Internacionales

Hunden "buques fantasmas" en el Mediterráneo a propósito

La nueva táctica de los traficantes es poner en peligro la vida de los inmigrantes ordenándoles a que hundan los botes a propósito para que los guardacostas los rescaten.

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Fotografía de AP

Los traficantes de personas en el Mediterráneo parecen adoptar desde hace poco una arriesgadísima táctica en la zona: cargar a centenares de inmigrantes en barcos que luego abandonan a su suerte, cuando se acercan a las costas europeas.

Esta semana los guardacostas han evitado en el último momento dos desastres antes las costas del sur Italia de dos de estos «buques fantasma» que probablemente venían desde Turquía.

Este tráfico genera grandes beneficios para los traficantes, que cobran miles de dólares a cada una de las personas desesperadas que suben, para huir de la pobreza y de la guerra en zonas de África, Oriente Medio y Asia Central.

¿Cual es la nueva táctica de los traficantes?

Empezaron con pequeños barcos de pesca y botes de goma pero con el clima invernal los traficantes utilizan ahora grandes buques. Hasta ahora los traficantes no habían dudado en poner en peligro la vida de los inmigrantes, ordenándoles que hundan los botes a propósito para que los guardacostas los rescaten.

Pero esta semana la táctica cambió cuando la tripulación abandonó deliberadamente dos barcos llenos de inmigrantes, poniendo centenares de vidas en peligro.

¿Por qué abandonan los barcos?

Según David Olsen, de la revista marítima Lloyds List, se trata de una cuestión financiera, porque estos barcos son relativamente baratos -unos 700.000 euros:

«He visto a gente tomando una cerveza y acordando un precio más alto para un barco de lo que les costaría desguazarlos. No vale la pena llevar a India para el desguace los barcos que tienen 40 o 50 años de edad».

Los dos barcos abandonados esta semana tenían más de 40 años.

¿Qué se sabe de los dos barcos abandonados?

El «Blue Sky M», el buque con bandera moldava que fue interceptado el miércoles 31 de diciembre por los guardacostas italianos antes de que encallara, había atracado en el puerto turco de Korfez en octubre antes de partir hacia Rijeka (Croacia).

A bordo había casi 770 inmigrantes pero no había tripulación cuando el barco, con piloto automático, se dirigía hacia las rocas. Un pasajero contó a los guardacostas griegos que 12 tripulantes armados habían abandonado el navío.

El barco llegó muy cerca de la costa, a cinco millas náuticas (un poco más de nueve kilómetros), pero seis oficiales de marina consiguieron entrar desde un helicóptero y retomar el control.

Dos días más tarde, otro «barco fantasma», el «Ezadeen», registrado en Sierra Leona, apareció en el radar.

Tras haber salido de Tartus (Siria) y haber pasado por Famagusta (en la parte de Chipre controlada por Turquía) parece que se dirigía hacia Sète (Francia).

Cuando estaba a unos 40 kilómetros de las costas italianas frente a Crotone (sur de Italia) seis oficiales de marina entraron en él desde un helicóptero y tomaron el mando.

¿Por que los inmigrantes aceptan el riesgo?

Las guerras en Siria, Irak y Afganistán son la principal razón de la inmigración hacia Europa pero también lo es la extrema pobreza en varios países del norte y el centro de África y de Asia central.

Además Libia, un país sumido en el caos, se ha convertido en un paraíso para los traficantes.

En los últimos 14 meses Italia ha rescatado a más de 170.000 personas, una cifra récord, mientras que otros centenares, quizás miles, han probablemente muerto en el mar intentando llegar a Europa.

¿Por qué Grecia está en el punto de mira?

El puerto de Patras, en el oeste de Grecia, por donde transita gran parte del tráfico marítimo hacia Italia, sigue siendo un lugar de paso de los inmigrantes ilegales, que se esconden en los ferry en dirección a Bari y Brindisi.

Se sabe que el «Norman Atlantic», un ferry que se incendió la semana pasada en el Adriático, llevaba varios inmigrantes ilegales a bordo procedentes de Afganistán y Siria.

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