Venezuela

El sector hospitalario vive una crisis "estructural"

El sistema de salud vive una crisis estructural que afecta a los venezolanos en necesidad de atención médica. La falta de camas para los pacientes, el control de precios por los servicios, la deuda con el sector y el pago de sueldos de nuevos turnos son los factores que más contribuyen a esta situación

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Hospitales

El director ejecutivo de la Asociación Venezolana de Clínicas y hospitales, Cristino García, explica que atacar una sola arista no resolvería el problema del sector médico, que, según él, no tiene solución a corto plazo

Desde el 27 de junio del año pasado, las clínicas y hospitales se mantienen con las tarifas de sus servicios reguladas. Mientras los precios de todos los sectores aumentan, los centros de salud deben atender pacientes cobrando lo mismo que en 2013. García expone cuatro aspectos fundamentales para entender la situación de ahogo de la salud pública y privada.

No hay capacidad en la infraestructura. El déficit es más que una cifra. Según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, por cada mil habitantes debe haber entre 2 y 4 camas. Para atender a los 30 millones de venezolanos, se necesitarían más de 100 mil.

Según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para el año 2013 Venezuela tenía 0,9 camas por habitante. Es decir, menos de 30 mil en total. Esto representa un déficit de 70% aproximadamente.

La deuda del Estado al sector médico y farmacéutico suma seis mil millones de bolívares. Esto quiere decir que este monto, que ya se gastó en casos atendidos, fármacos y materiales, no ha sido cancelado. Para seguir operando, los centros de salud sobreviven con algunos pagos de aseguradoras y préstamos de bancos. “El problema es que, como no podemos pagarle al banco, este no nos vuelve a prestar, ¿cómo nos mantenemos entonces?”, se cuestiona el director de la AVCH.

Control de precios. García explica que están trabajando con pérdidas. Una placa de tórax, por ejemplo, cuesta al público 280 Bs aproximadamente, mientras que el material para producirlo ha aumentado a más 320. Igualmente, la regulación de las habitaciones obliga a cobrar alrededor de 2900 bs por noche, que según el médico, al hospital le cuesta 10600. 

Este control resulta inviable cuando el año pasado obtenían los insumos a tasa de 6,30 por dólar, mientras que este año los costos están casi duplicados. Además, los proveedores, que no entran en este tope de montos, lo que deriva en un ahogo económico de la salud venezolana.

Ley Orgánica del trabajo, que estipula que los trabajadores deben tener dos días continuos de descanso, obliga a las clínicas a introducir un nuevo turno de enfermeras. “Sin el tercer turno, habría 3 enfermeras por cada 20 pacientes”, comenta. Hay 12 en cada turno. Esto se traduce en mayor gasto en sueldos, mientras los precios se mantienen iguales.

La medicina en retroceso. A un venezolano que hace tres meses requería una cirugía laparoscópica, se le practicaba. Hoy, ese mismo venezolano tendría que ser sometido a una laporotomía, cuyo proceso de recuperación toma casi un mes. Pacientes con otros requerimientos, como quimioterapia o radioterapia, suelen recibir una negativa por parte de las clínicas. “Aunque no decreten la emergencia sanitaria, está ahí”, concluye el doctor García.

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