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Obama guarda las formas sobre las bodas gays

El rechazo del Tribunal Supremo de Estados Unidos a pronunciarse sobre la legalidad del matrimonio homosexual ha sido para el presidente Barack Obama la mejor decisión que ha tomado la institución durante su mandato, según dijo en una entrevista publicada hoy por la revista New Yorker.

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Barack Obama

«De alguna manera, la decisión que se ha tomado para no hacer nada sobre lo que los estados están haciendo respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo puede llegar a ser tan consecuente -desde mi punto de vista, en un sentido positivo- como todo lo que se ha hecho», aseguró el mandatario.

El pasado 6 de octubre, el alto tribunal estadounidense declinó pronunciarse sobre la legalización del matrimonio homosexual a nivel nacional y las apelaciones de cinco estados que buscaban prohibir las bodas entre personas del mismo sexo.

La decisión por omisión provocó que en esos cinco estados (Virginia, Oklahoma, Utah, Wisconsin e Indiana) se pudieran oficiar bodas de manera inmediata.

Obama consideró que «esto realmente muestra que, aunque el Tribunal no estaba del todo listo (…), fue una señal emergente y potente de los cambios que han tenido lugar en la sociedad y de que la ley tiene que ponerse al día».

Los analistas creían que el Supremo iba a aceptar a trámite al menos uno o dos casos sobre el matrimonio homosexual en este nuevo periodo de sesiones para emitir así un fallo con implicaciones a nivel nacional antes de junio de 2015.

El matrimonio homosexual en Estados Unidos es legal en una treintena de estados y en el Distrito de Columbia.

El año pasado, con un fallo histórico, el Supremo declaró inconstitucional la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por su sigla en inglés), que lo definía como «la unión entre un hombre y una mujer» e impedía, por tanto, que los homosexuales casados en los estados donde es legal lograran reconocimiento y beneficios fiscales a nivel federal.

Obama, licenciado en Políticas en la Universidad de Columbia y en Derecho por la Universidad de Harvard, que posteriormente ejerció como profesor en la Facultad de Derecho en Chicago, habló también sobre la diversidad en el sistema de judicial estadounidense.

«Creo que hay algunos grupos que históricamente han estado infrarrepresentados, como los latinos y los asiaticoamericanos, que representan una porción de población cada vez mayor», indicó Obama.

«Así que -precisó-, para ellos ver a gente con toga que sea como ellos va a ser importante».

Durante su mandato, Obama nominó a la jueza Sonia Sotomayor para ocupar una silla en el Tribunal Supremo, quien al ser confirmada por el Senado se convirtió en la primera latina en formar parte de la más alta instancia judicial del país.

La revista señala que la composición de los nominados por Obama a los cargos de Justicia «es diferente a la de sus predecesores».

En ese sentido, recuerda que el 42 % de los magistrados que el actual presidente ha propuesto para las diferentes cortes del país han sido mujeres, frente al 22 % durante el mandato del republicano George Bush y al 29 % durante el también demócrata Bill Clinton.

En cuanto a si estaría dispuesto a ocupar un cargo en el Tribunal Supremo cuando acabe su segundo y, por ley, último mandato, Obama señaló que cuando acabó sus estudios universitarios decidió no entrar en la judicatura, «en parte porque era un estudiante mayor, pero también porque no creo que tenga el temperamento de sentarme en una corte y escribir opiniones».

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