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México 3-1 Venezuela: La urgencia de un Plan B

Ante una muy joven y renovada selección mexicana, Venezuela deslució. En un amistoso de alto calibre, apenas a unos días del debut en la Copa América de Brasil, la Vinotinto dejó muchas dudas en su funcionamiento colectivo e individual. Las dudas se transforman en preocupación entendiendo que el once que saltó al terreno del Mercedes Benz de Atlanta es el grupo que se pretende sea titular en el campeonato continental.

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FOTOGRAFÍA: Cortesía MExSport

El partido sirvió para confirmar que el mismo once que derrotó a Argentina en el Wanda Metropolitano es el que irá a luchar por los puntos en las competiciones oficiales. Mikel Villanueva se confirmó como el acompañante de Osorio en el eje de la zaga, confirmando así al tachirense entre los titulares, quizá la única duda que había en identificar el equipo titular. Josef Martínez fue al banco en su casa, lo que indica cuán importante es el esquema táctico para Dudamel: el 4-1-4-1 o 4-3-3 donde no parece haber espacio para dos jugadores que actúen como delanteros natos.

México hizo un partidazo e hizo quedar mal parado a Venezuela en diversas facetas. Los laterales cubiertos por Ronald Hernández y el mismísimo Roberto Rosales se vieron desbordados en una cancha sintética donde el pique del balón parecía afectar más a los nacionales que a los mexicanos.

Venezuela daba muestra de nervios e imprecisión en los balones bombeados al área y a la postre serían los causales de los goles del rival. Osorio tuvo quizá su presentación más baja desde que se ganó el lugar como titular, pero con un equipo que se partía en ocasiones, era difícil que los cuatro del fondo pudieran aguantar el aluvión de jugadores mexicanos que, llenos de movilidad, desarticulaban el sistema defensivo nacional.

Y en ese aspecto hay que hacer ajustes. Hay que ser más precisos. Dudamel quiere a una Venezuela más atrevida y por eso se ve a los interiores (Yangel Herrera y Tomás Rincón) pisando con más insistencia el área rival, aumentando el volumen ofensivo, incrementando la cantidad de futbolistas que generen peligro. Y en un ataque colectivo, llegó el 1-0 producto de una pelota que sorprendió hasta al propio autor, John Murillo.

México, fiel al estilo de Tata Martino, igualó pronto las acciones aprovechando las dudas defensivas, ese mal que parece no encontrar una cura en este trayecto de partidos amistosos, donde salvo algunas excepciones, no se ha fijado un funcionamiento que brinde seguridad y tranquilidad ante los embates rivales. El juego de apoyo de los futbolistas de zona media no está siendo el mejor y los rivales aprovechan las espaldas de los laterales y la propia zona media para penetrar el sistema defensivo y hacer daño.

La preocupación se incrementa cuando la alternativa táctica no parece ser clara. El seleccionador intentó en el segundo tiempo darle un vuelco con la presencia de Añor como hombre más libre, sin ajustarse a la banda, y ahí pareció mejorar Venezuela. El jugador del Huesca fue el más incisivo y aportó mayor dinámica al acostumbrado ataque con las balas por los extremos. En su posición natural, acercó a Venezuela al arco contrario y dio más sensación de peligro, pero será ese el Plan B de Venezuela, ¿el de jugar con un enganche sacando a un medio? No queda claro y es necesario encontrarlo porque si bien con este sistema se han hecho grandes presentaciones (como el 3-1 a Argentina) cuando es descifrado por el rival se hace monótono y pierde efectividad.

Savarino también aportó frescura, aun cuando la efectividad fue nula, pero la preocupación aumenta con la insistencia de usar a Peñaranda. A la ya criticada presencia del jugador que tan poca continuidad tuvo en su club, se incendia la casa cuando el jugador no ha podido demostrar en el campo el espaldarazo que le ha dado Dudamel. La insistencia no le da la razón al seleccionador en la polémica elección. Al contrario, ha quedado en evidencia que su estado físico no le alcanza para llegar al tope a la Copa, retirándose dos veces lesionado en un muy corto período de tiempo en el campo. Si su lesión no es lo suficientemente justificable para que dé su lugar a otro futbolista en la Copa América, pues parece que Venezuela perderá un cupo si mantiene a Peñaranda en la lista. Las próximas horas serán vitales para saber si sigue. De no ser así, Soteldo sería, seguramente, el hombre que le supla en el plantel.

Un Plan B urgente y entender que Peñaranda no está demostrando tanta confianza que le han dado. Decisiones que necesitan respuestas inmediatas. Contra Estados Unidos el domingo, algunas respuestas se encontrarán.

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