Venezuela

Maestros express: el huevo de la serpiente

La próxima semana se inicia un nuevo año escolar, en medio de un contexto de incertidumbre ante la ruina de la infraestructura del sistema educacional, los altos costos de los enseres estudiantiles, y la carencia del personal docente quien decidió formar parte de la inmensa diáspora que estremece a toda la estructura social del país.

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A este cuadro apocalíptico se añade el alto costo de la vida, la desnutrición infantil y el derrumbe de los servicios públicos, que han impactado y motivado la deserción escolar en todos los niveles del sistema educativo, desde el preescolar, educación media y universitaria, lo que ha convertido las aulas en antros fantasmales, sin estudiantes, ni educadores, ni padres o representantes

En este año 2019 el régimen saca de la chistera, en medio del desconcierto político y social, su experimento de adoctrinamiento ideológico, los maestros Express, cuyo requisito para ejercer el cargo es ser militantes del Frente Francisco de Miranda, Chamba Juvenil, y Hogares de la Patria o simplemente ser integrantes del gubernamental PSUV, para desempeñarse como educadores sin tener la pedagogía ni la formación para desempeñar la noble función de docente.

El procedimiento de marras consiste en graduar en 450 horas, 20 días en cursos y talleres a docentes chimbos, quienes sustituirían a profesionales de la docencia que se formaron en universidades públicas y privadas, en pedagógicos universitarios, obteniendo un título de 4 y 5 años de estudio a partir del cumplimiento de un extenso programa curricular especializado.

El régimen usurpador se aprovecha de la deserción diagnosticada en un 30% del personal docente, es decir mas de 200.000 profesionales de la enseñanza, quienes se han visto obligados por las pésimas remuneraciones e incumplimiento de los contratos colectivos, a emigrar otros países, o a dedicarse a otros oficios domésticos para poder alimentar a sus núcleos familiares, cuyo desempeño les representa mayor ingreso que el recibido por impartir clases en cualquier rincón del país.

Ahora bien la improvisación y la piratería en la designación de estos maestros Express no reduce el peligro, éste se multiplica con el objetivo criminal de la tiranía, y es el adoctrinamiento de millones de niños y jóvenes, quienes serian “formados” a imagen y semejanza de los “pioneritos cubanos”, a quienes desde la infancia les inyectan un credo y una postración a un régimen totalmente contrario, a los principios de la civilidad, la libertad y la democracia, como conquistas de la humanidad.

Con este plan macabro y estas políticas destructivas del sistema educativo lo que se busca es completar la tarea, iniciada por allá a inicios de siglo XXI, con el Decreto Presidencial 1011, éste fue un decreto presidencial de octubre de 2000 en Venezuela promovido por el presidente Hugo Chávez, cuyo texto modificaba parcialmente el Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente, al crearse una nueva figura administrativa, la de los supervisores itinerantes, quienes tienen la potestad de intervenir discrecionalmente los centros educativos.

Medida que motivó movilizaciones nacionales bajo la consigna de “con mis hijos no te metas”, cuya orientación fue el punto de partida y detonante de las inmensas protestas que se extendieron hasta el 2002, cuyo desenlace fue la caída en abril 2002 del régimen imperante.

Esta amenaza ya concretada en la designación de los Maestros Express implica la más amplia movilización nacional, con la participación de todos los sectores: Sindicales, gremiales, académicos, empresariales, religiosos, padres y representantes, a toda la sociedad civil, orientados a enfrentar esta política criminal de adoctrinamiento de la infancia y la juventud venezolana, condenados a vivir en un país en penumbras y sin futuro.

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