Venezuela

Luisa Pernalete: La calidad de la educación en Venezuela es una deuda de años (+ Audio)

Luisa Pernalete, educadora y coordinadora de Fe y Alegría, criticó la poca evaluación que tiene la educación venezolana. El aspecto de seguimiento, agravado con el tema de la crisis, ha evitado que la calidad que se les ofrece a los estudiantes sea la mejor

carabobo educadores
Archivo
Publicidad

El viernes 15 de enero se conmemora en Venezuela el Día del Maestro. Precisamente la educación ha sido uno de los sectores más golpeados por la crisis. Bajos salarios, paupérrimas condiciones de trabajo y poca atención en formación y actualización son algunos factores que han disminuido al magisterio.

Luisa Pernalete, docente y coordinadora de Fe y Alegría, explicó que la pandemia ha agravado los problemas de la educación en Venezuela, pero la deuda viene de muchos años. Aunque ahora la crisis económica y la falta de políticas educativas adecuadas han minado la calidad de la misma.

“Nadie se mete a maestro para ser rico, sino porque le gustan los niños, el trabajo. Cuando yo comencé en la educación el salario daba para comprar casa, carro por cuotas, daba para vivir; ahora no alcanza ni para comer”.

Según la docente, actualmente al magisterio se le violan sus derechos consagrados en el artículo 91 de la Constitución que dice que todo trabajador debe ganar lo suficiente para poder solventar sus necesidades. “La actual remuneración no es suficiente para vivir dignamente”.

Aunque la pandemia ha exacerbado las carencias, los problemas de la educación en el país son añejos. “No comenzaron con la cuarentena. En marzo pasado, Fe y Alegría dio una rueda de prensa y allí señalamos que en Venezuela se perdió la rutina escolar. Los niños no van todos los días a clases, las jornadas no son completas y muchos maestros han renunciado”.

Precisamente en plena cuarentena, el presidente Nicolás Maduro ha dicho que está estudiando volver a las clases presenciales, Pernalete ve la posibilidad con cautela. “Hay que ver cómo están las condiciones para ello, si los papás tiene efectivo para el transporte, si hay combustible. Hay que garantizar que las escuelas tengan agua para que los maestros y niños se laven las manos y prevengan el covid-19. No se puede tomar esa decisión así, tan general”.

La educadora dio sus recomendaciones al respecto. “Lo ideal es que cada colegio tenga autonomía para tomar ciertas decisiones. Yo sé de casos de escuelas de Fe y Alegría en la que los niños viven en la comunidad, esos no necesitan transporte, pero en muchas otras no pasa eso. Hay que ver si las escuelas están aireadas, si hay casos de covid o en la zona hay más paludismo que covid. Eso está pasando. Yo creo que en la educación venezolana no hay condiciones ni presenciales ni a distancia. En educación no se puede improvisar porque estás afectando a mucha gente”.

En Venezuela se dejó de medir la calidad de la educación

Luisa Pernalete, educadora y coordinadora de Fe y Alegría, criticó la poca evaluación que tiene la educación venezolana. El aspecto de seguimiento, agravado con el tema de la crisis, ha evitado que la calidad que se les ofrece a los estudiantes sea la mejor.

“La educación en el país es una deuda, no solo de ahorita, sino de años. Es deficiente. Aquí se ha dejado de medir la calidad y no tiene que ver con la prueba Pisa, que es la mundialmente conocida y estandarizada. Nosotros en Fe y Alegría tenemos un sistema de mejora. Periódicamente evaluamos cómo estamos en lenguaje, razonamiento matemático, valores”.

Aunque las escuelas de Fe y Alegría tienen planes de mejora a su personal docente, no es el caso de otras instituciones. “No hay un impacto de rendimiento, no se sabe si estamos bien o mal, si avanzamos o estamos estancados y eso no tiene que ver con la pandemia. Aquí se empieza un ensayo y no se evalúa. Hay que monitorear, tener datos, equipos de seguimiento. No es solo mandar tareas y ya. Se ha improvisado a todo nivel”.

Pernalete, dejó una reflexión a las autoridades gubernamentales. “La remuneración del docente es muy importante. Un maestro no puede estar pensando qué comerán sus hijos hoy y a la vez planificar y pensar creativamente. Con esos salarios van a aumentar las renuncias. Los profesores sobreviven trabajando en otros turnos, dando asesorías o simplemente un familiar contribuye con sus ingresos”.

Publicidad
Publicidad