Venezuela

Huérfanos con padres

Creo que fue la periodista Elizabeth Fuentes quien acuñó el término de “padres huérfanos” para referirse a los padres cuyos hijos se iban de Venezuela para buscar en otros países las oportunidades que en nuestro país no existen. Ya los padres huérfanos debemos ser alrededor de un par de millones.

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FOTO: ARCHIVO EL ESTÍMULO | ANDREA HERNÁNDEZ

Pero hay otra clase de huérfanos que no son huérfanos, pero que son entregados como si lo fueran. Me sacudió un artículo de The Washington Post donde reportan que en Venezuela hay padres que deciden entregar a sus hijos a orfanatos o instituciones similares, porque no tienen cómo mantenerlos. Citan el caso de Fundana, que sólo en 2017 recibió 144 niños de padres que no podían pagar sus sustentos.

Eso me hizo recordar una historia familiar de una prima hermana de mi abuela que adoptó a un niño alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Lo trajeron de tres años. Contaba mi tía que cuando le servían la comida, siempre apartaba la mitad. Cuando a través de un intérprete le preguntaban si no quería más, invariablemente respondía “la guardo para la noche, porque tal vez no haya que comer”.

¡Un pequeñín de solo tres años ya conocía técnicas de supervivencia! Por supuesto, había pasado hambre. Aprendió a hablar español rapidísimo. Quienes lo conocieron así de pequeño referían que escuchar hablar alemán lo ponía en extremo nervioso. Creció y se convirtió en hombre. Era inquieto y nervioso. Lo obsesionaba saber por qué los había dejado su madre (uno de sus hermanos carnales también fue adoptado por una familia venezolana). Hizo una investigación que lo llevó al paradero de su madre biológica y la fue a conocer. Todas sus inquietudes se acabaron cuando ella le explicó que había tenido que entregarlos, porque de otro modo hubieran muerto de hambre.

¡Qué decisión tan dura para un padre o una madre! En Alemania hubo una guerra cruenta, larga y dura, porque un desquiciado quería crear un imperio. En Venezuela, por contrario, lo que hay es un régimen corrupto que ha acabado con el aparato productivo y comercial del país, con políticas económicas comunistas, que no hacen más que apuntalar la pobreza. Encima, un irresponsable como Maduro ofrece bonos para las mujeres que se embaracen.

¿Es que no ha pensado que esos bebés van a estar malnutridos, que tal vez mueran por inanición, o sus madres terminarán entregándolos a hogares de huérfanos cuando no son huérfanos? ¿O es una macabra estrategia para perpetuarse en el poder, teniendo a la población entera en modo supervivencia, para poderla controlar? En cualquiera de los dos casos, lo que queda claro es que Maduro tiene que irse. Él y su combo de insensibles, despiadados y corruptos que han engañado y usado a los más pobres de la manera más vil.

Maduro parece un escaparate de lo gordo que está, no demuestra la más mínima solidaridad con sus compatriotas que en los últimos dos años han perdido en promedio 14 kilos de peso, tal vez más. Y ahora sabemos que guarda empanadas como bocadillos en las gavetas, como si la mayoría de la gente pudiera merendar. Ni hablar del chantaje con las bolsas CLAP.

Cada venezolano que muere de hambre es un muerto más para la cuenta del régimen madurista. Cada niño que se separa de sus padres porque no tienen cómo alimentarlo es un niño huérfano a causa del madurismo. Ya bastaba con que hubiera padres huérfanos… no necesitábamos huérfanos con padres…

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