Espectáculos

Karina: “Mis presentaciones son un viaje hacia una época dorada”

La cantante, quien acaba de emprender una gira por Venezuela que tuvo que suspender en 2020 por la pandemia, sostiene que los años 80 marcaron pauta en el ámbito de la música en español

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El año pasado Karina tenía previsto hacer una gira por Venezuela, la cual se iniciaría el 20 de marzo en Caracas y luego la llevaría a Valencia, Maracay, Maracaibo, Barquisimeto y Punto Fijo. Pero, por causa de la pandemia del coronavirus, tuvo que ser reprogramada “hasta nuevo aviso”, según nos reveló entonces en una entrevista con motivo de aquel cancelado tour. Finalmente la gira se retomó, 19 meses después, reiniciándolo el jueves 28 de octubre en Valencia, para luego proseguir hacia Puerto La Cruz (29) y Tucacas (30).

La gira (“De aquí soy”) continuará en noviembre por Barquisimeto (12) y Maracaibo (13), con un paréntesis internacional que la llevará a presentarse en Ecuador (26 y 27) y después regresar y seguir en diciembre en Maracay (2) y Punto Fijo (3), para culminar el día 4 del último mes de año en Caracas.

“Con muchísima ilusión y esfuerzo hemos logrado cubrir el total de las ciudades que estaban previstas pre-pandemia, e incluso añadido un par más”, escribió la cantante en su cuenta de Instagram.

-Esta es una deuda que tengo con Venezuela desde hace 19 meses. Cantaré mi repertorio clásico, pero más largo. Eso sí, tendrá arreglos nuevos y también incluiré canciones nuevas. Es un buen momento para mí. Me hace mucha ilusión volver a cantar aquí.

Reconectada con Venezuela

Aunque hace 20 años se fue a vivir a Miami, Karina nunca ha estado desvinculada de Venezuela, pues en estas dos décadas nuestro país no ha dejado de estar en su itinerario profesional, tanto en giras artísticas, como en presentaciones televisivas y espectáculos teatrales.

“Los primeros años fue cuando más falté, ya que me casé (con el músico y productor Marcelo Acevedo) y tuve mis dos hijos (Yasha y Xander), pero luego me volví a conectar. Inclusive, hubo mucha gente que no sabía que ya no vivía aquí, por lo frecuente de esa conexión”, dijo en aquella conversación que sostuvimos hace más de un año. Ahora habla con regocijo al ver cumplido su anhelado regreso.

Aunque se fue a vivir a Miami hace 20 años, nunca ha estado desvinculada de Venezuela

-Estoy feliz de estar de nuevo en mi país -expresa una emocionada Karina-, saber que el cariño sigue intacto, que todos, aunque por su mamá, un hermano o un familiar, me escuchan y hacen suyos sus temas. No hay reality en Latinoamérica que dejen pasar una canción de mis éxitos, eso me llena de satisfacción. Definir mi carrera a través del tiempo, es saborear un poco de la eternidad.

Indiscutible ícono ochentoso

Nada mal le ha ido a esta artista, que en 1985 debutó profesionalmente, gracias a la popularidad alcanzada con el tema Zapatos de tacón alto, incluido en el álbum de El taller del orfebre, musical creado en 1956 por Karol Wojtyla (que posteriormente sería conocido como el Papa Juan Pablo II). La canción se erigió en su pasaporte al estrellato, nacional e internacionalmente, y animó a su disquera a grabarle casi de inmediato el álbum Amor a millón, producido por Rudy La Scala, que arriba a su aniversario número 36 y considerado el más vendido en la historia de la discografía nacional. De allí surgieron temas fundamentales de su repertorio como Sé cómo duele, Te adoro, Y si me dice, Sálvame, A quién y Amor a millón, que por supuesto nunca faltan en sus frecuentes presentaciones dentro y fuera de Venezuela.

-Todo lo que hicimos en los 80, hoy por hoy tiene un significado muy importante en el ámbito de la música en español -dice-, uno lleva eso como muy intrínseco a través de la música y de la vida de mucha gente. Ya somos de otra generación. Han pasado más de 30 años y es como una vuelta completa al sol cuando uno se conecta con estos códigos de hoy en día, como el reggaetón, tan distintos a los de Yordano, Frank Quintero y otros exponentes de aquellos años que definen una vida propia.

-Estamos en la época del recordar, de la añoranza. Somos los iconos, la gente que marcó la pauta con esa música. Creo que todo tiene mucho más significado hoy como testimonio de lo que se tocaba en los 80. Mis presentaciones son un viaje a través del tiempo, desde esa época dorada hasta hoy.

Karina y Frank Quintero en concierto

Mucho camino por andar

-¿Van tus compatriotas a verte en el exterior?

-Claro. Hago más shows porque hay muchos más venezolanos en todas partes del mundo que quieren vernos. Me queda un rato más por caminar. Sé hacer muchas cosas, pero no puedo dejar de hacer música, es una condición biológica. También giro por México desde hace 10 años con el espectáculo Grandiosas, concepto de divas de la canción, con artistas mexicanas e internacionales como María Conchita Alonso, Ednita Nazario, Dulce, Manoella Torres, Ángela Carrasco y Rocío Banquells. Con este show he recorrido también Centroamérica, Ecuador y los Estados Unidos.

-¿Tienen el mismo significado para ti esas canciones de juventud?

