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La vacuna de Oxford contra la COVID-19 para sus ensayos por la "reacción adversa grave" de un voluntario

Por el momento, se desconocen los efectos que podría tener este incidente en los planes de AstraZeneca que tenía previsto tener su vacuna disponible para el primer semestre de 2021 y estaba considerada como una de las más avanzadas del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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La farmacéutica AstraZeneca decidió interrumpir su ensayo clínico de la vacuna de Oxford contra la COVID-19, porque uno de los participantes sufre «una enfermedad potencialmente inexplicable», lo que supuso una «reacción adversa grave» en el mismo, informó un portavoz de la compañía a los medios de comunicación estadounidenses.

El portavoz de la farmacéutica, citado por medios locales, aseguró que se «está trabajando para acelerar la revisión de ese incidente único con el objetivo de minimizar cualquier impacto potencial en los planes del ensayo». Por el momento, se desconocen los efectos que podría tener este incidente en los planes de AstraZeneca que tenía previsto tener su vacuna disponible para el primer semestre de 2021 y estaba considerada como una de las más avanzadas del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

AstraZeneca, junto a las farmacéuticas Pfizer y Moderna, había iniciado la fase 3 de su ensayo en EEUU a finales de agosto, según clinicaltrials.gov, un registro del Gobierno estadounidense; mientras que en Reino Unido, Brasil y Sudáfrica, el estudio de la vacuna estaba entre las fases 2 y 3

Según la CNBC y el medio especializado Stat, el voluntario que se enfermó reside en Reino Unido y aún se desconoce la naturaleza de la reacción adversa que sufrió el individuo, aunque se espera que se recupere.

Esta es la vacuna que había desarrollado AstraZeneca, con sede en Cambridge (Reino Unido), junto a la Universidad de Oxford y cuya eficacia se estaba experimentando en EEUU, Brasil y Sudáfrica después de que el ensayo hubiera dado resultados positivos en sus fases iniciales, cuando se probó con mil personas en Reino Unido. Además, los Gobiernos de Argentina y México, así como la fundación mexicana Slim, llegaron en el mes de agosto a un acuerdo con AstraZeneca y con la Universidad de Oxford para fabricar la vacuna en sus países y, luego, distribuirla a todos los países de Latinoamérica, con excepción de Brasil.

El Gobierno australiano también había planeado gastar 1.700 millones de dólares como parte de un acuerdo para garantizar vacunas gratuitas para todos los ciudadanos. De hecho, el lunes, el gobierno de Morrison se comprometió a comprar 33,8 millones de dosis de la vacuna si se demostraba que era eficaz.

Junto a las farmacéuticas Pfizer y Moderna, AstraZeneca es una de las tres compañías que tienen estudios en la fase 3 en EEUU. Esta es la primera vez que uno de esos ensayos para lograr la vacuna contra la COVID-19 tiene que ponerse en pausa por razones de seguridad. Hasta el martes, 17.000 personas en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica ya habían sido vacunadas.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud advirtió hace unos días a los diferentes ensayos en marcha que no se apresuren en sus resultados y recomendó a los países que aspiran a comprar las futuras vacunas mucho cuidado al otorgar la autorización de su uso de emergencia.

El pasado mes de julio entrevistamos a Joa Pons, el único español que se ha prestado como voluntario para los ensayos clínicos de la vacuna de Oxford con AstraZeneca. Puedes leer la entrevista completa aquí. 

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