Mariano de Alba explicó que esta estrategia debe sentar las bases mínimas para una nueva alternativa. “Esta debe demostrar que puede asumir la conducción del Estado de manera democrática y transparente"
La oposición venezolana planteó una consulta popular para el domingo 12 de diciembre. Seis días después de la realización de unas controvertidas elecciones parlamentarias que le devolvió al Psuv el control de la Asamblea Nacional, único bastión que se encontraba fuera del control oficialista.
Para Mariano de Alba, abogado experto en derecho internacional y relaciones internacionales, la consulta tendrá un impacto limitado y, aunque es necesaria, no será suficiente para ir construyendo un cambio democrático con apoyo de otros países.
“La consulta popular es un instrumento que tendrá relevancia a nivel internacional para constatar el apoyo de la gente a los factores opositores. Es importante constatar que una parte de los venezolanos sigue buscando rescatar sus derechos y garantías democráticas, pero su impacto será limitado. Es un paso importante pero no suficiente”.
Según el experto en relaciones internacionales se necesita mucho más para lograr que el impacto sea mayor.
“Primero, las respuestas a las tres preguntas son bastante obvias, no se está definiendo un radio de acción sino una continuidad de lo que se ha tratado. Segundo, más allá de la consulta y el resultado, el trabajo para el cambio es más complicado que responder esas preguntas. Tercero, hay que organizar a la población para definir una estrategia que convenza, que venza la apatía y la decepción y que haga creer que el cambio es posible”.
Mariano de Alba explicó que esta estrategia debe sentar las bases mínimas para una nueva alternativa. “Esta debe demostrar que puede asumir la conducción del Estado de manera democrática y transparente. Que deje atrás los delitos que hemos visto en Venezuela en los últimos años. Recordemos que la disposición al cambio disminuye cuando hay dudas sobre la alternativa que se presenta no sea un cambio real. Ese es un trabajo minucioso que hasta ahora no se ve de forma patente”.
Buena parte de los países del hemisferio occidental han criticado las elecciones parlamentarias del pasado domingo. Hasta ahora 44 países han rechazado esos comicios por lo que para Mariano de Alba esta tendencia hará que la misma carezca de reconocimiento.
“El no reconocimiento de las parlamentarias significa que, según la visión de la mayoría de los países del hemisferio occidental, el respeto a las garantías es importante y por ende no se pueden avalar elecciones sin que tengan las condiciones mínimas para que el voto cuente. Esto significa que esos países siguen reconociendo que la crisis obliga a soluciones urgentes que tengan como prioridad a los ciudadanos. Esas parlamentarias no contribuyen a resolver esa crisis”.
Horas después que el CNE anunció los resultados de los comicios, el Grupo de Lima, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea anunciaron que no reconocen a la nueva Asamblea Nacional por considerar que los métodos de elección fueron fraudulentos.
“Esos 44 países van a seguir pidiendo que se respeten las garantías democráticas. A medida que esto no suceda van a seguir limitando sus relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro y buscarán medidas diplomáticas para tratar de ayudar a que los venezolanos puedan tener un alivio parcial a la situación trágica que viven”.
El cinco de enero se tiene previsto que se instale la nueva Asamblea Nacional, por lo que el diputado Juan Guaidó ya no será parte de ella. Para el abogado Mariano de Alba todavía no se tiene claro qué papel jugará el dirigente político luego de esa fecha.
“Cuando el 5 de enero del 2021 finalicen los 5 años de la antigua Asamblea Nacional no está claro cuál será la posición de Guaidó para la mayoría de los 44 países que apoyan el regreso de la democracia en Venezuela. Solo tres países han dicho explícitamente que continuarán reconociendo a la AN del 2015 y por ende a Guaidó. Ellos son Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido”.
De Alba analizó que quizás la posición de esos países apunte a ampliar su radio de acción. “Lo más probable es que esos países sigan teniendo canales privilegiados con Juan Guaidó pero busquen ampliar sus contactos con otros opositores y sectores de la sociedad civil. Por otro lado no hay que olvidar, porque es algo que pesa mucho, que los aliados de Maduro que no creen en la democracia, como China, Rusia, Turquía, Cuba e Irán, lo seguirán apoyando. Eso le otorga un margen de acción bastante importante”.
El abogado agregó que en el contexto de crisis petrolera internacional que ha causado la invasión de Rusia a Ucrania, para el Gobierno es tentador dejar la puerta abierta de reinsertarse en el mercado occidental y para eso necesitará flexibilidad
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