Internacionales

Las influyentes elecciones de Argentina

Publicidad
Texto: Benjamín Tripier | @btripier

Es posible que realmente haya comenzado en la Argentina un proceso de cambio para bien. Hay que esperar y digerir los resultados. Aún en estas condiciones que parecieran tan favorables para los cambios pueden pasar cosas y hay que estar atentos.

La lógica que planteaban las encuestas y mediciones, era Daniel Scioli 40%, Mauricio Macri 30% y Sergio Massa 20%. A partir de allí la matriz llegó a tener tal distorsión que ponían a Massa de segundo y a Scioli ganando en la primera vuelta o compitiendo con Massa en la segunda.

Mi análisis desde el principio estuvo en la dicotomía peronismo anti peronismo (Macri-Scioli), cruzado (dentro del peronismo) por kirshnerismo antikirshnerismo (Scioli-Massa). Y que dentro de este último había un grupo de antiperonistas que creyeron ver en Massa un opositor genuino.

Más allá del abanico de explicaciones para los resultados de las elecciones en Argentina, la aritmética sencilla dice que Massa mantuvo su votación esperada, heterogénea y sin sustento ideológico, y que Scioli perdió votos y éstos fueron hacia la opción de Macri.

Las cifras dejan a los dos contendientes con números muy distintos y el cambio importante que se produjo fue en la tendencia que aprovechaba la inercia de los períodos K-K como garantía de triunfo y de continuidad. Eso ya no está.

Se arranca una nueva etapa donde no hay invencibles y hay un 64% de ciudadanos que no son oficialistas… que podría decirse que son anti oficialistas y que no deberían votar por Scioli quien habría llegado a su techo.

Todo el abanico de Massa hoy en día es opositor al gobierno y a su representante, quien en tres semanas no podrá tomar distancia suficiente del gobierno como para cambiar la percepción. Es posible que Scioli pierda aún más votos por aquello del exceso de confianza y del cambio de tendencia.

Mi primera impresión es de cautela ante algún movimiento extraño de quien detenta el poder para no perderlo (la demora en anunciar los resultados fue un intento fuerte de hacer algo contingente que no lograron). Me tranquiliza escuchar que, pese a pequeños incidentes, los 40 mil fiscales del Pro (la coalición opositora) no presentaron quejas de anormalidades. El sistema funciona y el peso del poder del Estado ya tuvo su punto de inflexión; su poder e influencia ha sido severamente afectado.

Lo del exceso de confianza y el cambio de tendencia podría haber sido un hecho aislado propio de la contienda presidencial, pero el triunfo contundente del Pro en la Provincia de Buenos Aires nos muestra que realmente hay una intencionalidad de la ciudadanía de darles la oportunidad de hacer algo distinto y de refrescar un panorama cargado de negativismo, de problemas y de enemigos.

Por otra parte no se puede perder de vista que los experimentos sociológicos con corte de socialismos y populismos han ido pan americanizándose y que hay que ver si influyen o no en la situación interna en Argentina. Atentos a las reacciones en Venezuela, Brasil, Bolivia y Ecuador.

Porque lo que sí es seguro es que lo de Argentina definitivamente influirá en los países mencionados.

Benjamín Tripier es economista, consultor gerencial y presidente de la Cámara de Comercio e Industria Venezolano- Argentina.

Publicidad
Publicidad