Venezuela

Miedo, militarización y amenazas: Las cartas del chavismo ante el 1S

Detenciones, amenazas, marchas, vigilias, despliegue militar en iglesias y parques. El Gobierno eleva el tono a medida que corre el tiempo para asumir la llamada Toma de Caracas. El chavismo asegura que enfrenta un golpe de Estado a cámara lenta, mientras que la oposición toma la manifestación del jueves como el punto de partida de una nueva fase de protestas por el referendo revocatorio. Venezuela vive horas de máxima tensión. El Gobierno aumenta sus acciones contra sectores de oposición, a los que acusa de buscar violencia para activar un golpe de Estado. El antichavismo niega toda intención violenta y dice que la convocatoria del próximo jueves busca presionar por el referendo revocatorio a Nicolás Maduro. Si la consulta fuera hoy, el jefe de Estado lo perdería con 65% de los votos, según la firma Delphos.

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FOTOGRAFÍA: ANDREA HERNÁNDEZ

El chavismo, por lo visto, tiene mucho que perder.

Según Colette Capriles, psicóloga social, filósofa y escritora, las recientes acciones del Gobierno forman parte de «una estrategia política» que niega dirimir el conflicto por los canales legales. Por ello, el chavismo tiene un discurso que busca «pasarse al tablero de la confrontación política», añadió la profesora universitaria en declaraciones al Circuito Éxitos. Para Capriles, el objetivo del Gobierno es hacer creer que la crisis política no se va a resolver por la vía institucional. Afirmó que la provocación es un mecanismo que está siendo usado para enfrentar la convocatoria del primero de septiembre. Pero hay otras estrategias. El oficialismo ha sacado varias en las últimas horas. Y estas son:

Miedo

Esta es una emoción primaria que ocurre cuando el individuo está ante una situación de amenaza o peligro inminente. Jerarcas del chavismo han elevado sus amenazas contra los sectores que, en su opinión, buscan promover el golpe de Estado con la ayuda de Estados Unidos. Aristóbulo Iztúriz y Diosdado Cabello coinciden en acusar a la oposición de «buscar un muerto» en Caracas, por lo que advierten que defenderán con sangre a la revolución: «Primero nos matan antes que quitarnos esta revolución. No vamos a caer en la trampa, vamos a seguir con nuestra revolución”, dijo el vicepresidente el domingo en tono desafiante.  Jesús «Chúo» Torrealba aseguró a la agencia AP que las horas previas a la marcha son de «peligro» aunque descartó violencia en la jornada del jueves. «El 1 de septiembre no es el final de nada. Es el inicio de un proceso, de una fase que será muy probablemente definitiva en esta crisis política», expresó.

Militarización

Un amplio despliegue militar y policial activó el Gobierno en Caracas y sus alrededores. La presencia de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional  se siente en calles, autopistas, parques nacionales y hasta en templos religiosos. Rafael Uzcátegui, director de Provea, acusó al chavismo de violar el derecho a la protesta y de las prácticas religiosas. «En un Gobierno que se califica como democrático y participativo; ésto es extraordinario y revela el desvío autoritario en el cual el gobierno de Nicolás Maduro se ha involucrado”, denunció el activista a El Estímulo. La militarización supone la presencia de agentes cerca de puntos de concentración de la jornada del jueves: los alrededores de Parque del Este y del templo mormón de Caurimare. También supone el despliegue en zonas boscosas cercanas a Caracas, donde opositores podrían tomar para evitar bloqueos en las vías terrestres. «Espero que la militarización no frene la marcha, pero creo que el Gobierno está haciendo todo lo posible para intimidar y disuadir a la población para que no participe en la manifestación pacífica. El principal mensaje es el de la intimidación y la violencia simbólica. Espero que la demostración democrática y la necesidad de cambio sean superior a estas amenazas”, expresó Uzcátegui.

Persecución

El oficialismo desplegó una ofensiva contra algunos sectores opositores, en especial, contra quienes dirigen el partido Voluntad Popular. El partido naranja denunció el lunes 118 casos de amenazas contra sus militantes y dirigentes que, según sus voceros, se han incrementado en las últimas horas. La detención en la víspera de Yon Goicoechea en Caracas, cuyo paradero es desconocido por su abogado y su esposa, es la última acción de la policía política Sebin contra activistas de esa organización. El traslado del preso político y dirigente de VP, Daniel Ceballos, de su casa a la cárcel de San Juan de Los Morros también se registró ante el peligro de fuga. “Para nosotros es un honor que esta dictadura narcotraficante y comunista nos está persiguiendo. Eso significa que estamos haciendo lo correcto”, escribió en Twitter el dirigente de la tolda, Freddy Guevara.

Cierres por tierra y aire

El Gobierno ha limitado el libre tránsito por aire y tierra en las últimas horas. El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil vedó hasta el 5 de septiembre la entrada de aeronaves privadas al territorio venezolano, mientras prohibió el uso de drones sobre los cielos caraqueños el jueves. La mayor militarización de las vías terrestres que comunican a la capital está generando retrasos en los últimos días. Voceros de la Unidad no descartan el bloqueo de calles y autopistas durante la movilización. Autoridades del ministerio de Tránsito Terrestre anunciaron trabajos en la Autopista Regional del Centro, por donde se esperan movilizar activistas para la marcha. El Metro de Caracas prometió operar con normalidad el jueves, aunque se registran cierres en algunas salidas de importantes estaciones, como Chacao, por trabajos en las escaleras mecánicas.  El bloqueo simbólico del municipio Libertador para la oposición también será utilizada por el chavismo el día jueves. Daniel Aponte, jefe del Distrito Capital, ha repetido como un mantra que la oposición no marchará por el municipio por no tener los permisos.

Marchas y contramarchas

El Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) prevé desplegar importantes movilizaciones esta semana en varias partes del país. El chavismo organizó vigilias para el miércoles en varios sectores del municipio Libertador, mientras espera activar una concentración en Plaza Venezuela, informaron fuentes del oficialismo.  «No estamos dispuestos a poner la otra mejilla», advirtió el dirigente Darío Vivas. En los últimos días,  se han registrado amedrentamientos contra los grupos organizados de la oposición que caminan hacia Caracas para la movilización del jueves.  Retenciones y lacrimógenas han sufrido quienes intentan llegar a Caracas el jueves, según reportes de prensa.

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