Los planteamientos para desarrollar una segunda reforma de la Ley de Cine Nacional que permita atender, según Lossada “lo que en este momento no ha podido ser atendido total o parcialmente”, se enfocaron en las cifras “oficiales” de exhibición, distribución, infraestructuras de cines tanto comerciales como culturales, modernización y digitalización de las salas y territorialización en las políticas públicas cinematográficas del país. Así como en el gran dilema de la ocupación de las películas de Hollywood contra un mínimo porcentaje de las producciones nacionales en las salas de cine.
Los números en torno a los cuales el Estado desarrolla la contendida propuesta, son los que ubican en las pantallas de cine del país el 92,89% de ocupación en producciones de Hollywood y el 7,11% en producciones extranjeras. Esta es una cifra que en palabras de Lossada «desafía la Convención Universal de la UNESCO sobre Promoción y Protección de las Expresiones de la Diversidad Cultural, suscrita por Venezuela» .
La apelación a la convención se muestra como una especie de coartada para barajar esta segunda reforma, con la cual se insiste en que la viabilidad económica de las empresas exhibidoras y distribuidoras no se verán afectadas de ninguna manera.
Con base a estas cifras Lossada reafirma el discurso según el cual “no es verdad que la regulación sea mala, tal vez sea mala la mala regulación pero la buena regulación produce estos resultados”. Y es aquí donde las dudas se abren paso, si bien la palabra regulación implica poner orden, establecimiento de normas, reglas o leyes dentro de un determinado ámbito, más de una vez la teoría ha demostrado ser ineficaz en la práctica.
Las cifras
Para Lossada “no es verdad que la desregulación produzca buenos resultados”.
En el año 2015 se han otorgado de momento 56 aportes a proyectos con una inversión que se ubica en los 157 millones de Bs, a esto se suman los aportes entregados a 16 proyectos aprobados gracias al programa de “Estímulo a la Pasión Cultural” por un monto de 1560 mil millones.
En términos de exhibición, actualmente hay 76 complejos cinematográficos que acogen a 461 pantallas, luego está la digitalización de 308 salas con un restante de 153 salas por digitalizar.
El 12% del país, en términos de municipios, tiene infraestructuras de sala comercial para proyectar cine, el 88% restante no cuenta con salas de cine. La reforma incluiría en su agenda una política nacional que atienda este problema, de manera que se “territorialice la creación de infraestructura de exhibición.”
En este momento en estados como Aragua, Barinas, Bolívar, Delta Amacuro, Monagas y Falcón no hay posibilidades de ver cine. Por esto las pocas salas existentes en regiones con una importante densidad poblacional es otra de las preocupaciones de aquellos que apoyan la reforma. Para Lossada esta situación se pudiera entender en “estados donde hay una bajísima densidad poblacional, que de todas maneras tienen el derecho de tener salas de cine, pero aquí hay estados que tienen una gran densidad poblacional e igual tiene pocas salas de cine”.
Hollywood vs Venezuela
Entre el año 2005 y el 2014 la totalidad del cine que se ha distribuido ha sido 90,2% extranjero, mientras que el cine venezolano no ha llegado al 10%.
Luego están las cifras de exhibición del año pasado, en donde se presentaron 25 películas venezolanas contra 149 extranjeras. De ese 100% de películas extranjeras que representan el 90% de todo lo que se distribuye en Venezuela desde el año 2006, el 78% es de Hollywood y el 21% de otros países, es decir 1088 títulos de Hollywood contra 304 de otros países.
En términos de distribución, las películas de Hollywood representan el 70% contra el 19% de otros países y el 9% del cine Venezolano.
Los reformistas hacen énfasis en las diferencias porcentuales que grandes empresas distribuidoras de cine en el país exhiben en un contraste entre el cine nacional y el cine de Hollywood.
Blancica abarca un porcentaje de 93,23% de cine extranjero contra 6% de cine nacional, Cines Unidos 87,58% de cine extranjero contra 12,42% de cine nacional, Disney ha incumplido de manera sistemática el Artículo 31 de la Ley, que obliga a cada distribuirá a que el mínimo del 20% de sus exhibiciones sea de cine venezolano y ha optado por pagar la multa. Amazonia films ha exhibido un 48% de películas extranjeras y un 51% de cine venezolano, Gran Cine expuso 78,57% de películas extranjeras contra un 21,42% de cine venezolano.
Los números que se presentaron plantean una especie de ring entre el cine nacional y el cine extranjero, especialmente el Hollywoodense, y es que por donde se le mire este va ganando la pelea, números contra números, cifras contra porcentajes, 510 reproducciones de películas venezolanas contra 4.678 del cine extranjero. Lossada pide que no los “acusen” de quitar espacios y poner en peligro la viabilidad de la exhibición cinematográfica del país.
“En este momento el cine venezolano está ocupando en las pantallas de cine de todo el país 3,5% contra el 97% que ocupa otro cine”, y de nuevo surge el “contra” en un ring de pelea cuya propuesta, informaron fuentes de la Comisión de Cultura a El Estímulo, no se encuentra ni siquiera en la agenda de discusiones para el segundo periodo de sesiones de la Asamblea Nacional del 2015.
