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Huracán Florence obliga a miles a desalojar costa Este de Estados Unidos

Miles de personas se alejaban de la costa Este de Estados Unidos por carreteras convertidas en rutas de evacuación, y 1,7 millones de habitantes de tres estados recibieron la indicación de apartarse del trayecto del huracán Florence, una tormenta escalofriante y muy peligrosa que se dirige a las Carolinas con vientos de 225 kilómetros por hora (140 mph) y lluvias potencialmente desastrosas.

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De acuerdo con los pronósticos, Florence tocará tierra el jueves por la noche o el viernes en la madrugada, después bajará su velocidad de desplazamiento y causará precipitaciones por varios días que alcanzarán entre 30 y 75 centímetros (entre 1 y 2,5 pies) que podrían derivar en inundaciones incluso lejos de la costa y causar estragos ambientales si anega vertederos de desechos industriales y granjas porcinas.

Tanto meteorólogos como políticos solicitaron a la población que tomara con seriedad las advertencias y describieron los peligros sin rodeos.

“Esta tormenta es monstruosa. Es enorme e intensa. Es un huracán histórico, extremadamente peligroso”, dijo el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper. “Las olas y los vientos que esta tormenta podría causar no se parecen a nada que ustedes conozcan. Incluso si ustedes han superado tormentas antes, ésta es distinta. No arriesguen su vida frente a un monstruo”.

El presidente Donald Trump declaró estado de emergencia para Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, lo que permite que reciban asistencia federal. Afirmó que el gobierno federal está “absoluta y totalmente preparado” para Florence.

Pero algunos esperan alguna intervención divina.

“Ya oré y estoy tan listo como se puede estar”, dijo Steven Hendrick mientras llenaba bidones de gasolina cerca de Conway, Carolina del Sur.

Más de 5,4 millones de personas viven en las zonas de la costa este para las que se emitieron avisos de prevención por huracán, de acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología, y otros 4 millones viven en zonas bajo avisos de prevención por tormenta tropical.

Las Carolinas y Virginia ordenaron evacuaciones de gran escala en la zona costera. Pero apartarse de la ruta de daños no es tarea fácil. Debido a su gran anchura, Florence causa una marejada ciclónica que se extiende a 480 kilómetros (300 millas) de su vórtice, y como carga tanta agua podría causar un diluvio en una franja que va de Carolina del Sur a Ohio y Pensilvania. La gente en la región se apresuró a comprar botellas de agua y otros suministros, protegió sus viviendas con planchas de madera o se marchó de sus comunidades. Una hilera apretada de vehículos se alejaba de la costa por la Interestatal 40, la principal ruta entre la ciudad portuaria de Wilmington y Raleigh, que se ubica tierra adentro. Entre ambas ciudades, separadas a unas dos horas en vehículo, el tránsito se desplazaba sin contratiempos en algunos lugares y se atascaba en otros debido a colisiones menores. Un número reducido de vehículos iba en sentido contrario, como camionetas de carga que transportaban madera contrachapada y otros materiales de construcción. Las gasolineras comenzaron a quedarse sin combustible incluso en zonas distantes al oeste, como Raleigh. Algunas tiendas agotaron sus existencias. Para las 11 de la noche, la tormenta se ubicaba a 1.075 kilómetros (670 millas) al sureste de Cape Fear, Carolina del Norte, y avanzaba a 28 km/h (17 mph). Se cataloga como tormenta de categoría 4, pero se prevé que siga alimentándose de las cálidas aguas hasta alcanzar la categoría 5, que implica vientos de 253 km/h (157 mph) o más. El aumento en la marea podría dejar la punta este de Carolina del Norte bajo más de 2,7 metros (9 pies) de agua en algunas zonas, de acuerdo con los pronósticos. Florence es el más peligroso de los tres meteoros que recorren el Atlántico. La tormenta tropical Isaac se ubica al este de las Antillas Menores y se prevé que pase al sur de Puerto Rico, la isla de La Española, y Cuba. Por su parte, el huracán Helene avanza hacia el norte lejos de tierra. ___ PORQUÉ ES TAN PODEROSA Para que se forme una tormenta tan poderosa como la que amenaza la costa este de Estados Unidos, se necesitan un puñado de ingredientes, y el huracán Florence de categoría 4 los tiene todos. Se requieren: -Temperaturas más cálidas de lo normal en el mar para que agreguen fuerza y lluvias a una tormenta. -Un patrón de viento que permita que una tormenta aumente su fuerza y la mantenga. -Mayor nivel del mar para empeorar la marejada ciclónica. -Una tormenta que cubra un área grande, para empapar y azotar a más personas. -Y, por último, una combinación inusual de otros sistemas meteorológicos que probablemente detendrán a Florence cuando toque tierra en las Carolinas, lo que le permitirá que se estacione durante días y arroje enormes cantidades de lluvia.

