredo: el hombre es narco, y punto. Esa es la verdad, la absoluta verdad. Lo que pasa es que hay que cambiar de enfoque, y eso es lo que ustedes, opositores ignorantes, no entienden. Veamos.

Está el hecho tal como lo conocemos: es narco. Pero resulta que el hecho es simple, fáctico, plano, sin moral ni daño. Lo que es simplemente es. Pero detrás del hecho hay razones, y esas razones conllevan sí, una moral. Y he allí el asunto. Las causas de ese hecho, no son superficiales ni egoístas. Nada que ver, nuestro hombre no está haciendo esto para zamparse al bolsillo millones y millones de dólares. No, ¿qué es eso? No, queridos opositores tontuelos. Nuestro hombre sí es lo que se dice que es, claro que sí, pero porque eso conlleva una gran misión patriótica y mundial. Nuestro hombre es un prócer altamente moral, nuestro hombre se sacrifica en un inmensa nobleza.

Entiendan, entiendan.

Nuestro hombre lo que está haciendo es mandar toda esa porquería al Imperio porque estamos en guerra, pero en una guerra inteligente, subrepticia, secreta.

¡Oh, Dios, estoy sacando a la luz grandes verdades, mañana desaparezco!

El asunto es que el hombre lo que está haciendo es sembrar de vicio al Imperio, socavar su moral (ya tembleca), concitar la decadencia definitiva del Imperio por medio del dañino producto.

¿Ven? Se trata de un acto heroico. ¿Recuerdan que los españoles llegaron a América trayendo enfermedades que acá no existían? ¿Recuerdan que miles de aztecas murieron por causa de esas enfermedades que traían las sucias barbas de los conquistadores? Es decir, estos señores que llegaron con Hernán Cortés, y el mismo Cortés, ¡inventaron la guerra bacteriológica! Bien, pues nuestro hombre está haciendo más o menos lo mismo, digamos que metafóricamente. Invade con el virus del vicio al Imperio.

¡Ah, ah, ah! ¿No es esto genial? Nuestros próceres revolucionarios son unas mentes grandiosas, y sus seguidores revolucionarios lo saben. Saben que esto es realmente lo que nuestro hombre está haciendo, y bueno, lo apoyan en su plan secreto y por eso dicen que no es narco, pero sólo como parte de un plan para que a nosotros, los opositores acérrimos del régimen no nos estalle el cerebro con tal despliegue de inteligencia (en el fondo son buenos con nosotros).

Pero como yo soy un iluminado, pues le digo la verdad, la saco a luz.

¿Se le estalló el cerebro? Si no, pues comience a comprender. Este gobierno es astuto, y esconde detrás de una verdad una mentira que es una verdad que es una mentira que es una verdad. Esta revolución es una gran mentirosa que oculta grandes verdades, pero todo lo hace por el bien del país… y del mundo, o del universo, así mejor.

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