Mujeres y activistas piden despenalizar el aborto en Venezuela (+Fotos)

Eleany Maldonado es una mujer de 27 años de edad que vive un una población del estado Miranda. Está casada y es madre de 2 niños, su hija tiene 7 años y su hijo 4. Ella se unió a sus compañeras para formar parte de la marcha que planificaron organizaciones feministas con el fin de exigir la legalización del aborto en Venezuela.

Su argumento es uno: “Yo sí estoy de acuerdo con la despenalización del aborto. Especialmente en estos tiempos donde se ven tantos casos de violaciones; de agresiones contra las mujeres; de familias que no tienen las condiciones para criar niños no planificados. Yo sí creo que la mujer tiene derecho sobre su cuerpo y debe permitírsele interrumpir un embarazo que no desea”.

Indicó que la legalización del aborto tiene que venir acompañada de una campaña de sexualidad responsable y de entrega de anticonceptivos de forma masiva para evitar se sigan presentando los casos de embarazados indeseados en el país.

“En mi caso, yo tengo dos hijos, la niña fue planificada junto a mi esposo, pero el niño no. Quedé embarazada por presentar problemas hormonales. Tenía un aparato y se movió de su lugar. Me enteré de mi embarazado cuando ya tenía 5 meses y pasábamos una crítica solución económica, ambos estábamos desempleados. Tuvimos el niño, pero si hubiera tenido la oportunidad, me hubiese hecho un aborto”, señaló Maldonado.

Dice que hace falta mejorar la educación sexual para los jóvenes. Señala que hay que explicarles que al tener un hijo les cambiará la vida, y que nada será lo mismo.

Hasta la Asamblea Nacional

El punto de encuentro de las activistas fue la plaza Morelos, en Bellas Artes. De allí partió la marcha rumbo a la Asamblea Nacional, en donde se entregaría un documento para exigir la legalización del aborto. El mismo alegaba, entre otras cosas, que las mujeres deben tener el derecho de decidir sobre su cuerpo y que la sociedad no les pueden imponer una maternidad no deseada.

Los grupos feministas no solo estaban integrados por mujeres, también se unieron a la caminata varios hombres, siendo uno de ellos Fernando Aranguren.

“Soy integrante de la ONG de Hombres por la dignidad y la igualdad. Estamos aquí apoyando a las mujeres para que reconquisten sus cuerpos, ya que las leyes les impiden la libertad individual, impiden la libertad del cuerpo. Es necesario que, tanto hombres como mujeres, tengamos libertad de nuestros cuerpos. El estado impone la maternidad como una forma de opresión. Además tenemos las cárceles llenas de mujeres que se practicaron un aborto, pero las personas que lo ejecutaron, ninguna está privada de libertad”, denunció Aranguren.

Señala que es necesaria la Reforma del Código Penal, que se actualice a las necesidades actuales, y se respete la decisión de las mujeres de ser madres o no.

En la caminata hasta la Asamblea Nacional, las mujeres gritaban consignas a favor del aborto. Exigían asistencia médica para realizar el proceso y eliminar las sanciones. Algunas madres llevaban a sus niños en brazos mientras pedían respetar el derecho a sus cuerpos.

Yulipsa Rada es integrante de la brigada Feminista Latinoamericana y junto a otro grupo de jóvenes pedía por el derecho a decidir la interrupción de los embarazos.

“Yo no soy madre, pero conozco de casos de mujeres que han sido violadas y han quedado embarazadas y, aun sin desearlo, la sociedad las obliga a ser madres, no les respetan sus derechos”, señaló Rada.

Todo es cuestión de clase social

Daniela Hinojosa, integrante de los movimientos Araña Feminista y Tinta Violeta, oenegés que organizaron la llamada ruta Verde, dijo a El Estímulo: “Mientras que el aborto sea criminalizado y penado por la ley, las mujeres van a seguir muriendo por abortos inseguros. Eso pone en riesgo la vida de la mujeres más jóvenes, pero al final esto termina siendo un tema de clases. Las mujeres con recursos tienen el dinero para pagar clínicas,; para comprarse todas las pastillas y tratamiento necesarios; pero las mujeres pobres no tienen esa posibilidad. Además van presas, pues siempre son las que llegan a un hospital con problemas por un aborto a medio terminar, colocando en riesgo su vida”.

Hinojosa considera que el aborto no debe ser un tema penal, sino algo que se debería debatir abiertamente, más allá de las creencias religiosas, en función de la salud pública de la mujer.

“Estamos pidiendo la despenalización , que se eliminen el tema del aborto en de los artículos 430, 431, 433 y 434  del Código penal, los cuales fueron escritos en 1.915. Mucho tiempo ha pasado. Han pasado dos constituciones y no han sido cambiados, hecho por el cual es necesario legislar sobre la educación sexual y reproductiva en Venezuela» señaló Hinojosa.

Educación sexual real

Sostiene que la Educación Sexual en Venezuela no ha dado los resultados esperados en Venezuela, ya que no es parte de una política integral.

“Aquí solo se puede medio educar, pues la educación sexual no ha entrado dentro del currículo de estudio formal. Se lo dejan a la consideración de los profesores para que ellos den la orientación, como ellos quieran. (Pero) no ha dado resultado, pues vemos que los índices de embarazos a temprana edad siguen siendo muy altos en Venezuela”, indicó Hinojosa.

La activista consideró que en el país tampoco existe una política para la entrega de anticonceptivos gratuitos a las poblaciones vulnerables, especialmente a los jóvenes. Destacó que no existen lineamientos definidos en la política de salud y las mujeres llegan a los centros de atención solo a parir.

“Algo han tratado de hacer las autoridades con abrir más Centros de Diagnósticos Integrales (CDI), con el Plan de Parto Humanizado, pero eso no es suficiente. Se siguen viendo niñas de 11 y 12 años obligadas a parir. En Venezuela, el 72% de los hogares venezolanos son comandados por mujeres solas, quienes deben tener el derecho de decidir la cantidad de hijos quieren tener, de forma responsable y eso se debe respetar”, indicó la representante de la Araña Feminista.

Maternidad deseada

Reiteró que la maternidad debe ser deseada y no impuesta por la sociedad, “y el derecho al aborto es una decisión responsable, las mujeres tienen el derecho de decidir sobre su cuerpo».

En cuanto a la posición de las distintas iglesias, sobre el tema del aborto, señaló que juegan a una doble moral y deben respetar el derecho de las mujeres a decidir. “Les pedimos a los representantes de las distintas iglesias, que no metan los rosarios, en nuestros ovarios”, resaltó Hinojosa.

Indicaron las protestantes que con los salarios de Venezuela es imposible cancelar los altos costos de las pastillas y demás métodos anticonceptivos.

«Yo gano $2 mensual y el paquete de pastillas anticonceptivas tiene un valor de $8 que no puedo pagar”, denunció una de las manifestantes.