Internacionales

Luxemburgo: paraíso fiscal de millonarios del mundo, incluyendo funcionarios venezolanos

Una investigación conjunta entre varios medios internacionales confirma que el Gran Ducado es, en contra de lo que afirman las autoridades luxemburguesas, un auténtico centro offshore. Figuras como Cristiano Ronaldo, Angelina Jolie, la familia Hermès y empresas como Pfizer refugiaron sus finanzas allí. También funcionarios vinculados al gobierno de Nicolás Maduro, según esos periódicos

Publicidad

Luxemburgo sirve de paraíso fiscal a unas 55.000 sociedades fantasmas creadas por multinacionales y millonarios, y también por grupos mafiosos, para eludir impuestos, según la primera parte de la investigación ‘OpenLux que publica este lunes un grupo de medios internacionales, entre ellos el francés Le Monde.

En la investigación aparecen deportistas como Cristiano Ronaldo o Tiger Woods, artistas como Shakira, Angelina Jolie y Brad Pitt, la familia Hermès, el príncipe heredero de Arabia Saudí y multinacionales como Amazon o Pfizer. Además, ‘OpenLux’ revela la existencia de fondos de procedencia cuestionable, que podrían estar vinculados a actividades criminales, como la mafia rusa y la calabresa.

El partido de la extrema derecha italiana, la Liga, también dispondría allí de una cuenta buscada por las autoridades de su país, así como personas cercanas al régimen venezolano que habrían escondido allí fondos procedentes de contratos públicos corruptos.

«Cientos de multinacionales (LVMH, Kering, KFC, Amazon) han abierto filiales financieras. Familias ricas hacen fructificar allí su patrimonio inmobiliario», señala el vespertino francés en su edición digital. Le Monde publicará la investigación ‘OpenLux’ por capítulos a lo largo de la semana.

«Estas investigaciones confirman que el Gran Ducado es, en contra de lo que afirman las autoridades luxemburguesas, un auténtico centro offshore, a medio camino entre la City de Londres y las Islas Vírgenes Británicas. Cerca del 90% de estas ‘sociedades’ están controladas por no luxemburgueses», señala el artículo.

Hasta 157 nacionalidades están representadas en los millones de documentos analizados por Le Monde y otros 16 medios internacionales, entre ellos La Nación, Le Soir, Tempo o Süddeutsche Zeitung.

Franceses, los primeros clientes

Según Le Monde, Francia se sitúa en cabeza de la lista con más de 17.000 sociedades en Luxemburgo. Son dueñas, por ejemplo, de un castillo francés en manos del príncipe saudí, la villa de Jolie y Pitt en el sudeste francés o una infinidad de casas en la Costa Azul y apartamentos parisinos, igual que grandes emblemas de la economía francesa como Décathlon, JCDecaux o Yves Rocher.

De las 50 familias más ricas de Francia, 37 «estructuran sus compañías, patrimonio e inversiones a través de decenas de holdings luxemburgueses». Entre ellos están los Hermès o Bernard Arnault, presidente de LVMH.

«El caso de Francia no es único. A través de sociedades luxemburguesas, fondos de inversión anónimos compran secciones enteras de ciudades como Berlín y Londres. Esto hace que se disparen los precios inmobiliarios sin ser identificables ni pagar impuestos», apuntan.

En el Ducado están registrados desde lujosas propiedades hasta yates, helicópteros, jets privados, grandes aviones comerciales, catálogos musicales, derechos de imagen y obras de arte. En total, identificaron hasta 65.000 beneficiarios. Entre ellos 279 de los millonarios incluidos en la clasificación de la revista Forbes.

La UE refrenda la investigación

El colectivo de medios asegura que esta investigación ha sido posible gracias a la directiva de la Unión Europea de 2018 que exigió la creación de registros públicos de propiedades reales y sociedades en todos los Estados miembro. Una medida que se aprobó tras escándalos como los Papeles de Panamá.

Luxemburgo aplicó la directiva en el otoño de 2019, una forma de enarbolar la transparencia. Sin embargo, la investigación deja en evidencia numerosas fallas que cuestionan la capacidad de los Estados de «vigilar de manera eficaz sus ecosistemas financieros y de garantizar la fiabilidad de estos registros».

Este artículo fue publicado por The Objective y puede leer el original en este enlace.

Publicidad
Publicidad