La «Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela», convocada por el Grupo de Lima, contará con una delegación de alto nivel enviada por Trump, pero los grandes ausentes serán los que apoyan a Nicolás Maduro, como Cuba, Rusia, China y Turquía, que declinaron la invitación.
Trump envió a Lima a su secretario de Comercio, Wilbur Ross, y a su consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, quien afirmó la víspera que es tiempo de avanzar hacia una «transición del poder de Maduro a Juan Guaidó», el presidente del Parlamento opositor reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países hasta tanto haya elecciones libres.
«Esta reunión va a ser muy emblemática para reafirmar el apoyo de la comunidad internacional hacia la presidencia interina de Juan Guaidó», declaró el encargado de América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional de Trump, Mauricio Claver-Carone, que integra la delegación estadounidense.
«También vamos a hablar sobre lo que vamos a hacer el día uno, el primer día» después de que Maduro deje el poder, agregó.
Bolton dijo que Estados Unidos tiene la «intención de que la transferencia (del poder en Venezuela) sea pacífica», pero reiteró que todas las opciones están sobre la mesa.
Trump congeló el lunes todos los activos del gobierno venezolano en Estados Unidos, que ahora «están bloqueados y no pueden ser transferidos, pagados, exportados, retirados o manejados».
Hacía tres décadas que Washington aplicaba una medida de este tipo a un país americano, semejante a las sanciones impuestas a Corea del Norte, Irán y Siria.
Anteriormente las impuso a la Cuba de Fidel Castro en 1962, a Nicaragua en el primer gobierno de Daniel Ortega en 1985 y a Panamá en 1988, en tiempos del general Manuel Antonio Noriega. Solo las medidas contra La Habana siguen vigentes.
– Dos partes –
El cónclave se realizará en un hotel de Lima y asistirán, entre otros, delegados del Vaticano, Francia, España, Alemania, Reino Unido, Australia, Corea del Sur, Japón, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica y 18 países latinoamericanos.
Confirmaron su asistencia 59 países y tres organismos internacionales: la Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina (conocido antes como Corporación Andina de Fomento, CAF).
El Grupo de Lima había convocado a un centenar de países, lo que implica que 40 desestimaron acudir, entre ellos Cuba, China, Rusia y Turquía, que habían sido especialmente invitados por la posibilidad de que tendieran puentes con Maduro, aunque Claver-Carone afirmó que «francamente no vemos la importancia de su participación».
Si bien la conferencia fue citada «a nivel de cancilleres», solo participarán una decena de ministros de Relaciones Exteriores, según una fuente diplomática peruana. Entre los confirmados figuran Ernesto Araújo de Brasil, Carlos Holmes Trujillo de Colombia y Antonio Rivas de Paraguay. Algunos medios dijeron que asistirá Jorge Faurie de Argentina.
De Chile acudirá la vicecanciller Carolina Valdivia y se presume que los delegados de muchos países serán funcionarios de menor rango o sus embajadores en Lima.
La conferencia tendrá dos partes: en la primera participarán los 55 países que reconocen a Guaidó, y luego «se amplía al resto», según la fuente diplomática peruana. Entre los asistentes que reconocen a Maduro figuran México y Uruguay.
Será el primer encuentro de todos los países que reconocen a Guaidó y a él asistirá su representante ante el Grupo de Lima, Julio Borges, quien también se reunirá con Bolton.
A la reunión ampliada no fueron invitados delegados de Guaidó ni Maduro.
La conferencia terminará sin declaración final, con una rueda de prensa del canciller peruano. Tampoco se aprobarán decisiones vinculantes.
Durante la gestión de Maduro iniciada en 2013, Venezuela se hundió en la peor debacle de su historia moderna, llevando a unas cuatro millones de personas a emigrar en los últimos años, según la ONU.
El Grupo de Lima, creado en 2017 para definir una postura común frente la crisis venezolana, lo integran una docena de países latinoamericanos y Canadá. El bloque acordó convocar a este cónclave en una reunión en Chile en abril.