Nicolás Maduro afirmó este lunes que defenderá "con su vida" el llamado proceso revolucionario en Venezuela y recalcó que no dejará el poder, a pesar de la falta de reconocimiento internacional y de la compleja situación que enfrenta su gobierno en jaque.
Durante un encendido discurso en el Cuartel Páez de paracaidistas en el estado Aragua, donde celebra los 27 años del intento de golpe de estado perpetrado por Hugo Chávez, el gobernante rechazó la posibilidad de que otra persona pueda gobernar a Venezuela.
A su juicio, solo el chavismo puede hacerlo y el único camino para Venezuela es aceptar su revolución, en una unión cívico militar.
El mandatario, que cuenta con el respaldo de pocos países del mundo, en su mayoría regímenes autocráticos y dictatoriales, busca por estas horas aferrarse más al poder militar.
Elogió al alto mando militar y político de su régimen y afirmó que el personal castrense es un grupo sólido que se rebela contra el Fondo Monetario Internacional y «los imperios del mundo».
“Me mantendré en el poder por los próximos seis años”, manifestó el gobernante que enfrenta una compleja situación ante el desconocimiento de casi 60 países del planeta y el rechazo popular por la usurpación de poderes el 10 de enero, cuando asumió su nuevo mandato.
Maduro fue electo el 20 de mayo en unos comicios convocados por una asamblea constituyente electa sin que previamente fuera convocado un referendo para que los venezolanos decidieran si querían una nueva constitución.
Esa asamblea le permite al heredero de Chávez gobernar con poderes absolutos y soberanos, por decreto.
El mensaje de este lunes fue dirigido especialmente a mostrar la supuesta fuerza y unidad en los componentes militares. En su discurso hizo varios guiños a sucesos históricos, manejados desde la perspectiva del chavismo. Incluso comparó la intentona golpista del 4 de febrero de 1992 con la gesta independentista de Venezuela que derrotó al imperio español de la mano del Libertador Simón Bolívar.
A su régimen lo identificó como el representante de la rebelión, de la Venezuela buena del honor y el decoro, en el que se lograron grandes éxitos y siguen enfrentando innumerables desafíos.
En su alocución Maduro calificó como mendicidad la ayuda humanitaria que pretenden dar Estados Unidos, países europeos y naciones americanas del Grupo de Lima. El dirigente chavista tildó de insanos mentales a los que apoyan los planes de ayuda humanitaria, agregó que están desesperados por hacerse con el poder, y dijo que él resolverá los problemas existentes.
El mandatario pidió a la población hacer una gran jornada de recolección de firmas contra Donald Trump, para entregarlas en la Casa Blanca. Enfatizó que se queda 6 años más y punto y pidió enfáticamente a las personas que jurasen defender la revolución e incluso dar la vida por el chavismo.
“Estoy preparado para la guerra en búsqueda de la paz”, afirmó y agregó que ya está listo para el despliegue de todas las Fuerzas Armadas para el 15 de febrero en las maniobras previstas y anunció que no se rendirá y luchará hasta el final en el caso de un conflicto armado, aunque aseguró que no hay razones para un ataque a Venezuela porque no hay «casus belli».
El ministro de la Juventud y Deportes, Mervin Maldonado, dio la noticia. "Ha cambiado de paisaje nuestro Francisco «Morochito» Rodríguez” y añadió: "Siempre estaremos orgullosos por tantas alegrías que le regaló a la patria, nuestro primer medallista de Oro Olímpico"
Dos meses han pasado desde que el gobierno de Maduro expulsó a la oficina de ONU-DDHH. Entonces, el chavismo consideró a sus representantes "un bufete particular de golpistas y terroristas". Ahora les "reabre" las puertas y dice colaborará a pesar de las diferencias
Que las personas en la frontera colombo venezolana cuenten con ciudadanía fronteriza, que usen la misma moneda y que la frontera esté abierta 24 horas son solo algunas de las propuestas iniciales de la Cátedra de Frontera, una iniciativa en la que participan universidades y organizaciones de ambos países
