Opinión

Tulio Hernández: "militares y guerrilla comparten el poder en Venezuela"

En su exposición en Ciudad de México afirma que los venezolanos no nos hemos hecho aún las preguntas correctas, al tiempo que nos hemos acostumbrado al inmediatismo de buscar salidas urgentes y rápidas, en lugar de comprender a fondo lo que sucede. Para el sociólogo y experto en cultura y comunicación Tulio Hernández, una de las conclusiones más relevantes a las que ha llegado en el último año sobre lo que acontece en el país, y aquello que nos diferencia de otros casos en el continente, es que en Venezuela ocurrió algo impensable: se unieron dos fuerzas que en Latinoamérica siempre han estado en confrontación, la guerrilla y las Fuerzas Armadas, para ejercer en conjunto, desde el poder, dos formas de violencia: la militar y la guerrillera.

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TEXTO: Aliana González (Especial para El Estímulo) ⎢FOTO: Gregorio Terán (Archivo)

Esta situación nos diferencia enormemente de otros países a los que arriban líderes de izquierda y populistas, al tiempo que invitó a no practicar el “venecentrismo”: ver todos los procesos políticos que ocurren en el extranjero desde la óptica de lo que ocurrió en Venezuela.
Tulio Hernández propone releer lo ocurrido, para construir el país desde ahora, partiendo de aprendizajes adquiridos. La reflexión tuvo lugar en la conferencia Experimento Venezuela: Totalitarismo del siglo XXI. Analizando lo que ocurrió, por qué ocurrió y qué pudiera ocurrir, con presentación de Alberto Barrera Tyszka, el pasado sábado 21 de julio en Ciudad de México, organizada por Asociación de Empresarios Venezolanos en México y Venemex.
Además, apuntó que el caso del chavismo es un modelo muy novedoso, inédito, para el cual la oposición no tenía casi elementos para enfrentarlo: se trata de una mutación de los totalitarismos del siglo XX pero ajustado al siglo XXI, que fue posible en una sociedad que venía frágil y con su tejido social roto y que además tiene particularidades que lo hicieron prosperar, como el estatismo, el militarismo, el mesianismo y el caudillismo. En su exposición Hernández afirma que los venezolanos no nos hemos hecho aún las preguntas correctas, al tiempo que nos hemos acostumbrado al inmediatismo de buscar salidas urgentes y rápidas, en lugar de comprender a fondo lo que sucede. “Parto de la idea de que, en este momento, Venezuela está en el congelador. Después de las elecciones espurias que se hicieron en mayo y de la última fractura de las fuerzas opositoras, de la incapacidad del gobierno para atender aunque sea mínimamente la debacle, el país está paralizado. Lo único que se mueve, son los emigrantes, que salen del país, pero ni el gobierno puede gobernar, ni las fuerzas de oposición tienen alternativa” afirmó.
Las preguntas que hay que responder Hernández vive en el exilio luego de verse obligado a abandonar el país hace año y medio. Desde entonces, intenta responder cinco preguntas: Qué es el chavismo como modelo político; Por qué llegó Chávez a un país próspero, al que todo el mundo quería ir, que era un modelo de democracia; Cómo una sociedad democrática y con un Estado rico, permitió que surgiera ese modelo neo autoritario; Cómo saldremos del secuestro y Qué podemos y qué debemos hacer, en lo que Hernández llama “el país fuera del territorio”.
Tulio Hernández no tiene respuesta para todas las preguntas, pero invita a los venezolanos a reflexionar acerca de ellas y a cambiar de enfoque: pasar a construir el país que queremos, así sea en el imaginario, en lugar de seguir buscando culpables a esta tragedia. Categoriza las siguientes características que permitieron al chavismo destruir el país: la omnipotencia del Estado (incluso por encima de la sociedad civil, económica o política); el liderazgo carismático de Chávez que trastocó todos los esquemas de relación entre población y líder; el liderazgo militar conduciendo a los civiles, en un país de tradición militarista profunda; un país educado política, afectiva y míticamente en la creencia de que un solo hombre lo es todo (Simón Bolívar); la debacle del sistema de partidos y la grave crisis de la institucionalidad que ya venía antes de Chávez; además, y muy importante, la fractura de la sociedad propiciada por el abandono de las clases populares, que arrastramos desde antes de Chávez. “Hemos estado secuestrados psíquicamente por una personalidad extraordinariamente seductora, obviamente con un componente psicopático altísimo, pero que conecta con las carencias, con las fallas afectivas, con las frustraciones colectivas, y hace clic, como hizo clic Hitler con el pueblo alemán adolorido, humillado luego de la primera guerra mundial” apuntó Hernández.

