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Opinión |Una generación de atacantes desperdiciada

No encuentro alguna referencia histórica que me permita aseverar que, en más de ochenta años de acción de la selección de Venezuela de fútbol, el combinado nacional haya podido presumir de tres atacantes juntos, en el mismo momento de la vida, del nivel de los que hoy ocupan su momento en nuestro país.

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Fotografía: Cortesía

Hoy, Venezuela tiene por primera vez tres goleadores de cartel, de diferentes características, sí, pero de innegable y contrastada prueba goleadora. El referente sin duda es Salomón Rondón: goleador histórico con 26 tantos, su convocatoria es imprescindible, no tiene sustituto. Es el hombre gol de Venezuela.

También están Josef Martínez, el goleador de la MLS y el futuro dueño del centro del ataque de la selección, Jan Hurtado, jugador que con casi 20 años ya juega con asiduidad en un grande del mundo como Boca Juniors, haciendo el gol de la victoria de Boca ante River en nada menos que una semifinal de Copa Libertadores.

Y uno aquí se refiere exclusivamente a números, a cifras, sin apelar a lo más importante: el talento innegable que cada uno de ellos tiene. Los tres son jugadores que fácilmente pueden ser titulares en la punta de ataque de Venezuela, por su real nivel. Y, de paso, aparecen jugadores como Fernando Aristeguieta, Andrés Ponce y Jhonder Cádiz, que complementan una zona en la que hay overbooking de oportunidades.

Ahora bien, solo podemos contar con uno (Salomón Rondón). Josef decidió no seguir mientras esté Rafael Dudamel en el banquillo y Jan Hurtado ya ha sido descartado de la selección de mayores en los dos últimos llamados para amistosos, por decisión exclusivamente técnica. Y así se ganó contra Bolivia y contra Trinidad y Tobago. Quizá el nivel de los rivales no haya provocado que les echemos de menos a ambos futbolistas.

Nunca Venezuela tuvo a más de un delantero centro descollante en un momento histórico. Ruberth Morán, Giancarlo Maldonado, Alejandro Moreno, Miku Fedor, Gianni Savarese. Cada uno en momentos distintos, pero sin un bagaje en ataque que a punta de goles los hayan hecho coincidir a más de uno como una pareja letal. No pasó nunca y hoy Venezuela tiene a hasta tres atacantes de alto calibre y solo usa uno.

En mi opinión personal, Dudamel ha debido ajustar el juego de la selección al hecho de aprovechar a dos monstruos como Josef Martínez y Salomón Rondón para que puedan estar juntos en el campo. Pero no, la idea de sólo utilizar un delantero centro ha sido la tónica y cuando estuvieron juntos en el campo fue por un tiempo muy corto, imposible de descifrar si son compatibles, si se puede trabajar un esquema adaptado a dos puntas. Eso no ha pasado y la conclusión siempre será una duda de cuál pudiera ser el poderío de Venezuela en ataque con dos animales del área como Josef y Salomón.

Quizá, como consecuencia de esa decisión, ha sido provocada la ausencia de Josef Martínez mientras Dudamel esté al frente de la selección. Criticable desde lo deportivo, pero consecuencia al fin de no haber espacio para ambos en la titularidad. Un tema que parece picar y extenderse sin que ninguna de las partes muestre un real interés en acercarse. Se desperdicia así, talento vital de cara al objetivo venidero que es clasificar al Mundial de Catar. No creo que una selección como Venezuela pueda darse el lujo de desperdiciar jugadores de las características de Josef si se quiere alcanzar dicha meta.

Sin embargo, es algo que mientras sea voluntad de Martínez no se podrá arreglar. Lo que sí puede solucionar Dudamel es darle oportunidades a Jan Hurtado, el delantero del futuro de Venezuela. Con un presente importante, donde cada vez encuentra más espacios en un equipo de talla continental y mundial como Boca, ha dejado de aparecer en las listas de convocados en la de mayores y se pierde así la oportunidad de contar con un futbolista de características cercanas a las de Salomón, además de no darle el roce internacional que necesita un futbolista a su edad para terminar de consolidarse como un hombre letal y útil para los intereses nacionales.

Creo firmemente que se está desaprovechando una oportunidad única de contar con tres atacantes de poder y que siempre será necesario que los tres estén, independientemente si son titulares o suplentes. No deben dejar de estar, su presencia es vital y son armas comprobadamente letales de cara a enfrentar a las duras defensas del continente en la próxima Copa América y eliminatoria mundialista.

Bajar la guardia, promover los puntos de encuentro, no desaprovechar las generaciones. Tenemos la mejor generación de atacantes en nuestra historia. Eso no clasifica, eso no da victorias, pero te acerca, te permite ser optimista. Es diferente.

Ojalá más temprano que nunca, podamos contar con los tres juntos sin problema. Como debería ser en un camerino sin conflictos.

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