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Italia decreta estado de emergencia en Venecia

La ciudad de los canales se inundó en la noche entre el 12 y 13 de noviembre por un aumento de la marea de 187 centímetros, el nivel más alto desde 1966

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Estado de emergencia en Venecia. Foto: Filippo Monteforte / AFP
Filippo Monteforte / AFP |EFE

El Gobierno de Italia decretó este jueves el estado de emergencia en Venecia, tras las graves inundaciones de los últimos días, y aprobó una inversión de veinte millones de euros como primera ayuda a los damnificados por el agua.

El Consejo de Ministros acordó la primera fase de indemnizaciones con las que enfrentar las situaciones más urgentes, para lo que se desembolsarán 20 millones de euros.

«Hemos decidido el estado de emergencia en Venecia e invertido 20 millones en un primer fondo para las intervenciones más urgentes en apoyo de la ciudad y de la población», anunció el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.

Asimismo avanzó que ya se está trabajando en un plan que estipule las indemnizaciones y para refinanciar la ley especial de 1973 que se encarga de proteger Venecia y sus aledaños.

Por la mañana Conte concretó que se ofrecerán 5.000 euros a cada residente damnificado y hasta 20.000 euros a los dueños de tiendas.

La ciudad de los canales, Patrimonio de la Humanidad, se inundó en la noche entre el 12 y 13 de noviembre por un aumento de la marea de 187 centímetros, el nivel más alto desde que en 1966 se alcanzaran los 194 centímetros, y se registró una víctima mortal.

Venecia trata de recuperarse

Al día siguiente, las autoridades hacen balance de la situación y la ciudad trata de retomar la normalidad, a pesar de que la marea sigue mojando el centro histórico, pero a niveles mucho más bajos.

La atención se centra en los daños que haya podido sufrir la basílica de San Marcos, cuya cripta quedó completamente anegada, empapando los sarcófagos de los patriarcas y los mármoles y mosaicos que la decoran.

Pero también se trata de establecer si las infiltraciones de agua salada y sucia han afectado a los propios edificios venecianos, para lo que los técnicos del ministerio, policía, bomberos y Protección Civil ya están manos a la obra desde esta misma mañana de jueves.

Mientras, los museos han informado de que sus colecciones están intactas, aunque algunos permanecerán cerrados hasta que limpien sus instalaciones y arreglen desperfectos.

Los nubarrones persisten sobre Venecia

El Departamento de Protección Civil ha establecido la «alerta roja» en toda la región del Véneto por la llegada de un frente atlántico que afectará a todo el norte.

La borrasca, que dejará nieve a cuotas bajas, lluvias y viento, «podrían determinar situaciones hidrológicas críticas», advierte.

El centro meteorológico del ayuntamiento avisó de que durante 15 de diciembre se esperan nuevos picos de «agua alta» que podrían alcanzar un aumento del nivel del mar de 145 centímetros a partir de las 11.20 locales.

Esto supone que se inundará de nuevo en torno al 65 % del casco urbano veneciano.

Por ello el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, extendió el cierre de las escuelas también a mañana, tanto en la ciudad como en sus islas.

La polémica sobre la conservación de Venecia

Mientras el Gobierno, encabezado por el ultraizquierdista Movimiento Cinco Estrellas, trata de dar respuesta a los venecianos y la ciudad intenta ponerse de nuevo en pie, la pregunta que todo el mundo se hace en Italia es si la catástrofe se pudo evitar.

En el centro de la diana está el proyecto MOSE: tres diques que aislarían Venecia del mar Adriático en caso de mareas superiores a los 110 centímetros y que siguen inacabados, a pesar de que la obra empezó en 2003, pero se ha visto afectada por continuos retrasos y salpicada por casos de corrupción.

Las esclusas ya han sido construidas, en las salidas de Chioggia, Lido y Malamocco, pero aún faltan algunas partes del sistema técnico y se encuentra en fase experimental. Se estima que las barreras estarán listas para el año 2021.

El líder del Cinco Estrellas, ministro de Exteriores y hombre fuerte del Ejecutivo, Luigi Di Maio, ha criticado la gestión de esta obra faraónica que ya ha costado unos 5.500 millones de euros, pero ha apostado por completarla «inmediatamente».

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