Una niña de tres años de edad y su padre, ambos de Venezuela, sufrieron graves quemaduras este jueves después de que un incendio destruyera la casa de la familia en la que vivían junto a otros once venezolanos en el estado brasileño de Roraima, hecho que está siendo investigado por la policía local.
Los familiares de los heridos sostienen que el incendio fue fruto de una acción criminal, aunque las autoridades brasileñas no confirmaron las alegaciones, de acuerdo con medios locales.
La Policía Civil realizó una investigación este jueves en la vivienda para determinar las posibles causas del suceso, ya que algunos testigos aseguraron a medios locales que fue lanzado un coctel molotov.
El fuego comenzó en la madrugada y destruyó el cuarto de la niña, quien resultó herida de gravedad con quemaduras en la cara, orejas y otras partes de su cuerpo y sigue ingresada en el Hospital da Criança en Boa Vista, capital del estado de Roraima, fronterizo con Venezuela.
«No vimos quien lo hizo, despertamos con sus gritos (de la niña y sus padres) en la habitación y el fuego expandiéndose. Fue terrible. Hasta ahora sigo muy impactada», declaró la tía de la niña herida, Yakelys Vasques, de 28 años de edad, en declaraciones recogidas por el portal de noticias G1.
El pasado lunes, otro caso similar ocurrió en ese mismo barrio, cuando las cámaras de seguridad registraron a un hombre al tirar gasolina e incendiar el balcón de una casa donde viven 31 inmigrantes venezolanos.
El ministro de Defensa de Brasil, Raul Jugmann, dijo estar «impactado» con la situación de los venezolanos y aseguró que evalúa una ampliación de la actuación del Ejército en la frontera y defendió un censo.
«Estamos aquí para eso, para ampliar nuestra actuación en la frontera, en la distribución de los venezolanos, hacer un censo para saber cuántos hay aquí», afirmó Jungmann, durante su visita a ese estado.
El permiso no es renovable; por ello, si no consiguen la manera legal de seguir en ese país, pueden ser reportados
El autobús transportaba a 38 escolares cuyas edades iban desde el jardín de infancia hasta adolescentes. Algunos de los niños que sobrevivieron tenían graves quemaduras en la cara, boca y ojos, indicaron los médicos a la prensa local
El equipo azteca se reforzó con seis nativos, en distintas posiciones, para romper una sequía de 10 años sin título
