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Madre de Yulimar Rojas confía en que su hija "traerá más medallas a casa"

Miles de espectadores y millones de televidentes celebraban el domingo la medalla de plata de Yulimar Rojas en el salto triple, mientras la joven atleta corría feliz con su bandera en la pista carioca. A la vez, detrás de un televisor en Anzoátegui, estaban sus fanáticos más importantes: su mamá, sus cinco hermanos y su papá de crianza. Los pilares de su vida. 

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Yulimar Rojas
Foto: AP

El domingo, la vida de Yulimar Rojas cambió para siempre. Con sólo 20 años, la nativa conquistó la presea de plata en el salto triple, y le regaló a Venezuela su primera medalla en los Juegos Olímpicos de Río.

Por unos segundos, todo el país enfocó su mirada en la jovencita de Pozuelos, que regresó al atletismo criollo al podio olímpico después de más de 60 años. El orgullo que embargó a sus seguidores fue indescriptible, y por horas sólo llovió alegría a través de las redes sociales.

Pero en Anzoátegui, una numerosa y unida familia celebraba más que toda Venezuela: la familia de Yuli.

“Fue muy emocionante, bellísimo”, expresó a El Estímulo Yulexcis Rodríguez, la mujer que parió a semejante atleta. “Nos reunimos todos en la casa para verla. Su esfuerzo y su desempeño como deportista nos daban esperanza”.

La progenitora confiaba plenamente en el talento de Yulimar, y asegura que verla triunfar ha sido de los momentos más hermosos que ha vivido. Sabía que su pequeña ganaría, porque ella misma, un día antes, se lo prometió.

“La vi un poco floja en la clasificación y me preocupé, porque sabía que tenía molestias en un tobillo. Pero ella me llamó y me dijo ‘Mamá, quédate tranquila. Yo voy por esa medalla para Venezuela’, y supe que estaba preparada para ganar”.

Y no se equivocó. Con un impecable salto de 14,98, Rojas se subió al segundo peldaño del podio, en apenas su primera participación en JJOO.

“Yuli es una muchacha muy disciplinada y, pese a sus 20 añitos, es bastante madura. Su carrera apenas empieza. Confío en que mi hija traerá muchas más medallas a casa, muchas más alegrías para el país”.

Una muchacha con guáramo

La fortaleza mental de Yulimar corre por sus venas. La heredó de su madre, quien confiesa que no ha sido sencillo tenerla lejos del hogar. “No fue fácil para mí cuando mi hija me dijo que se iba para España a entrenar. Fue una noticia muy difícil de asimilar, porque estaba acostumbrada a tenerla conmigo y verla todos los días”, relata.

“Me pegó mucho al comienzo, pero debí superarlo. Mi Yuli es una atleta de alto rendimiento, y llegar lejos es su meta. La apoyé sin pensarlo”.

Su partida a Madrid, donde inició su preparación de la mano del insigne cubano Iván Pedroso –multicampeón mundial y tercer mejor saltador de largo de por vida- fue un momento determinante en su carrera.

Desde entonces, la caraqueña criada en Anzoátegui, sólo ha crecido, sin nada que la limite, demostrándole al mundo que la flor que crece en la adversidad es la más hermosa de todas.

Su campeonato mundial en Portland, su salto de 15,02 metros en el Meeting de Madrid y su presea plateada en Río, sólo vaticinan gloria para la actual mejor exponente del atletismo venezolano, que apenas comienza su exitoso andar por el camino del olimpismo.

Yerilda, su fanática más importante

Yulimar no es la única atleta de la familia oriental. La joven, tercera de seis hijos, se ha convertido en el ejemplo a seguir de Yerilda, su hermana menor, que con 18 años ya destaca en el lanzamiento de disco e impulso de bala.

La joven representó al país en los Juegos Olímpicos de la Juventud Nanjing 2014, donde culminó tercera en la final B, y quedó 11ª en la modalidad de disco. Es la actual monarca juvenil en impulso de bala, y participó en el Mundial de Menores Cali 2015.

Este domingo, como el resto de sus hermanos, su madre y su padre, Pedro Zapata, festejó entre lágrima el triunfo de Yulimar.

“Estoy súper contenta por Yuli. Ella cumplió su sueño y el nuestro. Para nosotros, sólo por estar en Río ya era campeona. Pero verla ganar la medalla de plata fue increíble. No sabíamos si subiría al podio, por las molestias en el tobillo, pero ella lo logró”.

La muchacha, que se inició en el deporte al mismo tiempo que su hermana, no se contiene en halagos. “Ella significa mucho para mí. Es mi ídolo. Ahora, más que nunca, sé que si ella lo consiguió, yo también puedo”.

¿Su meta? Asistir junto a Yuli a los JJOO Tokio 2020. “Desde ya estoy entrenando fuerte para seguir sus pasos. Quiero que representemos juntas a Venezuela en los próximos Juegos”, dice, y le envía un emotivo mensaje a la imbatible triplista.

“Hermana, te amo. Eres mi ejemplo a seguir. No tengo palabras para describir todo lo que sentí cuando te vi ganar. Todo lo que reí y lloré. Ahora, te espero en casa para celebrar tu triunfo”.

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