Venezuela

Médicos Sin Fronteras vela por pacientes del hospital Vargas

El hospital Vargas de Caracas, con 128 años de historia de servicio médico y formación académica continua se ha visto afectado por la crisis sanitaria, con falta de agua, insumos de farmacia, quirófanos no funcionales, falta de personal y operatividad

ARCHIVO | Antonio Hernández
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Roiber tiene 11 años de edad, estudia sexto grado y desde hace un año practica fútbol, pero su verdadera pasión es el karate: es cinta marrón. La vida de Roiber dio un giro el 18 de enero, cuando de visita con su padre el fin de semana en Ciudad Caribia, estado Vargas, escuchó una discusión entre dos hombres, corrió a ver qué pasaba y una bala le atravesó la cabeza.

Su papá, junto con un compañero, lo llevó en moto al hospital Vargas de Caracas, uno de los más grandes de la capital.

En la actualidad, la unidad de terapia intensiva de ese centro asistencial tiene capacidad para 15 camas, de las cuales, a principios de enero, solo una estaba en funcionamiento, entre otras razones por la falta de ventiladores operativos.

“Esta situación limitaba el número de pacientes que podíamos tener hospitalizados, además de los pacientes urgentes que puedan necesitar terapia intensiva”, dice el doctor Argenis Portillo, jefe de Terapia Intensiva y subdirector del hospital.

Dos días antes de que Roiber recibiera la bala, la organización sin fines de lucro Médicos Sin Fronteras (MSF)  retornó a la Dirección del hospital nueve ventiladores mecánicos reparados. Eso que permitió aumentar la capacidad de atención en la sala de cuidados intensivos.

Progreso

MSF informó que Roiber ingresó a emergencias con un deterioro neurológico crítico. En ese momento, el hospital contaba con la presencia de un neurocirujano, un anestesiólogo y los equipos de soporte ventilatorio.

Una vez realizada la intervención, Roiber pasó a cuidados intensivos con apoyo ventilatorio invasivo acompañado de fármacos, que lo mantuvieron dormido para que pudiese recuperarse.

“El ventilador mecánico, indispensable para ayudar al paciente a respirar mientras está sedado y su cerebro en reposo, sumado a los medicamentos, fueron vitales. Sin eso el cuadro hubiera sido muy grave, porque un cerebro que no está en reposo no se recupera y posiblemente el paciente fallece; esas son las horas críticas de un postoperatorio de cráneo de esa complejidad”, agrega el doctor Portillo.

Karina Flores, madre de Roiber, esperaba sentada en una de las jardineras en el patio del hospital a que le dieran noticias sobre su hijo. “Hoy lo vi y abrió los ojos, mueve la mano pero es un proceso”.

Flores recibió apoyo psicológico de MSF, que además de contribuir en el hospital Vargas, opera el proyecto Salva, de atención médica y psicológica a víctimas de violencia sexual y eventos traumáticos.

Sólo después de 48 horas de sedación total tras la intervención, a Roiber le retiraron la ventilación mecánica y, gradualmente, la medicación.

«Sin complicaciones»

Se despertó respirando por sí mismo, sin complicaciones y bajo vigilancia neurológica. 72 horas después lo llevaron a la sala de hospitalización.

MSF califica la recuperación de Roiber como vertiginosa. El domingo 26 de enero ya hablaba, se movía y se tocaba la cabeza, pronunciaba su nombre y reconocía al médico que le “curó la cabeza”.

A tres semanas de iniciar las fisioterapias y mantenerlo bajo observación neurológica, Roiber cumplió 12 años. Recibió el alta médica el 15 de febrero.

Piden apoyo internacional

“MSF en Venezuela está trabajando en diferentes estados y en diferentes niveles, donde más se necesita. Creemos que los hospitales y centros de salud públicos son determinantes en la reducción de la mortalidad”, explica Isaac Alcalde, coordinador general de MSF en Caracas.

“El caso de Roiber es sólo un ejemplo de ello y de la necesidad de una mayor ayuda internacional para el sector público de salud”.

MSF contribuye en el tratamiento de pacientes del hospital Vargas desde junio de 2019. Interviene en la mejora de las áreas críticas de emergencia, trauma shock, bioseguridad, prevención y control de infecciones, cuidados postquirúrgicos y pediatría.

La organización médica ha hecho donativos de medicamentos e insumos, equipos biomédicos, agua y saneamiento.

Ofrece además asesorías técnica y apoyo logístico, que permiten una mejora en la calidad de la atención médica.

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