Internacionales

Japón se arrepiente de sus actos en la II Guerra Mundial

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Foto: AP Shizuo Kambayashi

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, anunció hoy que Japón volverá a «expresar arrepentimiento» por sus actos en la II Guerra Mundial, a través de una declaración que se publicará con motivo del 50 aniversario del fin del conflicto.«Me gustaría escribir del arrepentimiento de Japón sobre la guerra, la historia de la posguerra como una nación pacifista y su contribución en la región Asia-Pacífico y el mundo», dijo Abe en relación al texto que se publicará el próximo agosto coincidiendo con el aniversario.

Las palabras del primer ministro nipón, conocido por su ferviente nacionalismo, llegan tras intensas especulaciones en torno a si el actual Gobierno iba a cambiar la postura expresada en relación al conflicto en previas declaraciones a lo largo de la historia.

Con motivo del 50 aniversario del fin de la guerra, el primer ministro Tomiichi Murayama dijo el 15 de agosto de 1995 que Japón causó «un daño y sufrimiento tremendo» a los pueblos de Asia y otros países a través de su dominio colonial y agresiones, y expresó «un profundo remordimiento» y «sincera disculpa».

Al ser preguntado, Abe aseguró hoy en una rueda de prensa que su Gobierno «heredará declaraciones emitidas por administraciones pasadas», lo que zanja la polémica en torno a la posibilidad de que el primer ministro cambiara el tono con el fin de emprender una revisión del papel de Japón en el conflicto.

Los analistas consideran que el documento que el Gobierno nipón publicará el próximo agosto será analizado con detalle por países como China y Corea del Sur, y será clave en la evolución de sus complicadas relaciones diplomáticas, marcadas por los reproches históricos.

El gabinete de Abe aprobó el pasado julio una polémica reinterpretación de la Constitución pacifista nipona redactada por Estados Unidos tras la derrota de Japón en la II Guerra Mundial que podría otorgar a su ejército un papel más activo a nivel internacional.

La medida, muy criticada por Seúl y Pekín, busca que Japón pueda llevar a cabo el derecho a la defensa colectiva, lo que le permitiría participar en conflictos bélicos para apoyar a sus aliados si estos son atacados.

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