Medio Ambiente

Indígenas bolivianos marchan para que gobierno decrete desastre en Amazonía

El gobierno se niega a decretar esta medida porque, según su criterio, significaría rendirse ante el problema que ha afectado al departamento de Santa Cruz, al este del país sudamericano. Consideran que están en capacidad de atender, bajo sus propios medios, los incendios que aún afectan al bosque amazónico.

Publicidad

Indígenas de la Amazonía boliviana marchan este 17 de septiembre desde sus comunidades hasta la ciudad de Santa Cruz para que el gobierno decrete a esa región en desastre, por los incendios que consumieron 2,7 millones de hectáreas de bosque y pastizales.

«Estamos pidiendo al gobierno que decrete desastre nacional, porque las que sufren son nuestras comunidades» por el fuego, dijo el líder del sindicato indígena Cidob, Tomás Candia.

Unos 200 nativos partieron el lunes del poblado de San Ignacio de Velasco, en el departamento de Santa Cruz, una de las zonas más castigadas por los incendios que se dispararon desde agosto, y esperan llegar a su destino en 20 a 25 días.

«Estamos como 200 hermanos entre hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños», señaló Candia, quien explicó que la declaratoria de desastre que exigen es para que se multiplique la asistencia local e internacional a comunidades indígenas.

«Se les ha quemado todo y no tienen un grano de arroz para sembrar», agregó.

La declaración de desastre es una demanda de opositores, ambientalistas y hasta la Iglesia católica, pero el poder Ejecutivo respondió que decretar esta medida significaría que el país se ha rendido ante el problema.

El canciller Diego Pary manifestó que la declaratoria de «desastre» se aplica «cuando un país ha perdido toda su institucionalidad, control o capacidad para administrar la emergencia». 

El Ejecutivo considera que, aunque necesita de la ayuda internacional, está en condiciones de atender por sus propios medios los incendios, y recién recibió 200 millones de dólares del Banco Central de Bolivia para atender la emergencia.

Los incendios de bosques y pastizales aún no han sido controlados en Bolivia, mientras las instituciones estatales luchan por aire y tierra para extinguirlos.

Aviones (un SuperTanker Boeing 747 y un ruso Ilyushin) y helicópteros cisternas y unos 5.000 bomberos (entre ellos argentinos y franceses), brigadistas voluntarios, soldados y policías locales toman parte de las acciones.

La secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación de Santa Cruz, Cinthia Asín, dijo este martes que en su departamento se han reportado «2,7 millones de hectáreas» quemadas.

Los ambientalistas culpan a las leyes promulgadas bajo el gobierno del izquierdista Evo Morales de incentivar la quema de bosques y pastizales para ampliar la frontera agrícola. Sin embargo, el oficialismo atribuyó el fenómeno al clima seco, a los vientos y a motivaciones deliberadas de lugareños.

Publicidad
Publicidad