Opinión

La radio en Venezuela, entretener para sobrevivir en tiempos de censura

De acuerdo con el IPYS Venezuela, sólo en el año 2017 Conatel cerró casi medio centenar de emisoras radiales. En los primeros tres meses de este 2021, tres estaciones fueron cerradas. Estas emisoras eran Selecta 102.7 FM (Machiques, estado Zulia); Vea 100.7 FM (Coro, estado Falcón); y Mágica 88.1 FM (Maracay, estado Aragua)

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Eran los días revueltos de 2009. Estaba aún a flor de piel en la sociedad el cese de la señal abierta de Radio Caracas Televisión (RCTV) y el último día del mes de julio de aquel año, cuando ya había pasado la ola de protestas de dos años atrás, y estábamos en una de esas etapas de apaciguamiento, tuvo lugar lo que fue bautizado como el “radiocidio”.

Durante la noche y la madrugada de un día viernes, fueron sacadas del aire y retenidos los equipos de 32 emisoras de radio en Venezuela. Fue, en sentido estricto, un operativo diseñado desde una Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), dirigida entonces por Diosdado Cabello. Aquello fue un nuevo punto de inflexión. Hubo muchos señalamientos internacionales por esta decisión y el chavismo, desde entonces, ha optado por una política de goteo en el cierre de emisoras de radio en Venezuela.

El reciente reporte Bailando en la oscuridad, del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS Venezuela), deja al desnudo la forma en cómo se han ido cerrando emisoras locales e independientes en Venezuela para censurar sus contenidos de información u opinión. La forma de sobrevivir es simple, las estaciones deben poner música, dedicarse netamente al entretenimiento y reproducir la propaganda oficial que les ordena Conatel.

Cabello, en aquel 2009, trazó lo que se viene aplicando a cuenta gotas con un cierre continuado de voces críticas en las regiones, principalmente, y también en la capital. Tras el radiocidio sostuvo que la radio en Venezuela debía dedicarse al entretenimiento y dejar de lado “el golpismo” en su programación. Argumentó que, en el caso de las 32 estaciones cerradas en una noche, éstas tenían sus concesiones (permisos de transmisión) vencidos o eran irregulares.

Este esquema se viene aplicando todavía. Por un lado, Conatel dejó en un limbo jurídico a las emisoras, ya que no ha habido una renovación masiva de las licencias (sólo lo hace con emisores cuyos propietarios le son afines al chavismo). Cuando una estación molesta, generalmente porque entrevista a un dirigente político de oposición o porque denuncia irregularidades (por ejemplo la corrupción militar con la gasolina), se le cierra con el argumento que no tiene los papeles al día.

Las estaciones que se dedican de lleno a la música y a las banalidades no son molestadas por Conatel, aunque tengan sus permisos vencidos.

De acuerdo con el IPYS Venezuela, sólo en el año 2017 Conatel cerró casi medio centenar de emisoras radiales. En los primeros tres meses de este 2021, tres estaciones fueron cerradas. Estas emisoras eran Selecta 102.7 FM (Machiques, estado Zulia); Vea 100.7 FM (Coro, estado Falcón); y Mágica 88.1 FM (Maracay, estado Aragua).

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El año pasado, en medio de la cuarentena por la pandemia de la COVID-19 no detuvo a Conatel en su afán censurador. Cesaron sus labores ocho estaciones radiales en Venezuela: Kariñosa 106.1 FM  (Anzoátegui), Ritmo 96.9 FM (Aragua), Rumbera 94.7 FM (Cojedes), Médano 95.5 FM (Falcón), Rumbera 106.9 FM (Miranda), OStereo 99.7 FM (Monagas),  Pura Candela 93.3 FM (Sucre) y Aventura 91.3 FM (Zulia).  

De acuerdo con el estudio Atlas del Silencio, que realizó el mismo instituto, las emisoras obtuvieron el 66,8% de las menciones ubicándose como el segundo tipo de medio de comunicación más reportado por los encuestados, sólo detrás de los portales digitales. Es decir, para gran parte de los venezolanos la radio sigue siendo una referencia informativa.

En una serie de grupos focales que realizamos desde Medianálisis el año pasado, una clara inconformidad de los consultados, en particular las personas por encima de los 40 años, estaba en cómo paulatinamente la radio local se había ido quedando sin opinión e información. “Ahora lo único que hacen es poner música”, sintetizó un señor.

Esto es lo que ha ocurrido en Venezuela, en tiempos de censura.

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