“Mientras más tiempo se mantenga estacionaria, habrá más viento y más lluvia. Ello significa que podría haber más árboles derribados y apagones”, dijo Ken Graham, director del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés).

“Esta tormenta realmente me asusta”, manifestó. “Es una de esas situaciones en las que se van a registrar lluvias torrenciales, marejadas catastróficas y peligrosas, y fuertes vientos”.

El NHC indicó el martes por la tarde que había elevado su pronóstico de lluvia de 38 a 63 centímetros (15 a 25 pulgadas) y a 88 centímetros (35 pulgadas) en lugares aislados. Sin embargo, una simulación conocida como el modelo europeo, prevé que algunas zonas reciban hasta 1 metro (45 pulgadas) de lluvia.

¿Suena improbable? Pues es el mismo modelo que pronosticó de forma acertada el año pasado que el huracán Harvey, que también se quedó mucho tiempo estacionado en tierra, dejaría caer un metro y medio (60 pulgadas) de agua.

“Se parece un poco a Harvey en el sentido de que se acerca como una poderosa tormenta hacia la costa, pero después se detendrá”, dijo Kerry Emanuel, profesor de meteorología para el MIT y experto en huracanes. “Este no es un buen panorama”.

Florence es una tormenta inusual debido a que se dirige a las Carolinas desde el este. Habitualmente, las tormentas se acercan a Carolina del Norte y del Sur y al Atlántico Medio desde el sur, y aquellas usualmente cambian de dirección y regresan al océano.

Sin embargo, una formación meteorológica conocida como zona de alta presión está estacionada sobre la costa este de Estados Unidos, lo que evita que Florence haga el giro habitual, dijo el experto en huracanes de la Universidad de Miami, Brian McNoldy.

Luego de que Florence toque tierra, ese sistema _que actualmente está sobre Washington y Nueva York_ se moverá hacia el este, pero será reemplazado por otro que se está formando sobre los Grandes Lagos, el cual mantendrá estacionada a Florence, explicó McNoldy.

El trayecto de Florence continúa siendo incierto. Se podría mover un poco al norte hacia Virginia o un poco al sur hacia Carolina del Sur. Pero es una tormenta tan grande que la lluvia seguirá cayendo sobre la región sin importar hacia dónde se dirija. Los expertos temen que, con las montañas de los Apalaches al oeste, podría provocar inundaciones y aludes.

El gran tamaño de Florence _con vientos de fuerza de tormenta tropical que se extienden 270 kilómetros (170 millas) desde su centro en todas direcciones_ significa que su furia llegará mucho antes de que el ojo del huracán toque tierra, dijo Graham.

Parte del comportamiento de Florence, de lo que se ha visto hasta ahora y de lo que los expertos pronostican, muestra la influencia del cambio climático.

La posibilidad de que se mantenga estacionaria se está convirtiendo en algo más regular y es un resultado del cambio climático, dijo Jim Kossin, climatólogo de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) y experto en huracanes.

Las aguas sobre las que Florence se mueve se encuentran 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) más cálidas de lo normal, indicó McNoldy. Incluso la temperatura habitual del mar es lo suficientemente cálida para que se forme una tormenta, pero esto se suma a la fuerza de la tormenta y a las lluvias que provocará. El aire contiene ahora un 10% más agua que puede caer como lluvia.

En cuanto a la marejada ciclónica, que podría ser de hasta 3,6 metros (12 pies) en algunas partes, se presentará sobre el aumento en el nivel del mar causado por el cambio climático. Por ejemplo, las aguas frente a la costa de Wilmington, en Carolina del Norte, han aumentado casi 20 centímetros (7,5 pulgadas) desde 1935, de acuerdo con la NOAA.

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