Los escándalos de la vacunación en Venezuela: sobreprecio y prioridad para políticos chavistas

La vacunación en Venezuela tiene una enorme nube negra encima. Además de tardía, se basará en vacunas rusas que el gobierno de Nicolás Maduro está pagando al doble de su valor mundial. Pero esto no es todo. Además, anunciaron públicamente que, junto con los médicos, vacunarán primero a militares y políticos chavistas. Los vulnerables ancianos deberán esperar hasta abril.

Eso es simplemente tráfico de influencias y ha sido un escándalo en otros países, incluso en proporciones mucho menores. Ha costado el puesto de ministros que aprovecharon para inmunizarse ellos y sus familias con la excusa de «generar confianza». El presidente mexicano, Manuel López Obrador, lo dijo sin tapujos: «eso es una argucia». Pero en Venezuela, Maduro decidió cuál era la prioridad y ninguna autoridad pública de salud se atreve a rebatirlo.

Ya lo había anunciado hace unos días: «Las primeras vacunas serán para el partido Somos Venezuela». Ese es el grupo político del mismo Maduro, un apéndice del Partido Socialista Unido de Venezuela, fundado por Hugo Chávez y al que pertenecen la mayoría de los chavistas. Ayer miércoles 17 de febrero, en una rueda de prensa para periodistas internacionales, amplió los privilegios: incluyó a médicos (seguramente por la presión social), militares, policías, diputados, gobernadores y alcaldes «porque andan en la calle».

En Venezuela todos andan en la calle. Para cobrar la pensión, los jubilados deben hacer enormes filas, desde la madrugada y durante horas, sin ningún distanciamiento físico.

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Las calles están repletas de personas, incluso en la llamada cuarentena radical. Pululan vendedores ambulantes, muchos de ellos, mayores de 65 años.

Mientras en otros países inmunizan primero al personal sanitario, a los ancianos y a los maestros, la vacunación en Venezuela le da prioridad a los políticos afectos a Maduro. Y eso a pesar que la gruesa mayoría de los fallecidos por coronavirus en el país supera los 60 años. Tendrán que esperar hasta abril, si acaso, cuando la vacunación en Venezuela «será masiva». según anunció el propio Maduro.

Además, con sobreprecio

En el mundo, la vacuna rusa Sputnik V cuesta «menos de 10 dólares». Así lo anunciaron públicamente el 24 de noviembre, el Centro Gamaleya y el Fondo de Inversiones Directas de Rusia. Ayer, Maduro dijo en la rueda de prensa televisada que «al menos» se estaban «invirtiendo 200 millones de dólares en la compra de 10 millones de vacunas Sputnik ve (s.i.c.)».

La cuenta es sencilla: 200 millones entre 10 millones da 20 dólares por vacuna. Más del doble de su precio de venta mundial.

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La agencia Reuters encuentra una grave contradicción entre el sobreprecio facturado para las vacunas rusas y las exigencias que hace el gobierno de Maduro a la Organización Panamericana de la Salud para adquirir vacunas del fondo Covax. Según Maduro, están esperando la liberación del oro «secuestrado» en Inglaterra para poder pagarlas. La deuda de Venezuela con la OPS es de 11 millones de dólares, prácticamente lo mismo que la sobrefacturación en las Sputnik V.

«El gobierno de Nicolás Maduro presuntamente pretende esconder una irregularidad sobre la adquisición de vacunas para contrarrestar el avance de la covid-19 en Venezuela: pagó a sobreprecio al menos 10 millones de dosis de Sputnik V pero reclama dinero a la comunidad internacional para cancelar una cifra muy inferior al mecanismo Covax de la Organización Panamericana de la Salud», escribieron analistas de Reuters según el portal Versión Final.

La realidad es que a Venezuela solo han llegado 100.000 dosis de la vacuna rusa. Y ya se sabe quiénes las recibirán, según el esquema prioritario anunciado por el gobierno de Nicolás Maduro.