Venezuela

Mujeres en la frontera: "Nos mueve el llanto y el hambre de nuestros hijos"

Luego de librar la acción que las llevó a cruzar la frontera en busca de comida desde Táchira hacia Colombia, las mujeres de blanco se niegan a ser señaladas de obedientes al mandato de agrupaciones o jefes políticos. Aseguran que la situación que viven quienes habitan los pueblos fronterizos es inaguantable, por lo que hacen un llamado a los gobernantes para abran el paso binacional.

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Texto por: Rosalinda Hernández C.

El grupo “Mujeres de Blanco de la Frontera” rechazó el pronunciamiento hecho por el director de Seguridad Ciudadana de la gobernación del Táchira, Ramón Cabeza, quien aseguró que la acción ejecutada el pasado martes 5 de julio por las damas tachirenses responde a un mandato programado y dirigido por la diputada a la Asamblea Nacional (AN), Laydi Gómez, y la activista Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López.

“Nosotros en ningún momento nos hemos reunido con esas señoras. Ni ellas han venido a Ureña, ni nosotros hemos viajado a Caracas. Las conocemos porque son  figuras públicas pero no existe amistad, ni relación alguna entre las Mujeres de Blanco de la Frontera con alguna de ellas”, sentenció Gloría Rodríguez, dirigente vecinal y una de las cabezas más visibles de la organización.

Rodríguez objetó las declaraciones del jefe policial en nombre del grupo conformado por más de 500 damas, quienes decidieron en silencio, pero con empeño y organización, abrirse paso para llegar a la población de Cúcuta en busca de lo que en Venezuela escasea.

Negó rotundamente haber recibido asesoría de algún partido político. “Con nosotras la política cero, nosotras somos parte de un pueblo que sufre los embates de casi un año de cierre de frontera. Actuamos ante el llanto y el hambre que sufren nuestros hijos y familia. Lo que hemos hecho nada tiene que ver con algún grupo político”, vociferó de manera tajante la luchadora social.

– El desafío subió la adrenalina –

Para Gloria, la acción lograda al cruzar la frontera para comprar comida y medicamentos en Colombia, es un hecho inédito que “pasará a la historia como una gris realidad de lo que ha vivido el pueblo venezolano”.

“Apenas crucé la línea que separa a Venezuela de Colombia,  en la mitad del puente Francisco de Paula Santander, lo primero que hice fue abrir los brazos, extenderlos al cielo y gritar ¡Bendito sea Dios! Gracias Colombia por recibirnos”.

Dice que prefirieron mantener el evento lo más callado posible para evitar que algo saliera mal, “teníamos mucha precaución de no hacer bulla para que no llegaran las cosas a oídos de quienes no tenían que oírlo”.

Se venían reuniendo calladas, se pasaban el mensaje en cada comunidad, entre familiares, vecinas y amigas, todo era entre mujeres.

“Nos reportábamos entre las mismas mujeres, somos varias las que organizamos la salida hacía Cúcuta. Decidimos vestirnos de blanco porque es el color de la paz y eso es lo que nosotras buscamos. Jamás confrontar”, añadió Gloria.

mujeres Ureña 1

– Solitas era mejor –   

Muy temprano y con el corazón en la mano, aseguró la tachirense, fueron llegando las convocadas a la plazuela de la localidad de Ureña, a unos 200 metros de la aduana subalterna y del puesto de control de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

No aceptamos a ningún hombre y menos el apoyo de organizaciones políticas. No es por nada malo pero era mejor hacer las cosas solitas. Aquí en Ureña y en San Antonio se han hecho concentraciones y marchas que nada han logrado para reabrir el paso, al contrario han generado más problemas. Lo de este martes fue un éxito total porque no participó sino el pueblo”, explicó la mujer que aún se oye agitada tras haber cumplido el cometido.

Gloria Rodríguez, manifestó estar satisfecha de la organización que representa,  de la prudencia y discreción que manejaron las mujeres de la frontera hasta alcanzar lo previsto.

“Lo organizamos varias, yo tengo experiencia porque he formado parte de consejos comunales, asociaciones de vecinos y he sido una líder en mi barrio. Todo el pueblo de Ureña me conoce y sabe que mi lucha ha sido limpia y por lo justo. Eso vale para la organización y conseguir que nos sigan”.

– Felicitó a los militares venezolanos –

La mujer que sobrepasa los 60 años, muy conservada, con ímpetu y energía a flor de piel, en tono desafiante y claro dio su agradecimiento a los militares venezolanos por haberse portado a la altura de las circunstancias.

Acomodando un cintillo de colores que adorna su castaña cabellera, Gloría no dudo en decir que “el comportamiento de los militares fue exitoso. Lo hicieron muy bien, se comportaron a la altura, tanto los venezolanos como los colombianos”.

Insistió en que el trato recibido por los uniformados fue respetuoso en todo momento, no hubo atropellos, ni malos tratos del pueblo hacía ellos, ni de ellos hacía las mujeres.

“Nos decían: tranquilas que todo se va a solucionar. Yo les dije tengan consideración del pueblo que somos nosotras, representando a sus madres, esposas e hijas. Ellos (los militares) solo guardaban silencio y nos miraban a la cara”.

La representante de las “damas de blanco de la frontera”, aseguró  que los funcionarios de seguridad las entendían porque ellos les manifestaron las mismas necesidades. Cuando cuelgan su uniforme se tienen que a las colas en los supermercados para comprar alimentos que no consiguen.

De acuerdo a la mujer de frontera: “Los guardias nos dijeron que ellos también pasan la misma situación que nosotros. No hay nada que criticar de los militares venezolanos y en cuando llegamos a Colombia, los de allá nos recibieron con aplausos, nos estaban esperando, parece que ya se había corrido la voz de que llegaríamos”.

mujeres Ureña 2

– Cumplieron su cometido –

Arroz, azúcar, leche, papel higiénico, toallas sanitarias, jabón, papelón y granos, fueron parte de los productos que cargaron las “Mujeres de Blanco de la Frontera”, desde Cúcuta, sin ningún inconveniente por parte de la Dirección de Aduanas Nacionales (DIAN) de Colombia, hasta Ureña, de retorno.

“Ningún producto de aseo personal se consigue aquí. Lo poco que hay es a precios muy altos porque los tienen los vendedores informales que pasan por las trochas desde Cúcuta para revenderlos aquí”, precisó Rodríguez.

Detalló que un kilo de arroz lo venden en Ureña a 4.000 bolívares, mientras pasando la frontera se encuentra en 800. En la ciudad colombiana se vende el kilo de pollo en 1.800 bolívares y en Ureña en 2.800, el papel higiénico de 18 rollos se compra allá en 5.000 bolívares y en la población fronteriza apenas uno de cuatro rollos sale en 3.000.

Indicaron que la situación de desabastecimiento y crisis alimentaria que se ha apoderado de los municipios fronterizos, luego del decreto presidencial del 19 de agosto de 2015, que  dejó clausurado el paso entre Venezuela y Colombia, es inaguantable.

Rodríguez aprovechó la entrevista para enviar un mensaje al presidente Nicolás Maduro y al Gobernador del Táchira, José Gregorio Vielma Mora.

“Maduro y Vielma, en la noche cuando ustedes se vayan a dormir y pongan la cabeza en la almohada, piensen en todos los sufrimientos que están pasando los habitantes de la frontera. Reflexionen y abra la frontera ya, ¡dejen el capricho!”.

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