Cultura

PAARIS: "Mi música no siempre significa lo mismo para todos"

El rock progresivo encuentra un representante en el guitarrista Enrique Márquez Paris. El artista mejor conocido como PAARIS presenta su nuevo EP “Valhalla”, además del single “Flow”, acompañado por Sophie Burrell

PAARIS
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Los sonidos rítmicos producidos por un instrumento en manos de un artista pueden transportar la mente a parajes olvidados o mostrarle al corazón sentimientos ocultos. Enrique Márquez Paris, mejor conocido como PAARIS, toca una vez más la guitarra con emoción y maestría en su nuevo EP Valhalla. Y este año también estrena su single, “Flow”, acompañado por la reconocida guitarrista británica, Sophie Burrell.

Se formó como músico en un ambiente familiar. En casa de su abuela cuando era niño, se encontraba con su primo Héctor que, al ser diez años mayor, escuchaba a Iron Maiden, Guns N’ Roses y The Ramones. Ya de adolescente, un día tomó la guitarra clásica de su padre y al tocarla sintió una conexión con el instrumento que lo acompañaría hasta la actualidad.

Su primera banda la formó en el colegio con el cantante Lasso. También formó parte de las agrupaciones venezolanas 1ra Edición y Fauna Crepuscular. Cuando finalmente se le presentó la oportunidad de irse a estudiar música en Los Ángeles, pasó a ser integrante de Dankrupt.

Pero durante años anheló hacer música enfocada en los instrumentos, especialmente la guitarra. En 2019 decidió que era el momento de emprender su primer proyecto en solitario. Y ahora se ha convertido en uno de los representantes del nuevo rock progresivo.

Valhalla está compuesto por cinco temas, grabados y producidos por Enrique Márquez Paris, junto a la producción adicional de Alex García y Anup Sastry, quien además lo acompaña en la batería. En el bajo está Rodner Padilla, y en los teclados y piano, Joey Izzo. Sastry también lo mezcló, con la masterización de Ryan Schwabe y el artwork de Adrián Salas.

El video de “Flow” junto a Sophie Burrell, fue dirigido y editado por Carmen Moreno, junto a la cámara adicional de Francisco Quijada y la edición de Carlos Topo Maseda de Point Media Label.

“Dar a conocer mi proyecto y mi proceso creativo es algo muy personal, porque muestra la vulnerabilidad de quién soy”, explicó Enrique a El Estímulo.

-¿Qué es para ti la música?

-La música es una parte esencial de cada ser humano. No creo que haya alguien a quien no le guste o que no tenga cierto vínculo con la música.

La música es un medio que te traslada a momentos especiales, que te lleva a una época determinada. Es algo vital: nos ayuda cuando quizás no hay otra cosa más que la música. En situaciones difíciles, por ejemplo, recurro a la música para tratar de calmarme y alejarme un poco de esos pensamientos negativos.

Siempre ha sido parte de mí, siempre ha sido parte de lo que he hecho, y es lo que me ha ayudado a desarrollar una carrera en la industria. Es a la vez mi escape y mi pasión. No me veo haciendo nada que no sea trabajar para y por la música.

-¿Cuál es tu perspectiva del rock progresivo?

-El rock progresivo empieza como un género, el cual se basa más que todo en tener estructuras musicales que no son necesariamente tradicionales, por así decirlo. Cambia también la perspectiva de cómo se construye una canción. Básicamente, lo que hace es explorar las limitaciones de la música, y llevarla un poco más allá.

A mí me gusta relacionarlo también con la parte cinematográfica. Tiene mucho que ver con pintar la imagen de una película a través de un instrumento. Es como contar una historia, por así decirlo, de manera musical. No necesariamente sigues una trama en particular, sino que mueves elementos sorpresa.

-¿A qué se debe esta especie de resurgimiento del género?

-Creo que Dream Theater llevaba la batuta en ese momento de lo que era el rock progresivo, y cuando decayeron, pues también lo hizo este tipo de música. Sin embargo, a partir del 2012 empezaron a surgir nuevas canciones dentro del género, más que todo enfocado en la guitarra. Y todo fan del instrumento comenzó a exhibir su música por medio del rock progresivo. Algunos, sin embargo, lo conocen como música orientada a la guitarra.

-¿Quiénes conforman hoy el nicho de este género no tan comercial?

-Sí, es cierto lo que dices, no es música necesariamente comercial o de la que escuchas en la radio. Es música orientada más bien a músicos o a aquellos que sienten una pasión muy grande por el instrumento. Algunos melómanos también puede ser que se sientan atraídos por este género.

