Cultura

VIDEOS | Las "Joyas del Cine Musical Norteamericano" que se presentarán en abril

Margot Benacerraf , veterana directora, guionista y productora del cine venezolano se dio a la tarea, junto a su Fundación, de seleccionar  los títulos presentados en este "Ciclo de Joyas" con la idea de representar la evolución del género musical en la pantalla.

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El cine musical no es conocido por ser el género predilecto de la multitud, hay quienes prefieren la  estetización de la violencia en las películas de Tarantino, o la ciencia ficción de las historias bélicas y futuristas de Kubrick; sin embargo, no hay otro género cinematográfico, ni siquiera el western, que sea tan estadounidense como el musical. El espectáculo, las coreografías, la teatralidad y las pegajosas melodías se impusieron en «los felices años veinte» para bautizar un género que dejó innumerables escenas archivadas para la historia, y unas cuantas canciones que todavía es inevitable tararear.
Para rememorar un poco el pasado y recuperar esas canciones perdidas con los años,el Centro Cultural Chacao ha preparado durante tres meses una serie de proyecciones que bautizaron como «Joyas del Cine Musical Norteamericano».
Aunque para el maestro del suspense, Alfred Hitchcock, una buena película puede prescindir del sonido, y para Chaplin la esencia del cine se hallaba en el “silencio” (cine mudo), fue inevitable que este par de elementos se abrieran paso en el mundo cinematográfico. Muestra de esto es la legendaria The Jazz Singuer (1927) «El Cantante de Jazz», la primera película hablada y musical, realizada por Warner. Esta impuso el cine sonoro en la industria con canciones de autores tan famosos en aquel tiempo como Irving Berling y Jimmy Monaco. Además,  el cine musical fue la perfecta excusa para que talentos como Gene KellyFred AstaireJudy Garland o Julie Andrews comenzaran su camino al estrellato.  
A «The Jazz Singer» le siguieron muchos otros filmes del mismo tono, como La melodía de Broadway (The Broadway Melody, 1929), de Harry Beaumont, ¡Música maestro! (On With the Show, 1929), de Alan Crosland; y El desfile del amor (The Love Parade, 1929), de Ernst Lubitsch. Progresivamente sofisticado, cada vez más eficaz en su puesta en escena, el musical cinematográfico dio lugar a obras tan notables como Rose Marie (1935), de W. S. Van Dyke,
Pero a partir de la década de los 70 el público comenzaría a demandar otro tipo de películas y la moda del musical, salvo en contadas excepciones, se desvanecería como toda novedad que sigue el hilo del tiempo. Desde películas como Cabaret (1972), Grease (1978) y Chicago (2002), hasta filmes más recientes como Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street (2007), protagonizada por Johnny Deep, o Hugh Jackman cantando sin descanso en  Les Miserables (2012), la vida en la pantalla de los musicales se ha ido dilatando con los años. Su reaparición es intermitente, y las películas pioneras siempre serán referencia para este género congelado en el tiempo.
Margot Benacerraf , veterana directora, guionista y productora del cine venezolano, se dio a la tarea de seleccionar  los títulos presentados en este «Ciclo de Joyas» que cuenta con el apoyo de la Embajada de Estados Unidos. Su fundación tiene una videoteca, ubicada en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela (UCV), que protege innumerables películas y clásicos del cine. Es por esto que la institución donó este «Ciclo de Joyas» que hoy cobra vida en Caracas.
El ciclo se dividió en bloques de cuatro películas por mes. La videoteca tiene una gran colección de comedias musicales, por lo que la selección fue cuesta arriba para Margot y sus colaboradores. “Todas las películas eran emblemáticas, por eso hicimos una selección por décadas: desde 1927, que es cuando sale la primera película musical” comenta la cineasta. La dinámica continúa progresivamente década por década, presentando lo más representativo de la época.
Benacerraf ha destacado que la Embajada Americana colaboró con el enriquecimiento de la videoteca y los títulos que hoy en día ostenta. Además, esta donó recientemente nuevos equipos de proyección al Centro Cultural, por lo que el proyecto surge de una serie de circunstancias y coincidencias que se juntaron en el lugar y el momento correctos.
La idea es representar la evolución del género en la pantalla, aunque muchos títulos tuvieron que dejarse por fuera. Para Benacerraf, todas estas películas tienen un valor especial y al preguntarle si escogería alguna como su favorita afirma que no sería capaz.
Este es el ciclo de proyecciones para el mes de abril:
Miércoles 13:  “Cantando bajo la lluvia” dirigida por Stanley Donen y Gene Kelly. Don Lockwood es una estrella del cine mudo. Junto a Lina Lamon, son la pareja de moda de los estudios. Tras uno de los estrenos, Don conoce a Kathy Selden, una actriz de teatro aún desconocida, que primero menosprecia el arte del cine. Don y Kathy se enamoran. Paralelamente, el cine sonoro llega arrasando, el público quiere más y hay que reconvertir la última película de Lockwood y Lamont en musical, pero hay un problema: Lina Lamont tiene una voz estridente completamente inservible para el cine.

Miércoles 20:“West Side Story” es un musical dirigido por Ribert Wise, quien se adentra en el clásico de Romeo y Julieta de Shakespeare.

Martes 26: Otra de las joyas de Ribert Wise, este musical es mejor conocido como “La novicia rebelde”, basado en una historia real sobre una familia de artistas perseguidos por el nazismo que encuentran el amor y la redención en la música. Entrada libre.

Miércoles 27: «Jesús Cristo Súper Estrella» dirigido por Norman Jewison cuenta la pasión de Cristo de una manera bastante polémica. Ópera rock con música de Andrew Lloyd Webber y letras de Tim Rice, que primero surgió como álbum conceptual en 1970 y un año después dio el salto a los escenarios de Broadway. Adaptación libre de los Evangelios, el argumento se centra en los últimos siete días de la vida de Jesús de Nazaret.

La invitación es hasta 31 de mayo a las 6:00 de la tarde, en la Sala Experimental del CCCH-Centro Cultural Chacao, Av. Tamanaco, El Rosal. La entrada es libre.
“La música es mejor que las palabras, rompes el hechizo cuando empiezas a hablar, eso en mi opinión está mal, ¡así que olvídate de las palabras y cántame una canción! Dolores Gray en el musical Siempre hace buen tiempo (Gene Kelly y Staley Donnen, 1955).]]>

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