«De lo que hablamos es del trabajo para establecer este grupo internacional de contacto sobre el que estamos hablando en la región, en Latinoamérica, y más allá, con buen nivel de interés de algunos actores clave que pueden estar dispuestos a unirse a este grupo de contacto», afirmó la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini.
La funcionaria explicó en una rueda de prensa al término de un Consejo de ministros de Exteriores de la UE que éstos «expresaron su deseo que de este trabajo continúe» para configurar dicho grupo «lo antes posible».
«No para empezar una mediación, porque por el momento no vemos las condiciones políticas para ello, sino para ayudar a crear las condiciones para iniciar un proceso político que, en este momento, no existe», afirmó.
Mogherini abogó por que ese diálogo sea «significativo» y tenga «legitimidad y credibilidad», ya que actualmente «la ausencia de una vía política puede crear una situación peligrosa».
Asimismo, aseguró que la UE no ha cambiado su política, «que ya está establecida», sobre Venezuela, en particular «la firme petición y las firmes expectativas que tenemos en términos de democracia y respeto de la Constitución del país, los derechos humanos y, especialmente, los derechos de la oposición política».
«Y no hemos cambiado nuestra política de presión en términos de las sanciones que hemos impuesto a algunos de los responsables de la violencia en el país», apuntó sobre unas medidas restrictivas contra 18 altos cargos venezolanos que «no están en discusión».
Según la jefa de la diplomacia comunitaria, «la presión económica que no afecta a la población siempre tiene que ir de la mano de un diálogo e implicación política».
Con respecto a la investidura de Maduro, prevista para el próximo 10 de enero y tras unas elecciones que la UE no consideró «justas ni libres», Mogherini afirmó que «hemos acordado una línea común los Estados miembros» y se mostró «convencida» de que será «equilibrada», pero también una «señal muy clara» hacia las autoridades del país.
Aclaró que la UE «normalmente se relaciona con países» más que con «gobiernos» y que la gran cantidad de ciudadanos europeos que vive en Venezuela «se tiene que seguir beneficiando de apoyo consular» europeo.
«Pero sobre la investidura, nuestra posición será expresada muy claramente y de forma común», zanjó.
Los estados miembros son proclives a no enviar ningún representante a la investidura si ésta se celebra en la Asamblea Constituyente. Pero si se produce en otro lugar, la representación será de un cargo inferior a embajador, indicaron fuentes diplomáticas europeas.
Por su parte, el ministro español de Exteriores y Cooperación, Josep Borrell, indicó que «la idea del grupo de contacto sigue avanzando» y que hay «acuerdo para constituirlo» una vez superadas «reticencias» iniciales.
Confirmó que estará compuesto de «países latinoamericanos y varios europeos».
Sobre la próxima investidura de Maduro, afirmó que supondrá el inicio de «otro estadio de nuestras relaciones con Venezuela».
Sobre las sanciones, impuestas por la UE hace poco más de un año, reconoció «no han hecho cambiar al régimen» pero que eso «no quiere decir que las vayamos a levantar» y que los europeos continuarán en «búsqueda de la solución negociada que todo el mundo anhela».
Con información de EFE