Dos semanas cumplen las enfermeras de distintos hospitales del área metropolitana en “paro indefinido” sin que hasta el momento, las autoridades del Ministerio de Salud tiendan puentes con este sector así como con los trabajadores.
En dos semanas, las exigencias no han cambiando. Por el contrario, son más fuertes: salarios dignos, dotación de insumos a hospitales y la liberación de un compañero detenido durante su jornada de trabajo en el Clínico Universitario, ubicado en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Desde una de las entradas de esa casa de estudio, las enfermeras de ese recinto advierten la posibilidad de una “renuncia masiva” que se está discutiendo a nivel nacional y que contaría con un 60 % de apoyo. La traducción de esa medida es que los hospitales se quedarían solos aunque desde el gremio advierten que el 40 % restante ya se habría ido del país ya que “nadie aguanta esta situación”.
“Merecemos un sueldo mejor que el de los militares. Merecemos beneficios. Ni siquiera tenemos seguro. Nosotros damos vida”, dice Merly Cañas, licenciada en enfermería del Hospital más antiguo del país.
Tanto ella como sus colegas denuncian que un sindicato “pro gobierno” se reunió en privado con el gobierno para firmar un contrato que ellas no reconocen pues no se sienten representadas por esa coalición.
Una tabla que contempla un salario de 3.316 bolívares más varios bonos que llegan hasta 30 millones de bolívares.
Las enfermeras exigen que el gobierno se siente con las autoridades del Colegio y Federación de Enfermeras. “Con eso no hacemos nada. Queremos que nos aumenten el salario mínimo”, argumentan.
“No nos vamos a callar. No nos vamos a cansar ni nos van a comprar con una caja Clap. Somos personal de salud”, sentencia Cañas, quien agrega que seguirán en la calle.
Para este lunes se esperaba que de distintos hospitales marcharan hasta el Ministerio de la Salud, sin embargó, la movilización fue suspendida porque las autoridades de la Federación esperaban reunirse con autoridades del Ministerio.
Enfermeras y trabajadores no descartan una movilización hacia el Palacio de Gobierno esta misma semana para exigir ser escuchados.
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El sindicato de enfermería Satse reitera en Halloween su pedido a las grandes empresas del comercio electrónico y grandes almacenes que no vendan disfraces que siguen recurriendo a la imagen «sexista y estereotipada» de las mujeres enfermeras.
El gremio de la salud es uno de los más golpeados, sobre todo los que trabajan en la primera línea. El presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera advierte que la cifra de muertos entre médicos y otros trabajadores sanitarios es alarmante.
En Venezuela los trabajadores de la salud que combaten la pandemia de covid-19 están desprotegidos en vida y después de la muerte. A la falta de quipos de protección, comida, abrigo y transporte se suma la certidumbre de saber que si caen enfermos no tendrán atención. Y si mueren, ni siquiera tendrán un hueco donde enterrarlos, o un horno donde su cadáver pueda ser cremado. Esta es la historia de una enfermera víctima de la negligencia más allá de la muerte.
