La jornada de primarias en los estados California, Montana, Nueva Jersey, Nuevo México, Dakota del Norte y Dakota del Sur son decisivas para definir al nominado del bando demócrata, con miras a las elecciones presidenciales de noviembre. Restará solo definir el distrito de Columbia, pero los resultados de hoy dará un panorama definitivo para el partido al que pertenece el presidente Barack Obama.
Ayer la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, logró 2.384 delegados, contando a los superdelegados, dos más que los 2382 votos necesarios para asegurar su nominación presidencial en la convención de julio en Filadelfia, la ciudad del amor fraternal.
Clinton tiene asegurados 1.812 delegados que están comprometidos a votar por ella y 572 de los llamados superdelegados, que son figuras relevantes del partido demócrata, como el presidente y expresidentes, senadores, diputados, gobernadores, alcaldes, diputados y estrategas.
Previo a esta jornada, Clinton alcanzó rotundas victorias en las Islas Vírgenes en la que logró obtener los 12 delegados en disputa; y en Puerto Rico, donde aún se contaban los votos, garantizó un mínimo de 38 representantes de los 60 que van a la convención.
La única oportunidad que tiene ahora su rival en la primaria demócrata, el senador por Vermont, Bernie Sanders, es que la ex secretaria no pueda alcanzar el número de delegados comprometidos e intentar recabar el apoyo de los superdelegados, que no están comprometidos en su decisión con la candidata, algo prácticamente imposible pues el clan Clinton tiene 30 años inmerso en la política estadounidense, haciendo favores por los que hoy piden retribución.
Además la pareja cuentan con el prestigio de pertenecer a lo largo de su historia al partido demócrata, ante un “advenedizo” como Sanders que llegó a la bancada en este ciclo electoral tras años de ser independiente o no afiliado. Para lograr su cometido Sanders debería obtener prácticamente todos los delegados en disputa, -delegados y superdelegados- para lograr superar la cifra de 2382 o alcanzar una diferencia de menos de 100 representantes con la aspirante para tratar de convencer a otros superdelegados, algo aún más improbable, por no decir imposible que suceda.
Aún se deben definir 714 delegados y 137 superdelegados, de estos 694 y 112 respectivamente serán elegidos hoy, y el restante el venidero 14 de junio.
Sin embargo, si la también ex senadora por Nueva York logra conseguir 575 delegados aseguraría la nominación sin necesidad de superdelegados y acallaría el argumento de Sanders y sus seguidores, pero esto implicaría que debe ganar 83% de los mismos a repartirse hoy. Un resultado lejano ante el avance de Sanders, el autodenominado socialista, que si bien tiene escasas, por no decir ninguna, posibilidad de lograr la nominación, cuenta con gran respaldo de los jóvenes y el movimiento de personas que apoya su revolución.
En la jornada de hoy hay 806 delegados en juego y el gran premio de la noche es California, el estado del oeste del país otorga 475 delegados y 71 superdelegados.
Ambos contendientes sostuvieron varios mitines, conscientes de la importancia de lograr el voto en el llamado “Estado Dorado” que otorgará 546 representantes que irán a Filadelfia.
En la última semana, Sanders, recortó casi 10 puntos porcentuales a Clinton que aglutina 47,7% del apoyo de la opinión pública de California, frente a 43 % del respaldo que recibe el legislador.
Clinton ya solo esperará el resultado de Nueva Jersey, el segundo estado más importante en disputa respecto a cantidad de delegados y superdelegados con 126 y 16 de estos respectivamente, y que por estar en la costa Este del país tendrá resultados a las 8 pm mucho más temprano que los de California y las otras entidades del centro oeste de la unión americana.
A la espera
Del otro lado el virtual nominado por el partido republicano, el magnate de los bienes raíces Donald Trump, ya alcanzó la cifra requerida y sólo falta que se formalice su candidatura durante la convención que se realizará el próximo de julio en Cleveland.
Y aunque el magnate ya logró los diputados necesarios para su nominación, aun no termina de convencer al «establishment» del Grand Old Party por sus comentarios ofensivos que siguen surgiendo contra grupos minoritarios, como musulmanes, latinos y mujeres.
En California se disputan 172 delegados republicanos, pero el estado con 40% de la población latina seguramente le pasara factura al candidato, en especial porque los hispanos que predominan son los mexicanos, ciudadanos del país al que el magnate neoyorquino ha dicho le hará construir un muro y deberá pagarlo para impedir que sigan entrando ilegales y traficantes.
Trump, aspira ganar en noviembre en California, un estado en el que los republicanos no triunfan desde 1988 cuando George Bush padre lo logró. De misma forma el empresario también busca obtener estados que le resultan esquivos al partido del elefante como Oregon y Nueva York.
Ahora la tarea de Trump es lograr unificar el partido, si bien dio un gran paso con conseguir el apoyo del presidente de la Cámara de Diputados, Paul Ryan, aún no ha logrado alcanzar el respaldo del senador por Arizona y ex candidato por el partido republicano John McCain quien podría perder su escaño por las propuestas xenófobas del magnate.
Por otra parte los comentarios de Trump han causado violencia y batallas campales sobre todo de los factores más reaccionarios, que rechazan a Trump y han atacado con puños, botellas y huevos a los partidarios del candidato en California y Nuevo México. Ese rechazo seguramente se traducirá en poca participación en estos estados con gran cantidad de latinos. En el caso de Nuevo México sus insultos a su correligionaria la gobernadora Susana Martínez, también causa rechazo no sólo en la minoría latina, sino en las mujeres que se ven una vez más agraviadas por los comentarios del
aspirante.