La ONU exigió hoy 8.400 millones de dólares (6.740 millones de euros) a la comunidad global para paliar mínimamente la crisis humanitaria siria en 2015, en un entorno ensombrecido por la falta de respuesta de muchos países, más preocupados en reactivar sus propias economías.
Naciones Unidas presentó en Berlín dos mecanismos que pretenden ayudar a un total de 18 millones de personas afectadas por el conflicto sirio entre los que se incluyen tanto los sirios que han abandonado su hogar a causa de la guerra -refugiados y desplazados- como a quienes les acogen en los países limítrofes.
«Es un llamamiento para hacer lo mínimo necesario en la región», aseguró en la presentación de las dos iniciativas António Guterres, alto comisionado de Naciones Unidas para los refugiados, que resaltó que además contribuirían a estabilizar la región y a la seguridad global.
A su juicio, tanto refugiados y desplazados como residentes en las regiones de acogida -principalmente en Líbano y Jordania- están en una situación límite mientras el conflicto armado, cerca de cumplir cinco años, sigue escalando y su evolución es incierta.
La subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios y Coordinadora de la Ayuda de Emergencia, Valeria Amos, instó a la comunidad internacional a aportar los fondos necesarios para dar vida a ambas iniciativas.
«Este plan, si se financia completamente, puede ayudarnos a dar comida y medicinas a los niños, refugio frente al frío a las familias y apoyo para aquellos desesperados y traumatizados», aseguró.
El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, como anfitrión del plan, recordó que se trata de la «mayor tragedia humanitaria de nuestro tiempo» e indicó que estas iniciativas combinan un «plan de emergencia» para los meses de invierno con una estrategia a largo plazo.
El primer mecanismo presentado, denominado el Plan de Respuesta Estratégico para Siria 2015 (SRP), busca atender las «necesidades humanitarias agudas dentro de Siria», según un comunicado de Naciones Unidas.
Este fondo espera recabar 2.900 millones de dólares (2.327 millones de euros) para dotar a 12,2 millones de personas de «protección, asistencia para la supervivencia y medios de vida».
La segunda iniciativa, llamada Plan Regional para Refugiados y Recuperación (3RP), aspira a obtener hasta 5.500 millones de dólares (4.413 millones de euros) para sostener económicamente a los seis millones de personas que habrán tenido que abandonar Siria a finales de 2015, según estimaciones de la ONU, y ayudar a otro millón de individuos «vulnerables» en los lugares de acogida.
La iniciativa 3RP significa, según Naciones Unidas, un «giro estratégico» en la forma en la que se estaba hasta ahora administrando la ayuda humanitaria en la región. El nuevo plan opta por programas a largo plazo para mejorar las condiciones generales de los refugiados y de las personas en las regiones de acogida.
El lanzamiento de estos dos mecanismos de Naciones Unidas tuvo lugar poco después de que, este mismo mes, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU tuviese que amenazar con cerrar sus actividad en Siria por falta de apoyo financiero para obtener nueva financiación.
Los problemas económicos en gran parte de Occidente y la ralentización en las economías emergentes han llevado a muchos gobiernos a recortar sus aportaciones a proyectos globales de ayuda humanitaria y, en algunos casos, a no cumplir con sus compromisos de financiación.
