Venezuela

Gobierno usa La Planta para encarcelar a extranjeros de 29 nacionalidades

El 1 de septiembre del año 2012, la ministra de asuntos penitenciarios de Venezuela, Iris Varela, anunció la demolición del Centro de Reeducación y Trabajo Artesanal El Paraíso, mejor conocido como “La Planta”, tras un motín de los reos que ocasionó la muerte de Maria Marrero, una joven de 21 años que se encontraba de pernocta en el retén.

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TEXTO: GRETA CÓRDOVA Y ÁLVARO PULIDO | FOTOGRAFÍA: DANIEL HERNÁNDEZ | INFOGRAFÍA: ÁLVARO PULIDO

En abril de ese año, el gobierno venezolano informó que se procedería al cierre de la prisión pues el retén -ubicado al oeste de Caracas-  «no contaba con las condiciones mininas necesarias» para albergar a los reclusos.

Para esa fecha, La Planta presentaba graves problemas de hacinamiento y conflictividad en sus calabozos. Además, tampoco tenían director en el recinto, razón por la cual los reos hacían de las suyas. Y el Gobierno llevaba a cabo una batalla campal contra los denominados «pranes», mejor conocidos como líderes negativos dentro del recinto carcelario.

Por un decreto del fallecido presidente Hugo Chávez, se ordenó la construcción de un parque que llevaría por nombre Cipriano Castro, y se convertiría en un gran complejo que se convertiría en una zona de paseo, una sede para la Orquesta Sinfónica Juvenil, un liceo bolivariano, una aldea integral, un Centro de Diagnóstico Integral (CDI), un parque de agua, entre otros proyectos.

Posteriormente, las autoridades del Ministerio de Servicios Penitenciarios decidieron bautizar al penal como el Centro Experimental “Hombres Nuevos” Simón Bolívar.

Sin embargo, la ministra Iris Varela anunció el 6 de diciembre de 2017 la reinauguración del centro de reclusión del paraíso que albergaría a 152 reos extranjeros en condición de “procesados”.

Un custodio del retén confirmó a El Estímulo que en efecto, sí hay presencia de reos en los calabozos, y corroboró que “ellos están recluidos ahí desde diciembre de 2017”. Asimismo, trabajadores de un punto de servicio del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (INTT), que está a pocos metros del lugar, también confirmaron la presencia de los extranjeros en ese centro penitenciario desde finales del año pasado.

A las afueras del recinto penitenciario no hay ninguna persona que custodie las instalaciones, no hay señales de algún funcionario de seguridad. Lo único que se observa a escasos metros de la gruesa reja negra es un hombre con una escoba que barre la acera alejado de ella.

El ambiente de los alrededores de «La Planta» es de «calma», soledad y desolación. Pocas son las personas que se atreven a transitar por ese tramo de la principal avenida de El Paraíso, ubicado en el oeste caraqueño. No hay casi negocios cercanos, solo un kiosko que vende repuestos, y muchos metros más adelante está un punto de servicio del INTT.

Algunos vecinos consultados por El Estímulo constataron que ellos no han visto un «mayor movimiento» de guardias hacia esa zona. A pesar de que la Comandancia General de la Guardia Nacional se encuentra cercana al recinto, el ritmo del lugar es habitual al de un día de semana en Caracas.

29 nacionalidades

A pesar de que el retén de «La Planta» fue parcialmente derrumbado para la construcción de una plaza, el edificio que alberga el denominado «Centro Experimental Hombres Nuevos Simón Bolívar» fue habilitado para albergar a estos presos de otras nacionalidades detenidos en el país.

Según el director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Humberto Prado, hasta la fecha se tiene el registro de que hay al menos 83 presos de 29 nacionalidades diferentes.

«Como todas las cárceles en el país, la población de La Planta es muy ‘flotante’. Puede que un día sean más o menos. Pero se estima que aproximadamente hay 83 presos extranjeros en el retén, principalmente aquellos que detienen por tráfico de drogas en los aeropuertos o puertos de la región», aseguró el defensor de los derechos de los presos en un contacto con El Estímulo.

El director de la OVP también denunció que las condiciones de  «La Planta», a pesar de albergar a personas de otras nacionalidad, sigue presentando los mismos problemas que otros recintos carcelarios en el país.

«Son sometidos a tratos inhumanos. No tienen acceso a sus visitas conyugales, sólo a sus representantes diplomáticos. Muchos permanecen en aislamiento, además de que las condiciones del edificio donde están recluidos no están adaptadas para mantener sus necesidades básicas durante su reclusión», denunció Prado.

De acuerdo a información del OVP, en marzo de este año falleció un interno hondureño de 61 años de edad por «la mala alimentación que reciben en el penal».

Entre extranjeros y comunes

La cárcel de «La Planta» fue destinada principalmente a encarcelar a presos extranjeros, según la confirmación de las autoridades penitenciarias; aunque se han presentado allí las reclusiones de presos comunes o de «condiciones especiales».

De acuerdo al director de la ONG Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, se manejan varias versiones con respecto a cómo se está utilizando esa prisión caraqueña.

«Lo que comenzó como un centro de tratamiento comunitario, hoy en día está funcionando como una cárcel normal.  Se habla principalmente de procesados extranjeros,  pero también se maneja información que el penal serviría como un centro para presos comunes que están en la última fase de su pena», declaró a El Estímulo el abogado.

Nieto Palma resalta el caso cuando  se conoció que Wilmer Brizuela (‘Wilmito’), uno de los pranes más conocidos del país que fue asesinado en 2017, contaba con régimen tutelado de confianza, beneficio que consistía en trasladarlo al antiguo internado judicial de «La Planta».

«El personal del Ministerio de Servicios Penitenciarios nunca dice nada de lo que verdaderamente está pasando. Ellos empezaron una cosa y al final comenzaron a enviar presos comunes al lugar. más ahora, que el penal de Rodeo I tuvo que ser desalojado por reparaciones», dijo el director de Una Ventana a la Libertad.

Otro de los casos más sonados en los últimos meses con respecto a los detenidos en el «Centro Experimental Hombres Nuevos Simón Bolívar» fue el de los 11 integrantes de la directiva de Banesco Banco Universal, señaladas por «facilitar encubrir ataques contra la moneda venezolana», que estuvieron recluidos en ese penal desde el pasado 2 de mayo y excarcelados 21 días después.

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