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Toque de queda en Louisville tras protestas por el juicio de la muerte de Breonna Taylor

Las protestas se extendieron por Estados Unidos después de que un gran jurado decidiera no culpar directamente a ninguno de los implicados en la muerte de Taylor, una joven de 26 años que murió en marzo durante un tiroteo con la policía en su apartamento

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AFP

Louisville transcurre bajo toque de queda este jueves 24 de septiembre, tras la decisión de la justicia de no inculpar por homicidio a ninguno de los agentes implicados en la muerte de la afroestadounidense Breonna Taylor.

La medida fue atribuida por el abogado de la familia Taylor al «diablo del racismo».

Las protestas se extendieron de Louisville a otras ciudades en Estados Unidos después de que un gran jurado decidiera no culpar directamente a ninguno de los implicados en la muerte de Taylor, una joven de 26 años que murió en marzo durante un tiroteo con la policía en su apartamento.

Más de mil manifestantes se reunieron en el centro de la ciudad el jueves para otra noche de manifestaciones, y muchos se refugiaron en las instalaciones de una iglesia después de que comenzara el toque de queda.

«De ninguna manera podemos seguir siendo pacíficos», dijo Michael Pyles, un hombre negro de 29 años que aseguró haber estado protestando por la justicia racial durante 120 días y que estaba armado con una pistola.

«Estamos aquí para proteger a nuestra gente y la gente que nos apoya», dijo. «Estamos bajo ataque».

Grace Pennix, de 19 años, y también afroamericana, dijo que no podía evitar ponerse en los zapatos de Taylor.

«A menudo paso por la puerta de mi casa y pienso, maldición, la policía podría venir a mi puerta y dispararme y matarme como lo hicieron con Breonna», dijo.

«Podría ser yo, mi amiga, mi prima, tía, mamá», agregó.

La muerte de Taylor se ha convertido en un grito de guerra para el movimiento «Black Lives Matter» (las vidas negras importan), y la decisión del gran jurado provocó nuevas demandas de justicia racial en todo el país.

Tras la decisión judicial del miércoles, miles de personas recorrieron las calles de la ciudad para exigir justicia para esa enfermera.

Las manifestaciones, pacíficas en un primer momento, se volvieron violentas. Varios participantes se enfrentaron a la policía, que usó granadas aturdidoras para dispersar la protesta.

Dos agentes recibieron disparos en los disturbios.

El alcalde de la ciudad, Greg Fischer detalló que uno fue tratado por una herida en la pierna y dado de alta, mientras al otro agente, que recibió un disparo en el abdomen, se le realizó una cirugía.

«Lo que vimos anoche con los dos oficiales recibiendo disparos es obviamente completamente inaceptable», dijo el alcalde.

El jefe de la policía, Robert Schroeder, dijo que un sospechoso, Larynzo Johnson, fue arrestado y culpado por dos cargos de agresión y 14 cargos por poner en peligro la vida de los demás.

Schroeder dijo que hubo un total de 127 arrestos en la ciudad, la más grande de Kentucky con una población de 600.000 habitantes, y al menos 16 instancias de saqueos.

Se mantendrá un toque de queda entre las 9:00 pm a las 6:30 am hora local durante el fin de semana.

Gran parte del centro de la ciudad está cerrado al tráfico, y varias tiendas protegieron sus vitrinas con tablones ante la posibilidad de nuevos disturbios.

«La gente está cansada»

Taylor murió en la noche del 13 de marzo cuando tres policías vestidos de civil entraron a su casa con una orden de registro.

Después de que el novio de la fallecida abriera fuego contra los agentes, según él tras haberlos confundido con ladrones, éstos dispararon y varias de sus balas impactaron a la joven.

Más de seis meses después, un gran jurado decidió el miércoles inculpar a uno de esos policías, Brett Hankison, por poner en peligro la vida de los demás, en este caso tres vecinos de la víctima.

Pero ni Hankison ni los otros dos agentes que usaron sus armas en el domicilio de Taylor fueron imputados por su muerte.

«Hasta que podamos darle a la gente negra los derechos básicos prometidos por nuestros fundadores – vida, libertad y la búsqueda de la felicidad – y acabemos con el alboroto del diablo del racismo, no conoceremos la paz», dijo el abogado de su familia, Ben Crump, en un artículo de opinión en el periódico The Washington Post.

El presidente estadounidense Donald Trump, que ha hecho del lema «ley y orden» uno de los motores de su campaña rumbo a las elecciones del 3 de noviembre, tuiteó que «rezaba» por los policías hospitalizados.

Durante los últimos meses, Estados Unidos ha sido escenario de manifestaciones exacerbadas por varias muertes de ciudadanos negros a manos de la policía, por la polarización política y por la retórica incendiaria del mandatario republicano.

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