Venezuela

Murieron las últimas dos toninas del Acuario de Valencia

Las últimas dos toninas que quedaban viviendo en el Acuario de Valencia fallecieron en menos de una semana. La primera en morir, el jueves pasado, fue la más joven de la antigua manada: Zeus. La noche del miércoles dejó de existir la mayor de estos delfines de agua dulce: Dalila.

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Texto: Tibisay Romero / Foto portada: Foto: Glamyr Lanz

Aunque aún no hay reporte oficial de la necropsia que efectuaron al macho Zeus desde la semana pasada, fuentes extraoficiales de la institución indicaron que ambos animales comenzaron a desmejorar en los últimos días –por razones no conocidas- pero al parecer nadie se percató que estaban comiendo menos pescado de lo que deberían por el peso de cada una.

En el año 2011, bajo el mandato municipal del alcalde pesuvista Edgardo Parra, murieron 4 toninas del grupo de 6 que vivían ex situ –en cautiverio-en el Acuario, lo que trajo consigo una serie de manifestaciones de la sociedad valenciana, en especial de los sectores ambientalistas que exigían mejor cuido de esta especie que es vulnerable.

Ahora, en el 2016 y bajo el gobierno del opositor Miguel Cocchiola, la historia parece repetirse. Las mejoras físicas en la institución que es ícono en Carabobo parecen no ir aparejadas con la garantía de vida de los animales –pese a los esfuerzos de un grupo de veterinarios que ahora ocupan estos espacios-, aseguran conocedores de la materia que prefieren esperar los resultados de las necropsias para opinar públicamente.

La experiencia con las toninas

Si algún aspecto ha quedado claro es la experiencia en el proceso de reproducción ex situ de la especie de delfín de agua dulce conocida como Inia Geoffrensis que se ha tenido desde hace muchos años en el Acuario de Valencia.

La vida de estos animales que pudo reproducirse en cautiverio, quedará registrada para futuras investigaciones científicas en esa materia, indicó el médico veterinario Ernesto Boede que fungió como un asesor del parque recreativo, desde 1986 hasta 2005. Boede es especialista en medicina y manejo de fauna silvestre.

Señaló de igual forma que en 2011 murieron 4 toninas por problemas de filtración y de las bombas que deberían garantizar la calidad del agua, además de los casos patológicos de los animales.

“Quedaba el macho Zeus que nació en cautiverio en el año 2005 en el Acuario de Valencia y ya tenía 11 años y 4 meses. La tonina Dalila debía tener aproximadamente una edad física de 45 años que fue capturada en el caño Guaritico y traída al Acuario en abril de 1987, era la más longeva a nivel mundial en cautiverio”, relató.

El deber ser de los Acuarios

Boede refirió que la Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios establece que hay 4 aspectos que deben atender los zoológicos modernos. “Deben cumplir con el propósito de recreación, educación, conservación –que asegura han adelantado en el Acuario de Valencia con la reproducción y cría exitosa de 4 ejemplares- y la investigación”.

Afirma que en el caso del acuario carabobeño, cumplen con estos 4 mandatos. “Lo que hay que decir es que esta institución no cuenta con el mantenimiento óptimo de pequeños cetáceos y especies de delfines de agua dulce o de río”.

Boede indicó que si se compara con instituciones de mayor renombre como Sea World, en Orlando y San Diego en Estados Unidos, o el zoológico de Duisburg en Alemania que aún mantiene una tonina capturada en el Orinoco, faltaría mejorar las condiciones, “sin embargo no se puede decir que somos de los peores acuarios tampoco”.

Las condiciones óptimas incluyen el programa de manejo que es la parte física, sanitaria y nutricional: la densidad, la proporción de sexo de los animales, la calidad del agua y la higiene, la preparación del alimento, las vitaminas, los entrenamientos que no son shows que enseñan la habilidad de la especie.

Zeus, el benjamín y sus compañeros

A Zeus, durante la necropsia, le consiguieron objetos que seguramente lanzaron los visitantes cuando acudían  al entrenamiento de estos cetáceos en las piscinas. Le consiguieron úlceras linguales, esofágicas y gástricas, congestión estomacal y 530 gramos de gastrolitos.

En el pasado, dos de estas toninas murieron por una gastritis ulcerativa causada por esos objetos que consumen y que lanzan algunos de los que asisten a ver los entrenamientos de los delfines de agua que era el plato fuerte de este acuario.

En una nota de prensa de la Alcaldía de Valencia se informó la semana pasada que el animal  murió y que fue sometido a la necropsia de rigor en la que participaron especialistas.

“Es una pérdida muy grande, no sólo para nosotros desde el punto de vista sentimental. El único sitio en el mundo que había podido reproducir animales en cautiverio era el Acuario de Valencia. Es una pérdida inclusive para toda la humanidad”, dijo Bruno Álvarez, presidente de la Fundación Juan Vicente Seijas Acuario de Valencia, en una nota informativa.

En enero de 2011 murió Ulises que tenía 28 años; al mes siguiente le siguió Artemis que contaba con 16 años; en marzo del mismo año falleció Penélope de 27 años y un mes después murió Helena de 15 meses.

Este miércoles pasadas las 7:00 pm dejó de existir Dalila. Ahora solo queda una tonina en cautiverio que es resguardada en el Zoológico y Acuario de Duisburg en Alemania.

Vitalis se pronunció

La organización ambientalista Vitalis emitió un pronunciamiento el miércoles antes de que ocurriera el último deceso de las toninas. En el mismo la directora de Vitalis en Carabobo, la bióloga Esmeralda Mujica, expresó su consternación por la situación que calificó como inaceptable.

Mujica que además preside la Asociación Venezolana de Zoológicos y Acuarios dijo que la única experiencia exitosa de reproducción de esta especie la tenía el Acuario J.V. Seijas de Valencia, “lugar en el que hoy en día las toninas mueren por causas que probablemente pudieron evitarse”.

La bióloga, que también fue directora técnica y asesora de la institución, recordó que siempre mantuvieron planes integrales de manejo de la especie, que incluía el lavado estomacal como tratamiento preventivo, el monitoreo de la calidad del agua y su sistema de filtración, el control veterinario riguroso cada 6 meses y el  suministro de medicamentos específicos para cetáceos en cautiverio.

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