Cómo salir del secuestro Tulio Hernández invitó a aceptar que perdimos la guerra para que a partir de allí, se puedan proponer formas de salir de la situación.
“Porque el otro rasgo profundo de la sociedad venezolana, la impaciencia y el cortoplacismo, junto a la incapacidad para organizarnos, atenta contra la construcción de salidas” dijo, tras apuntar que hay que pensar qué tipo de país queremos, qué vamos a hacer con el petróleo para que no vuelva a ser del Estado sino de la sociedad, qué hacemos con la delincuencia y la perturbación de valores que deja sembrado el chavismo.
En definitiva, afirmó, el trabajo debe ir enfocado en la reconstrucción del tejido social y el sistema de partidos.
“Un trabajo que nos va a tocar a los que estamos afuera es hacer la política que no pueden o no podrán hacer los que están adentro. La gente se queja de que la oposición no reacciona, pero la realidad es que el que no está preso, está perseguido o está sobreviviendo. El trabajo más exitoso del chavismo fue hacer imposible la vida política de la oposición, usando tres mecanismos: impidiendo la financiación de los partidos políticos, destrozando moralmente a los dirigentes a través de estrategias de inteligencia extranjera y creando una sensación de desconfianza plena, para que nadie crea en nadie. La política, por un tiempo, como en la España de Franco, va a tener que ser hecha desde afuera”, dijo.
Cerró su intervención afirmando que la reconstrucción requiere de una acción política pro y no contra.
“Tenemos que dejar atrás el antichavismo, nuestro problema tiene que ser qué es lo que vamos a construir. Tenemos que conseguir una voluntad política que emocione a la gente, no por rabia, sino por lo que viene” afirmó, tras invitar a la conservación activa de lo que llamó “la nación fuera del territorio”.
Y allí enumeró actividades como la acción humanitaria (“nos toca cargar con buena parte de los connacionales que no tienen con qué comer”, los campos de refugiados, la situación de los presos políticos y tantas otras tareas urgentes que atender); la defensa de los derechos de los emigrantes; el trabajo de lobby sobre la gravedad de lo que ocurrió en Venezuela; y trabajar en la construcción del futuro gran país que tendremos.
«Nosotros tenemos una doble tarea, reconstruir sobre las ruinas que dejó el chavismo y sobre los platos rotos que había dejado el bipartidismo” dijo.
También afirmó que la reconstrucción tiene que ser, primero, política y económica, «para la que hay mucha fuerza, energía, conocimiento y se va a contar con mucho apoyo del capital internacional, pero indicó que la más difícil es la reconstrucción moral, ciudadana y cultural, “porque tenemos una combinación fatal: una parte de la sociedad que sigue creyendo que el Estado tiene que resolverle todo y que el chavismo la amaestró de la mejor manera; y una parte de la sociedad que no sabe distinguir entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto”.
Como positivo, destacó que la migración está haciendo a los venezolanos mirarse de otra manera, reconocerse en su justo valor, ya que colombianos, argentinos, mexicanos, están valorando enormemente la formación y capacidad de los venezolanos que llegan.
“Tenemos que recuperar una visión de largo plazo como nación, lograr una comprensión profunda de quién es el enemigo y salirnos del esquematismo de la polarización. Ya hay signos que indican que este país de afuera se está convirtiendo en el país que asume la responsabilidad intelectual de la reconstrucción” dijo Hernández.]]>

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