Espectáculos

Jessica Jones: heroína para adultos

Marvel lo está haciendo bien. Escarbar en sus archivos buscando personajes para llevar a la pantalla es una apuesta exigente: el gran público puede desconocer esas historias. Pero la grandeza está justamente en poder enganchar a una audiencia nueva mientras se complace a la mínima pero sólida base de fanáticos, como la de Jessica Jones. Wikipedia aumenta sus visitas.

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A través de Netflix, Marvel ha demostrado que los superhéroes no tienen que ser brillantes encapotados que cumplan delirios infantiles de poder. Mientras el cine se ha convertido en el ambiente ideal para explorar los personajes más coloridos, masivos; la televisión -por demanda, además- se configura como el lugar para la sangre, literalmente. Y lo mejor es que Marvel nos convence que todo ocurre en un mismo mundo, que allí donde Jessica Jones se convierte en investigadora privada para pagar sus cuentas y su licor, Hulk anda destrozando muros a plena luz del día combatiendo extraterrestres; que mientras Thor vuela como un dios extraterrestre, el ciego pero heroico Matt Murdock puede estar a algunas cuadras de distancia apenas de la mujer interpretada por Krysten Ritter en la nueva serie de Netfix, Jessica Jones

DC aún trata de construir su propio imaginario audiovisual conjunto, haciendo magia para no mostrar a Superman o Batman en la pantalla chica -y no contradecir sus historias cinematográficas-, aún presentando sus superhéroes como buenos contra malos (con excepciones en Arrow). En Marvel los antihéroes llevan la batuta. Si Iron Man desafía la idealización del salvador poderoso, Jessica Jones destierra incluso la noción de héroe. Ella no quiere serlo. «No lo oculto, tampoco hago espectáculo», dice el personaje cuando le preguntan por su fuerza sobrehumana, que no le evitan sangrar, y mucho.

Jessica Jones -un personaje menor entre la galería de Marvel- bebe, es agresiva, malportada, triste, de verbo suelto y poco carismático y además toma malas decisiones. Supergirl es una niña buena, Jessica Jones es una mujer con traumas, deudas pendientes, ganas de que las cosas salgan bien y un impulso por ayudar a otros, aún cuando le pese, y sin usar uniforme. Una profundidad envidiable. Todo ello, en una serie que aprovecha al máximo el tono emocional de Nueva York de manera magistral, con sus luces y sombras, con su capitalismo de rascacielos y sus calles de lucha cotidiana -incluso mucho más que Daredevil, que ya es decir bastante. Cine negro, film noir, en la pantalla chica, con todo y licor, cigarrillos, drogas y sexo (aunque no hay desnudez explícita, curiosamente).

Además, la serie producida por Melissa Rosenberg (Dexter, Crepúsculo) presenta una galería de personajes de primer nivel, comenzando por Kilgrave (David Tennant) convertido en uno de los villanos mejor retratados del Universo Cinematográfico Marvel, hasta ahora, gracias a la tremenda interpretación del ex Dr. Who. Luke Cage (Mike Colter) se gana el puesto y hasta su propia serie, y la frialdad de Carrie-Anne Moss le da brillo a su personaje en la ficción que va creciendo desde su lento pero seguro crepitar desde el primer episodio.

Jessica Jones lo logra. Netflix lo hace posible y marca una frontera con el mainstream de Agents of S.H.I.E.L.D. o Agent Carter que sí se ven en la TV por cable venezolana. Vaya a su proveedor de Torrents de confianza, y no la vea con chamitos.

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