Durante su programa Los domingos con Maduro, el presidente de la República informó que la ministra para la Mujer e Igualdad de Género, Blanca Eekhout, la canciller Delcy Rodríguez; la ministra del Despacho de la Presidencia, Carmen Meléndez; y la primera dama, Cilia Flores, coordinarán el Estado Mayor de la Mujer.
El primer mandatario agregó que el Estado Mayor de la Juventud será coordinado por el ministro para la Juventud y el Deporte, Mervin Maldonado.
“Ustedes se tienen que convertir en el Gobierno Bolivariano de la juventud y tienen que prepararse para gobernar con el pueblo, aprender a caminar y sufrir con la gente, aprender de las errores, de las derrotas, aprender a levantarse, no tienen la opción de fallarle a la patria y a la historia que estamos construyendo”, dijo.
Maduro recordó que esta semana asumió la jefatura del estado Mayor de la clase obrera, conjuntamente con el secretariado ejecutivo de la clase obrera conformado por Jesús Martínez, Francisco Torrealba, Juan Bautista Arias Palacios y Oswaldo Vera.
“Son tres fuerzas vitales los trabajadores, las mujeres y la juventud; son 29 Congresos de la Patria y yo estoy convocando tres para el arranque de este nuevo tiempo histórico. Es vital que ustedes establezcan sus mecanismos de trabajo, crecimiento y reorganización (…) Es necesario que su voz se escuche en todos los lugares donde sea necesario, no nos quedemos en lo que estamos haciendo, revolución dentro de la revolución”, finalizó.
La decisión de Maduro pone en una situación crítica a casi medio millón de venezolanos que residen en Ecuador. Ahora no tendrán sede diplomática para solicitar o renovar documentos personales y se tambalea la posibilidad de ejercer su derecho al voto
El pasado 13 de abril, Nicolás Maduro aseguró que la pena de cadena perpetua sería para "corruptos y traidores de la patria". Para ello, buscará impulsar la reforma de la Constitución, que hasta ahora solo admite una pena máxima de 30 años. ¿Qué hay detrás de esto?
El lunes pasado, Petro criticó la inhabilitación de opositores de cara a las presidenciales venezolanas. A diferencia de Estados Unidos y algunos otros gobiernos de América Latina, el presidente colombiano había evitado cuestionar los comicios