Ahora, sí que hay una comunidad que sigue esta música y es sumamente leal. Como guitarrista, una vez que ingresas a este nicho es como entrar a un club exclusivo donde obtienes el apoyo y la visibilidad de toda la comunidad. Otra particularidad de este género es que vas directamente a plataformas como Spotify, Apple Music, e incluso YouTube, donde siempre puedes encontrar quiénes son los nuevos artistas o bandas a escala global.

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-¿Cuál es el estatus del rock progresivo en Venezuela?

-Para empezar, hay grandes exponentes venezolanos que están fuera del país. Félix Martin, por ejemplo, es un súper guitarrista venezolano que básicamente creó su propio espacio, su instrumento y su propia manera de tocar. Es uno de los grandes ponentes del progresivo a escala mundial.

Hay un nicho en Venezuela, que quizás está más enfocado en el metal, pero que también disfrutan del rock progresivo. Y también hay un grupo anterior a mi generación, que sería la de mis padres, que siguen bastante a este tipo de bandas o artistas. Igualmente, están los músicos que se interesan por la guitarra y que, por supuesto, escuchan este género.

-¿Cómo imaginas el futuro del rock progresivo?

-Creo que seguirán saliendo fusiones. Es decir, veremos que habrá elementos tradicionales del rock progresivo, instrumentos que de repente son típicos del género, y seguirá existiendo una evolución. Con la tecnología ahora puedes crear sonidos inesperados con cualquier instrumento.

Considero que esa evolución en conjunto con la tecnología hará que este género, aunque no se conozca con este nombre, progrese. Será como una fusión de una serie de elementos que tienen quizás la base en el rock progresivo. Lo mismo está pasando con la música en general.

-¿Cómo es tu proceso creativo cuando quieres componer una canción?

-Primero, trato de desarrollar una progresión de acordes que me agraden y sienta que pueden ser más. Entonces formo la estructura que será la base de la canción, con las diferentes partes y dinámicas. Y una vez establecida esta estructura, me siento a desarrollar todo lo demás, que si batería o un bajo. Normalmente cierro con las líneas principales de la guitarra, dado que es mi instrumento principal.

-¿En qué te inspiras cuando compones?

-Casi siempre en experiencias propias o en lo que quiero transmitir con la música. Muchas veces he intentado hacer llegar mis sentimientos, esos que son difíciles de expresar con palabras, a través de la música. A veces también hay situaciones externas como, por ejemplo, una serie. Me da curiosidad algo en específico del programa, y empiezo a imaginar cómo sería si yo le pusiera música a esa parte.

La particularidad que tiene la música instrumental es que cada quien interpreta las canciones acorde a sus propios sentimientos. Y eso siempre me ha impresionado. Mi música no siempre significa lo mismo para todos los que la escuchan, y conocer qué es lo que piensan o sienten es interesante.

-¿Y cuál es la fuente de inspiración de Valhalla?

Valhalla, que es como se llama el EP, es la tierra prometida de los vikingos. Para ellos es algo así como el más allá, donde van una vez que mueren en batalla. En su cultura, el honor máximo era llegar al Valhalla, donde los dioses guerreros los recibían.

Cuando comencé a componer esta canción, estaba viendo la serie “Vikingos”. Y me impresionó la manera como vivían, y como enfocaban todo en base al honor, y su manera de pensar, su filosofía, en torno a la batalla. Todo eso me inspiró mucho al momento de desarrollar este EP.

-¿Cómo surgió este interés por la historia, la cultura y la filosofía?

-La verdad es que no lo sé. Es algo frecuente que me inspire en este tipo de cosas. Siempre me interesó ver de dónde venimos, la evolución de las culturas; le tengo mucho respeto a la historia.

Con el arte puedes reimaginarte cosas. Cada canción que toco tiene un significado con base en una experiencia propia, o algo que me captó y quise darle mi propio toque. Con “Valhalla”, por ejemplo, está el tema de los vikingos; “Filo Rosso” se inspira en una historia de la mitología china sobre un hilo rojo que une a dos personas a través del tiempo y el espacio. Entonces sí, siento cierta fascinación por esta temática.

-¿Cómo surgió el single “Flow”, junto a Sophie Burrell?

-Fue una de las últimas canciones que compuse. La idea ya la tenía desde hace mucho tiempo, solo que no había visto la manera de que encajase con lo que venía haciendo. Un día me senté a trabajar en ella, y se fue dando poco a poco la evolución de la canción.

Cuando tuve la estructura y estaba enfocado en las melodías, sentí que esa parte del puente era una oportunidad interesante para involucrar a alguien. Sopesé quién de todos los músicos a los que admiro podría hacerlo, y enseguida pensé en Sophie. La escogí no solo porque es una de las guitarristas que más está dando de qué hablar, sino porque es una de las más reconocidas de Europa actualmente. Además, está el hecho de que ambos tocamos la misma marca de guitarra.

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