Opinión

Mineros de Guayana es Venezuela

El fútbol venezolano es como Mineros de Guayana. O mejor dicho, Mineros es como el país. Su manera de conducirse encarna todos los vicios que hacen del país un espejismo, una burbuja.

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Nadie sabe a ciencia cierta de dónde salen los fondos para mantener una de las plantillas más caras del torneo local; nadie conoce los criterios futbolísticos según los cuales se contratan jugadores, y nadie puede dar fe de la existencia de una planificación que suponga la permanencia del equipo en el tiempo. Más grave aún es que no han desarrollado talento emergente y sus futbolistas juveniles ven frenada su evolución por esa política de fichar a golpe de chequera. Mineros es Venezuela.
Despedir a Richard Páez entra dentro de la lógica del fútbol, siempre y cuando aclaremos que en el fútbol no existe la lógica. Más allá de la locura criolla encarnada en la eterna inamovilidad laboral que tanto daño le ha hecho al país, todo trabajador sabe que en cualquier momento puede ser relevado de su cargo. Esto también pasa en el fútbol y se magnifica en el ámbito de los entrenadores; por ello, los técnicos trabajan con la maleta hecha por si acaso.

Volvamos a la lógica. Ésta no se aprecia en el juego y mucho menos en las acciones de quienes se hacen llamar dirigentes. El cese del conductor merideño y su cuerpo técnico estaría dentro de los parámetros del razonamiento común del fútbol si no fuese por cómo se llevó a cabo. El caso lo explicamos en El Estímulo la semana pasada, pero ahora hay que sumarle lo que todos preveíamos con la llegada de los nuevos conductores: un profundo menosprecio por la conducción anterior.
En la página oficial de Mineros de Guayana se encuentran las siguientes declaraciones del nuevo entrenador negriazul Marcos Mathías: “Debemos mejorar la preparación física, ajustar sobre las marcas, los parámetros que sirven para responder y el equipo pueda mejorar y desarrollar todo su talento”e. La afirmación es desafortunada porque con el trabajo del anterior preparador físico, Jorge Durán, este equipo logró un 63,37% de los puntos en juego; fue campeón del Torneo Apertura; subcampeón del Clausura y se quedó a un gol de ganar la estrella. ¿Cómo explica Mathías que sus malos resultados – dos derrotas en dos partidos- son producto del estado físico de los futbolistas?

Los números no mienten y nos recuerdan el camino hacia la verdad, que no es otra que el juego.

Friedrich Nietzsche decía que “sin capacidad de olvido no puede haber ninguna felicidad”. La dirigencia pide desconocer el pasado reciente a cambio de promesas, muchas de ellas hechas sobre algún bidet. Es como el país; es como todo.

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