Economía

Olalquiaga: Inflación desbordada es el reflejo de una economía enferma

Al insistir en las premisas de la Visión Venezuela Industrial 2025, Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria, propone un consenso nacional que permita construir las bases para la industrialización del país.

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En los últimos quince años, la política económica venezolana ha privilegiado importaciones a tasas de cambio subsidiadas en perjuicio de la producción nacional, que también ha estado impactada por expoliaciones, expropiaciones y nacionalizaciones, y por un control de precios que, en muchos casos, ha castrado la renta y ahogado a las empresas”, dijo Olalquiaga en su discurso de toma de posesión como presidente de Conindustria para el período 2015-2017.

El incentivo a las importaciones en detrimento de la producción nacional representó que la renta petrolera haya sido utilizada para generar desarrollo en otros países, en perjuicio del nuestro.

“El resultado para nosotros, los venezolanos, ha sido quedarnos con muy pocas empresas industriales, sin reservas internacionales y con un éxodo de talento, algo propio de un país en guerra y contrario a lo que ha sido nuestra historia contemporánea”, dijo.

Olalquiaga indicó que si se hubiera orientado el país hacia su sana administración en vez de su destrucción, los ingresos petroleros por un millón de millones de dólares percibidos en los últimos 10 años, “nos habrían dejado reservas internacionales por encima de los 500.000 millones de dólares, dado que las importaciones históricas estaban por el orden de los 19.000 millones de dólares anuales y la deuda externa apenas suponía un 10% del PIB versus más de 50% de hoy”.

El desabastecimiento, las colas y la inflación desbordada son la manifestación más clara, patética y cruel del empobrecimiento del país, de una economía enferma, indicó el dirigente industrial.

El nuevo presidente de la Confederación Venezolana de Industriales propone un debate en torno a la Visión Venezuela Industrial 2025: La Ruta, para crear un consenso nacional sobre temas fundamentales como tecnología, educación, infraestructura, marco regulatorio, estado de Derecho, derechos de propiedad, inserción de la pequeña y mediana industria, estructura macroeconómica, rol del Estado y la estructura laboral. “Temas que definen el tipo de país que queremos construir y que son la base de las políticas públicas y muy especialmente de las políticas económicas que deben dar sustento a este muy necesario desarrollo industrial”.

“Venezuela puede estar mejor y ahí está el reto de los industriales. Vamos a contribuir en la construcción de esa Venezuela cuyos calificativos sean libre, honesta, trabajadora, productiva, eficiente y tecnológicamente capaz para que nos brinde a todos oportunidades por igual”, señaló Olalquiaga.

La industrialización promueve trabajo formal y por ende decente, la formación de trabajadores especializados y por tanto educación; el trabajo decente y la educación son la base de una sociedad estable y organizada y una sociedad estable, organizada, educada, trabajadora y productiva genera bienestar y prosperidad, por ende riqueza.

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