-El significado ha variado a través del tiempo. En aquellos años cantaba al desamor y otros sentimientos que ni siquiera había vivido, por mi edad, aunque siempre fui una intérprete muy dramática. A través del tiempo he ido descubriendo el desamor, el desapego y al vivirlos esas canciones me tocan ahora de una manera diferente a aquellos años.

-¿Sientes que hay algo que te falte por hacer?

-Ahora que mis hijos están grandes, lo único que me falta hacer es cine, pues ya he hecho televisión, teatro y musicales. Pero no he tenido hasta ahora ofertas cinematográficas. A lo mejor produzco algo yo misma.

La gira de Karina comenzó esta semana y se extenderá hasta el 4 de diciembre

-¿De dónde surge tu predilección por los musicales?

-De mi paso por la Compañía Nacional de Teatro, con mi participación en La verdadera historia de Pedro Navaja. Ahí me hice artista. Lo poco o mucho que sé del teatro lo obtuve allí: respirar, hablar, proyectar la voz y otros recursos escénicos. Le chupé el tuétano a todos los actores veteranos que pasaron por la compañía: Rafael Briceño, Francis Rueda, Aura Rivas, Alexander Milic y muchos más. Años después hice de María Magdalena en Jesucristo Superestrella, dirigida por Michel Hausmann y más adelante Casi normal, que en lo personal me hizo vivir una dolorosa experiencia.

-¿Qué tipo de experiencia?

-Coincidió con el diagnóstico de cáncer de mi hermana Ivette. Era la tercera vez que se lo diagnosticaban. Yo la había acompañado en las dos anteriores y en esta tercera acepté el trabajo en Caracas para estar con ella. Pasé sus últimos meses concentrada en ella, pues sabíamos que eran los últimos. Luego me fui a Miami, pues no tenía la fuerza para verla morir.

-¿Volverías a trabajar en otro musical?

-No he cerrado la puerta de los musicales. Me encantaría hacer Wicked, la historia no contada de El Mago de Oz, creo que sería fantástico y un gran reto en lo artístico.

La dimensión transgénero

Hace cinco años Karina reveló que su hija Hannah era transgénero y que había comenzado su transición física para convertirse en hombre. Xander, que así se llama ahora, se somete a un tratamiento que le dará características típicas masculinas.

Karina con sus hijos Yasha y Xander

-¿De qué manera te cambió el tener un hijo transgénero?

-La gente sabe que yo me crie judía, en una comunidad tradicional, con principios y valores bastante cuadrados, conservadores. Cuando tienes un hijo como el mío, distinto, especial, transgénero, te cambia el panorama de todo lo que aprendiste, de lo que sabías. Entonces tienes que romper todas las convicciones de tu vida y empezar de nuevo. Eso significa una apertura a cosas totalmente inciertas, desconocidas. Yo llegaba hasta el conocimiento del mundo homosexual, pero este es otro mundo, muy diferente. Me tuve que adentrar en él, educarme, leer bastante.

-Hemos estado con los mejores especialistas, sin prejuicios, para bien. Es algo inexorable. Siento que estoy en otra dimensión, es otro nivel. Tenemos que ser flexibles, tolerantes, porque no se trata de un movimiento, ni una fase, cada día hay más gente transgénero. Hay que adaptarse.

-¿Cómo afronta su proceso de transformación?

-Yo lo acompaño y aprendo todos los días con él en su condición. Porque eso no para, siempre hay cosas nuevas, medicamentos, niveles. Todo ese camino de transformación empezó a los 11 años y ya tiene 15. Está en la adolescencia, que ya de por sí es una etapa difícil. Tiene una personalidad muy fuerte, es muy seguro de sí mismo, con la seguridad que le damos sus padres de amarlo y quererlo tal cual es. De esta manera, vamos aprendiendo con él de ese mundo, nuevo para nosotros.

#Me Too, un movimiento necesario

-¿Cómo concilias tu vida familiar con el trabajo?

-Un día a la vez. Cada vez mis hijos son más independientes y más grandes. Ahora estoy separada de mi marido, así que tengo esa otra libertad, ocupando más tiempo en mí. Como todas las mujeres, tratamos de hacerlo como podemos, lo mejor que se pueda, y casi siempre triunfamos.

-¿Qué opinas del movimiento #Me Too?

-Es un movimiento necesario. Es el reflejo de ese abuso, de ese yugo eterno de la mujer. Es la respuesta a mucho tiempo de este fenómeno terrible del machismo, aunque haya allí en ocasiones un poco la hipocresía de la mujer que se dejó y ahora denuncia, pero en general la figura vulnerable de la mujer ha sido reivindicada.

El futuro es ahora

Después de esta gira venezolana, Karina se presentará, el próximo 7 de noviembre, vía streaming desde Miami, en el espectáculo Venezuela es mujer, que produce ella misma y que desde hace tres años venía haciendo en recorridos presenciales junto a Diveana, Elisa Rego y Kiara.

Ya el pasado 10 de abril realizó, bajo el mismo formato, surgido como alternativa de distanciamiento social ante la pandemia, un concierto en homenaje al fallecido compositor mexicano Armando Manzanero. Allí compartió el escenario con Dulce, María Conchita Alonso, Alicia Machado, Jeanette, Aranza, Crystal, Rosy Arango, Astrid Hadad y Kiara, como parte del espectáculo GranDiosas.

On line fue igualmente su actuación, el 28 de agosto, en un show organizado en su honor por la productora de eventos La Sordera, bajo el título de “Herstory Karina La Voz”.

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