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Maduro estira por decreto sus superpoderes económicos

El régimen de Nicolás Maduro prorrogó por 60 días un decreto de emergencia económica que data de 2016. Mantiene así los poderes absolutos que han permitido al heredero de Hugo Chávez exhibir la única hiperinflación del mundo en años recientes, y propiciar la peor destrucción de la economía registrada por país alguno en tiempos de paz en la historia contemporánea

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El gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, se aprobó a sí mismo una nueva prórroga, esta vez por 60 días, de un decreto que declara el «Estado de Excepción y de Emergencia Económica, en todo el territorio nacional». Esto supone mantener plenos y absolutos poderes para intervenir sin contrapeso en la vida de millones de venezolanos.

La nueva prórroga del decreto 4.194 está publicada en la Gaceta Oficial extraordinaria N° 6.534, fechada este 4 de mayo. El documento comenzó a circular por medios electrónicos en la noche de este viernes 8 de mayo.

El decreto se explica por «las circunstancias extraordinarias en el ámbito social, económico y político, que afectan el orden constitucional, la paz social, la seguridad de la Nación, las instituciones públicas» y los habitantes de Venezuela, dice la introducción del texto.

«A fin de que el Ejecutivo Nacional adopte las medidas urgentes, efectivas, excepcionales y necesarias, para asegurar a la población el disfrute pleno de sus derechos, preservar el orden interno, el acceso oportuno a bienes, servicios, alimentos, medicinas y otros productos esenciales para la vida».

«La constitucionalidad» del decreto será aprobada por el Tribunal Supremo de Justicia. Como en ocasiones anteriores, ese mero trámite se da por sentado. El organismo está bajo control del propio Maduro y de su Partido Socialista Unido de Venezuela.

Según la Constitución vigente, estos decretos de excepción deben ser aprobados por la Asamblea Nacional (Parlamento). Pero Maduro y el resto del chavismo desconocen la existencia del Poder Legislativo independiente, desde que en 2015 la oposición conquistó en elecciones la mayoría absoluta de los escaños.

Más de lo mismo

Expertos juristas explicaron que se trata del mismo decreto que data de 2016 y es empleado por Maduro desde su presidencia terminada en 2019.

El propio gobernante insiste en que la economía venezolana está bajo su poder, de él mismo en persona, como máximo responsable de todas las decisiones.

En Venezuela no opera formalmente un gabinete económico a la usanza de otros países, o como lo había en el período democrático terminado en 1999.

La foja de Maduro en las artes de la política económica no es nada buena: Venezuela registra la única hiperinflación del mundo en la historia reciente.

Desde 2013, cuando asumió el heredero de Hugo Chávez, esta hoy ex potencia petrolera ha perdido tres cuartas partes del tamaño de su economía, expresada en el Producto Interno Bruto (PIB, o suma total de riqueza en forma de bienes y servicios).

En medio de la pandemia

«Ya sabemos que el régimen, independientemente de lo que aparezca en una gaceta, hace y hará lo que le da la gana», dijo otro experto abogado, asesor de firmas internacionales.

Entre las consideraciones, el decreto dice que «el Gobierno Bolivariano adoptó medidas como la reconversión monetaria, el anclaje de la moneda nacional al Petro (una moneda virtual) y el Plan de Ahorro en Oro, en el marco del Programa de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad», dice.

Afirma que esta política va en beneficio de los venezolanos, de la economía nacional y procura del desarrollo perdurable y sostenible.

«Hasta restablecer satisfactoriamente la producción, distribución y comercialización de los bienes y servicios estratégicos para la satisfacción de las necesidades esenciales para la vida».

Es la primera prórroga de estos superpoderes de Maduro en medio de la crisis mundial provocada por la pandemia del nuevo coronavirus.

El planeta está sumido en una depresión económica general, con caídas récord de las economías más importantes.

Los precios del petróleo, producto del que dependen casi exclusivamente las cuentas externas de la economía venezolana, se han desplomado a niveles récord. La cesta venezolana tiene  un precio inferior a su costo de producción, mientras la producción de Pdvsa se mantiene en mínimos en casi 80 años.

(Cuadros comparativos elaborados por el bufete PTCK-Legal)

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