Las pretemporadas

Durante los años 80, 90 y 2000, los equipos que estuvieron compitiendo por los trofeos más importantes emitieron un peligroso mensaje, el del que el físico era el aspecto más importante en un equipo de fútbol. Parecía que, si el futbolista no estaba preparado para correr cual maratonista, éste no tenía sitio en un equipo profesional. Pero el fútbol tiene maneras de hacerse entender, y gracias a ellas, desde hace un tiempo para acá, se le ha dado el valor real a esa etapa de readaptación al trabajo, como la definen mis admirados Pedro Gómez y Miguel Chamorro.

Ese retorno a la preparación del futbolista pensando en el juego significa que en cada trabajo y en cada ejercicio se contemplen contenidos tácticos. Es natural que esto sea una novedad para muchos, pero si revisamos la historia del juego podremos identificar que los grandes exponentes de esta actividad han tenido en común una preparación futbolística, para jugar al fútbol. ¿Qué quiere decir esto? Que cada entrenamiento estaba dedicado a cultivar todo lo que tuviera que ver con el desarrollo de un cómo jugar.

Es una obviedad que el FC Barcelona, a partir del ingreso de Johan Cruyff como entrenador y el mismo Francisco Seirul.lo, así como los aportes de Laureano Ruiz, se constituyó en el principal defensor de una metodología de trabajo que concibe al futbolista como un todo indivisible, por lo que en cada ejercicio se trabaja la totalidad del juego, eso que muchos se ha empeñado en dividir en faceta táctica, física, técnica y psicológica, olvidando que esa disgregación no es natural.

Seirul.lo ha expuesto claramente sus conceptos:

«La preparación física (en el fútbol) no existe. Lo que existe es una interdependencia de factores que condicionan la acción competitiva».

Contrario a lo que algunos creen, el club catalán no sido la única defensora de esta manera de comprender el entrenamiento. También lo ha hecho José Mourinho, uno de los más importantes exponentes de la metodología conocida como Periodización Táctica.

Mourinho expresó lo siguiente:

“Lo más importante es tener un modelo de juego, un conjunto de principios que proporcionen organización al equipo. Por eso, mi atención se centra ahí desde el primer día… La pretemporada es un periodo importante para preparar al equipo en función del modelo de juego deseado y es un periodo sin competiciones oficiales, situación que permite un tiempo de experimentación, ajustes, reajustes que son importantes en la relación entrenador-equipo y entrenador-jugadores”.

¿Por qué cito estas dos corrientes? Porque por más antagónicas que sean las filosofías futbolísticas de los protagonistas a los que hago referencia, ninguno pierde el tiempo haciendo separaciones injustificadas; ellos entrenan fútbol, no la parte física por separado de la técnica, etc. Lo mismo pasa con profesionales de otras áreas, como, por ejemplo, la psicología, en la que la contratación de un profesional de este ramo se hace con la intención de fortalecer al deportista de cara a una competencia y no para que hurguen en sus patologías. Es harto conocido como la presencia de un psicólogo que no entiende esto puede destruir la convivencia de un grupo.

Volviendo al tema que da vida a estas líneas, es necesario que los equipos trabajen su idea de juego desde el primer día de los entrenamientos. Este cambio puede que sea aún más trascendental que la contratación de refuerzos o entrenadores extranjeros. Significa que las fotografías de entrenamientos en la arena, la montaña, con paracaídas y demás elementos ajenos al juego, se están alejando del fútbol, quedando en un pasado que ojalá no vuelva más.