Nunca antes en 50 años los millones de votantes de la cuarta economía de Latinoamérica habían ido a las urnas sin la amenaza de los grupos rebeldes.
En una jornada que se extenderá hasta las 16 horas locales (21H00 GMT), los electores deciden en calma el parlamento con el que gobernará el futuro sucesor del presidente Juan Manuel Santos.
Al mismo tiempo está en juego el apoyo a la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), el partido surgido del desarme de los rebeldes comunistas.
Aunque ya tiene garantizada una representación en el próximo Congreso bicameral (10 de 280 escaños), este movimiento debió abandonar la carrera por la presidencia a raíz de la delicada enfermedad coronaria de su líder y candidato, Timochenko.
«Es la primera vez que en mi vida voto y lo hago por la paz», señaló Pablo Catatumbo, futuro senador de la FARC y quien se incorporó a la lucha rebelde en 1975.
Los comicios, que también se desarrollan en medio de la tregua unilateral del Ejército de Liberación Nacional (ELN), marcan el inicio de la contienda para definir el próximo presidente el 27 de mayo.
Y aunque son unas elecciones cargadas de simbolismo para los 7.000 exguerrilleros que se desarmaron el año pasado y que hora votan, las fuerzas de la derecha, en cabeza del expresidente y senador Álvaro Uribe, podrían ser las protagonistas.